Un currículum dedicado al deporte. Así se resume la carrera de Ismael Calderón, quien dedicó gran parte de sus 64 años de existencia a la administración de escenarios y el apoyo a las ligas presentes en la Capital Musical.

Entre los cargos que ocupó se destacan la Dirección Deportiva del antiguo Ibder, el primer instituto de deportes creado en la ciudad, en 1995, bajo el mandato del exalcalde Álvaro Ramírez Gómez.

A su vez, fue director del programa de Educación Física de la Universidad del Tolima y de la Fundación Universitaria de Espinal, al igual que también ejerció como asesor de Indeportes Tolima.

La última misión que tuvo a su cargo fue la administración del Parque Deportivo, en la administración del alcalde Luis H. Rodríguez.

Calderón contaba, entre sus logros académicos, con una especialización en ­Dirección y Gestión de la Activi­dad Física.

Una gran pérdida
Para Carlos Heberto Ángel, director del Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué, Imdri, la muerte de Calderón significa una invaluable pérdida para la entidad y, en general, para el deporte de la Capital ­Musical.

“Ismael siempre fue una persona responsable y estudiada. Se pierde una persona de experiencia en el tema de la administración deportiva”.

Y añadió: “Fue un pionero en las capacitaciones en ese aspecto en Ibagué y preparó a mucha gente, aprovechando que él tenía una escuela para tal fin”.

Ángel, quien tuvo como jefe a ‘Don Ismael’ en diferentes entidades de la rama deportiva, desde 1989, lo recordará como “una persona con conocimientos, que pese a que nos los enseñó, la pérdida es grande”, puntualizó.

“Un profesional íntegro”
Por su parte, Álvaro Acosta Franco, supervisor de los monitores deportivos del Imdri, lamentó el fallecimiento de quien fuera su amigo, con el que compartió durante más de 30 años el amor por el deporte.

“Fue un gran amigo, un profesional íntegro. En todos los frentes en los que se desempenó, lo hizo con carácter, decisión y honestidad. Tenía sus dificultades, como todos las tenemos, pero las relaciones que sosteníamos por las tareas en común eran muy buenas, no sólo en el ámbito laboral”,  manifestó.

Álvaro conserva intactos los instantes en que tuvo la posibilidad de compartir con Ismael la pasión por la actividad física.

“Nos queda un recuerdo muy grato por lo que él fue en su vida profesional y personal. Era un tipo muy agradable, muy formal. Es una lástima que Ismael haya partido y, sobre todo, de esa manera, en la que no pudimos ni siquiera saber qué enfermedad lo aquejaba. Es una pérdida grande para el Imdri y para la ciudad. Esperamos que Dios lo tenga en su seno”, sostuvo.