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El Tolima está viviendo una transformación en su movilidad por cuenta de las vías nacionales que están siendo intervenidas o construidas, tal es el caso con el Cruce de la Cordillera Central recientemente inaugurado o el corredor Girardot - Ibagué - Cajamarca que tiene un avance superior al 50%.
En este contexto es bien conocido que por el departamento pasa aproximadamente el 70% del transporte de carga del país, lo que convierte a tramos como el de La Variante en ejes fundamentales de la conectividad.
Sin embargo, con el desarrollo de las vías también surgen problemáticas que se suman a las habituales y que representan un riesgo para los usuarios nacionales o las poblaciones aledañas.
Esta situación la puso de manifiestó la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), Regional Tolima, en una misiva que le envió a la Ministra de Transporte, al Director del Instituto Nacional de Vías (Invías), y a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), esta última es la entidad que concesionó el proyecto Girardot - Ibagué - Cajamarca.
El gremio destacó que la ciudad ha sido beneficiada por las nuevas vías nacionales, y “consideramos que las empresas y consorcios constructores de estas carreteras están cumpliendo con las especificaciones y mantenimientos necesarios”.
Pero señalaron en la carta: “Somos conocedores de los riesgos que se presentan con la apertura y entrega de estas vías por los hechos de invasión, principalmente de las zonas de aislamiento y por la cercanía de las vías a sectores poblados y barrios que pueden ocasionar demanda de servicios y comercios informales, creando graves hechos de inseguridad”.
Por ejemplo, las vías que conforman el Sistema Nacional de Carreteras o Red Vial Nacional se denominan arteriales o de primer orden, intermunicipales o de segundo orden y veredales o de tercer orden.
Estas categorías de vías deben tener un ancho de la franja o retiro que constituyen zonas de reserva o de exclusión para carreteras, por lo tanto está prohibido levantar cualquier tipo de construcción allí. Para las carreteras de primer orden la zona de reserva es de 60 metros, que comprende carril, berma, cuneta y zona de aislamiento.
Respecto a este punto, Camacol explicó: “El sector de la vía que nos preocupa en la ciudad es el tramo que comprende desde el puente en el río Combeima hacia el Alto de Boquerón, en la vía que de Gualanday conduce a Cajamarca.
Es el de mayor riesgo y presenta los mayores inconvenientes por toda clase de invasiones tanto en las zonas de aislamiento, como inclusive en las calzadas por parqueo de vehículos para lavado, cambio de llantas y reparaciones; adicionalmente, hay inseguridad por robos y falta de iluminación nocturna”.
Además, indicaron que la preocupación es también de los gremios económicos del departamento y los ciudadanos, y no solo de los constructores, “estamos muy preocupados y alarmados por estas situaciones que nos afectan diariamente debido a que en estos sectores se encuentran los accesos viales a nuestra ciudad”.
Y agregaron: “Nuestra solicitud muy especial es la de apoyar las iniciativas locales para que se tenga en cuenta las posibles intervenciones de carácter prioritario y urgente que se requieren para mitigar los riesgos expuestos”.
La carta fue firmada por el presidente de Camacol Regional Tolima, Véliz Alfonso Mejía Ramírez.
Invasión por doquier
En un recorrido realizado por La Variante El Nuevo Día evidenció la problemática en varios puntos de la vía; invasión de la berma por parte de vehículos, casas y comercios informales, generan inseguridad vial a lo largo de la carretera.
Una de las situaciones recurrentes es la invasión que hacen las tractomulas de la berma (parte de la vía destinada al soporte lateral de la calzada para el tránsito de peatones, semovientes y ocasionalmente al estacionamiento de vehículos), pues los conductores parquean allí para que jóvenes laven o le hagan mantenimiento a sus vehículos de carga pesada.
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