“Lo que pasó al día siguiente indica que en este gobierno será difícil ejercer el disenso. Un funcionario (¿o una funcionaria?) de Palacio llamó al ministro Gaviria a plantearle un ultimátum: o se retractaba o se hacía al costado. Pero dos de sus colegas, Hacienda y Agricultura, manifestaron su oposición y quedó claro que si Gaviria se iba, ellos también”, se lee en la columna de El Tiempo.

Desde que se conocieron los anuncios del Gobierno con relación a algunos puntos que prevé la reforma a la salud, el ministro Gaviria ha dejado entre ver lo que sería su descontento frente a este proyecto de ley.

Incluso luego de conocerse dicho texto, a través de su cuenta de Twitter confirmó su autoría, sin embargo aclaró que dicho documento lo había redactado días antes y que este fue socializado y debatido ampliamente con todo el gabinete en el último consejo de ministros, realizado en Villa de Leyva, Boyacá.

Entre las preocupaciones que tiene Gaviria y expuestas en el documento se relaciona el manejo de los recursos y el futuro de las EPS, por un lado asegura que el esquema que se propone no deja claro el control del gasto y recaudo.

Así mismo, señala que el articulado “Propone una extraña estrategia de destruir lo que funciona en las ciudades para supuestamente arreglar lo que no funciona en las zonas rurales”.

Una reforma que ha generado todo tipo de opiniones, de cara a la radicación de este proyecto se conoció una encuesta realizada por Invamer y la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), en la que los colombianos se mostraron, en su mayoría, satisfechos con el actual sistema de salud que tiene Colombia, lo cual suma otro elemento al intenso debate que se vive, entorno a esta reforma. 

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