Aire de optimismo

Luego de jugadas 15 jornadas, con una menos para el equipo local, regresa el optimismo, el parte de tranquilidad, pero aún no la máxima tranquilidad a las huestes Pijaos, luego del triunfo un tanto sufrido ante el Independiente Medellín, que se queda a la vera del camino y nos regresa la gran fe a los nuestros en plena lucha por la clasificación.

Todo debido a ese buen juego ante los ‘Poderosos de la Montaña’, con una nómina que retoma el buen camino y hace regresar la memoria del fútbol bien jugado, con goles bonitos y con buen rendimiento en la mayoría de los integrantes del plantel. 

No se puede dejar a un lado las malas entregas, las fallas en el juego aéreo y alguno que otro bache de los integrantes, que en pleno juego hacen comer las uñas y regresar el pesimismo del resultado final. 

Pero mañana regresa el famoso Millonarios a nivelar el calendario, flamante líder del torneo que debe llamar al aficionado a mover el torniquete y ayudar a generar una buena taquilla, que merme el alto déficit económico de la institución Pijao, que es bastante grande a estas alturas del año. 

Millonarios siempre será un muy buen atractivo por donde se le mire y es la bonita oportunidad de nivelar y e ir asegurando el paso a las semifinales, que hace apenas tres fechas era algo incierto y desolador. 

El equipo que dirige el paisano Hernán Torres viene a dejar jugar y a generar espectáculo, debido a su reciente ratificación a los famosos cuadrangulares y a su ubicación, que le dan tranquilidad y equilibrio mental para afrontar el juego, muy diferente al de los Pijaos, que ven una final adelantada, en curva de ascenso y con ganas de ratificar su sitial en el tablero general. 

Recordar es vivir y siempre llegará a mi memoria la mañana del domingo 19 de julio de 1969, cuando por primera vez observé en el gramado del estadio ibaguereño al famoso equipo ‘Albiazul’, esa vez con el arco encomendado al famoso arquero argentino Amadeo Raúl Carrizo. 

Fue una jornada matinal donde no recuerdo el porqué y en compañía de mi padre, Carlos Adolfo, que tenía simpatías por el equipo bogotano, pudimos observar a Óscar Villano, José María Ferrero, Plinio, Eduardo Texeira Lima, Finot Castaño, ‘Garrincha’ Guzmán y Juan Carlos Arean, entre otros, cuando este equipo metía miedo y nos teníamos que esconder debajo de las gradas para no ver las goleadas del equipo azul. 

Pero esa vez no fue así y los dirigidos por ‘Severiano’ Ramos, con Adelmo ‘Achito’ Vivas, ‘Pacho’ Cañarete, Jaime ‘Charol’ González, Francisco ‘Tarrino’ Bueno, Eusebio ‘Maca’ Caicedo, Antonio ‘Toño’ Rada, Carlos Lugo, Jaime Silva y Miguel Ángel Arce, entre otros, hicieron un buen juego y lograron un significativo empate a cero goles, en una buena jornada. 

Ese fue el inicio de las visitas del equipo albiazul, que, reitero, llegaba al alma de mi padre por aquello del famoso ‘Ballet Azul’ que en la época de su juventud hizo mella en todo el mundo futbolero.

Credito
JUAN CARLOS LOPERA

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