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El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que Colombia tiene la “obligación moral” de sacar adelante el acuerdo de paz firmado con las Farc, de cuya firma se cumplieron ayer cinco años y que definió como una “inspiración” para la comunidad internacional.
“Después de más de cinco décadas de conflicto y conscientes del sufrimiento que causó (...) tenemos la obligación moral de garantizar que este proceso de paz tenga éxito”, manifestó Guterres en su intervención en el acto conmemorativo de los cinco años de la paz de Colombia.
“En un mundo marcado por conflictos, muchos de ellos sin un final a la vista, un acuerdo de paz negociado para poner fin a un conflicto que muchos creían sin solución es algo único y sumamente valioso”, reseñó.
Tras reconocer los “logros innegables” del Acuerdo de Paz, Guterres alertó sobre los riesgos que corren especialmente “las comunidades étnicas, las mujeres y las niñas” que “son siempre especialmente afectadas”.
Entre esos riesgos mencionó “la violencia de los grupos armados en conexión con el narcotráfico, las amenazas y asesinatos de excombatientes, líderes sociales y defensores de derechos humanos” en los que las víctimas “con frecuencia son mujeres y poblaciones indígenas”.
Apretón de manos
La conmemoración de los cinco años de la firma del Acuerdo de Paz permitió una escena para la historia: Iván Duque y el expresidente Juan Manuel Santos se encontraron en las instalaciones de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, y apretaron sus manos en medio del acto protocolario al que asistió también el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres.
Durante el acto conmemorativo, el presidente Duque se refirió a las diferencias políticas que existieron cuando se firmaron los acuerdos, lo cual motivó, según dijo el mandatario, que le pidieran “a la ONU, que estaba a punto de terminar su tarea, (que) nos acompañara durante todo nuestro gobierno y lo hicimos con la clara convicción de que sería una forma independiente e imparcial de mirar el trabajo más allá de las rencillas y las dificultades políticas”.
De otra parte, Duque, recordó que “tristemente el asesinato de líderes ha sido un fenómeno presente en muchos procesos de paz”, ya que 25 personas de la guerrilla del M-19 fueron asesinadas, 331 del Ejército Popular de Liberación o 3.589 de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Duque destacó que el porcentaje de asesinatos de exintegrantes de las Farc es menor que cualquiera de los otros grupos armados, “pero esto no reconforta el alma ni el corazón”.
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