“Avanzar en temas sociales no se hace cambiando el modelo económico”, Camacol

Crédito: Jorge Cuéllar / EL NUEVO DÍA.Sandra Forero estuvo en Ibagué con motivo de la Asamblea Regional de Camacol Tolima.
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Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, habló de las proyecciones del sector, el ambiente electoral y la ‘cláusula Petro’. También se refirió a los problemas gremiales; el alto costo del acero, la disponibilidad de servicios públicos y las oficinas de instrumentos públicos.
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EL NUEVO DÍA: ¿Cómo le fue a la construcción el año pasado?

Sandra Forero: El 2021 fue muy positivo pues se comercializaron 243 mil unidades de vivienda, y se llegó a un poco más de 168 mil hogares que pudieron acceder a una vivienda social. Eso más que un número son familias que en la mayoría de los casos adquirieron su primera vivienda, y les cambia la vida porque empiezan a consolidar patrimonio. 

Resaltaría también las 171 mil unidades que iniciamos, porque generan empleo, demanda de insumos y movemos así el 54% del aparato productivo del país. Y finalmente, después de varios periodos en que el PIB de edificaciones no crecía, tuvimos un crecimiento del 11,6%.

 

E.N.D.: ¿En 2022 cómo van las ventas y cuáles son las proyecciones?

S.F.: Las viviendas que logramos comercializar en el primer bimestre de 2022 suman 42.503 unidades. El año arrancó bien, lo que nos permite tener proyecciones muy positivas. Esperamos la comercialización de 267 mil viviendas, ese sería un crecimiento del 7%. También proyectamos un aumento en el PIB de edificaciones del 17,7%, y generar 240 mil nuevos puestos de trabajo. 

Para lograr esas metas resalto la importancia de la continuidad de Mi Casa Ya, porque uno ya empieza a oír a unos candidatos que desdibujan el programa que se convirtió en un activo de los colombianos.

 

E.N.D.: ¿Cuántos subsidios se tienen que garantizar por año para que el mercado edificador mantenga su ritmo? 

S.F.: Primero, el presidente Duque anunció que todos los hogares que reciban vivienda en 2022 van a contar con el subsidio de Mi Casa Ya (cuota inicial y crédito). ¿Qué se necesita este año?, 50 mil subsidios adicionales para llegar a 80 mil, y $880 mil millones aparte de los $900 mil millones que quedaron presupuestados en 2021. Para los años venideros se van a requerir 100 mil subsidios de Mi Casa Ya anualmente.

 

E.N.D.: ¿Por qué es tan importante Mi Casa Ya?

S.F.: Mi Casa Ya lo que ha mostrado es que es un programa eficiente y efectivo, cada subsidio que le entrega el Gobierno a una familia se convierte en una vivienda, es decir, hay una ejecución y se cumple el objetivo social. En otras épocas se tenía el subsidio pero no se contaba con la oferta, o no lograban el crédito, ahora el modelo opera muy bien.

 

E.N.D.: Generalmente los años electorales son complicados, la primera vuelta está cerca, ¿qué expectativas hay independientemente de quién gane la Presidencia de la República? 

S.F.: La política de vivienda social en Colombia lleva tres décadas formándose, de conocer qué se necesita para que los constructores formales la produzcan, los hogares accedan y los proyectos no padezcan siniestro. 

Lo que nosotros decimos es que no vamos a poner en riesgo una política que permite construir vivienda, no solo se lo decimos a los candidatos sino a todos los colombianos. Miren bien esas propuestas, porque si empezamos a encontrar ideas que buscan sacar del tema al constructor formal, podemos tener unas dificultades enormes para mantener el ritmo de crecimiento.

 

E.N.D.: ¿Pero es solo la protección de la política de vivienda? 

S.F.: El crecimiento no se logra solo manteniendo la política, sino permitiendo una activa participación del sector empresarial y financiero. Uno empieza a ver propuestas de hacer una intervención en el mercado de los suelos y que la vivienda sea autogestionada sin garantizar la propiedad a los hogares, entonces hay que prestar atención. 

Lo que están poniendo en riesgo es el 20% del empleo, el aparato productivo y que no podamos avanzar en reducir el déficit de vivienda. 

Por tanto, nuestra propuesta para los candidatos, es producir para los próximos cuatro años viviendas para 680 mil familias que están en déficit, además, se están creando un millón y medio de hogares. Tenemos los mecanismos, los programas y los instrumentos para lograr esa meta, pero no podemos poner en riesgo un modelo que está funcionando.

 

E.N.D.: En términos de contratos se volvió a hablar de la ‘cláusula Petro’ en el país, se dice que si él gana corren riesgos las negociaciones. ¿Qué opina de esta condición?

S.F.: Más que opinar, somos infinitamente respetuosos del rol que tiene cada cual. El Gobierno, el gremio y los empresarios tienen diferentes papeles. Nosotros lo que hacemos es generar condiciones para que se pueda construir dentro del marco de la seguridad jurídica y garantía de la inversión.

Ahora, los empresarios toman decisiones que ellos consideran apropiadas, las cuales no entramos a juzgar. No debemos olvidar que es un contrato entre privados donde las dos partes se ponen de acuerdo; para nosotros lo importante es proponer condiciones que protejan la inversión y que cada vez más inversionistas se enamoren del sector.

 

E.N.D.: ¿El gremio o los empresarios temen que Petro cambie el modelo económico del país?

S.F.: Yo no le pondría nombre propio, pero lo que sí les quiero decir como Camacol es que Colombia tiene las condiciones para avanzar; nosotros somos defensores de las libertades democráticas y la libertad empresarial. Mi Casa Ya es el reflejo de que el colombiano compra lo que quiere y dónde quiere, por eso tantos hogares están accediendo a una vivienda. Y una cosa que consideramos no se debe negociar en ninguna circunstancia es la defensa de nuestras instituciones, que son el soporte del país. 

Tenemos que avanzar en temas sociales, y la lucha contra la corrupción debemos darla de manera colectiva, pero eso no se hace ni debilitando las instituciones ni cambiando el modelo económico.

 

Desafíos del gremio

 

E.N.D.: El año pasado el valor de los insumos afectó al sector, en especial el del  acero, ¿el fenómeno se ha podido regular?

S.F.: Dentro del índice de costos de la construcción los materiales son los que más están creciendo, 9,1%. Si uno abre el capítulo del hierro y el acero estas dos últimas semanas evidenciamos un incremento muy fuerte, además otros insumos también están aumentando. Eso quiere decir que nos debemos preparar porque algunos proyectos van a frenar su ritmo y otros no se van a poder iniciar.

El constructor no puede cambiar las condiciones al comprador sobre las viviendas que se negociaron hace un año o dos, pero con respecto a lo nuevo, si los insumos continúan subiendo en algunos casos por temas internacionales y en otros sin explicación, el costo se va a trasladar al precio final de la vivienda.

 

E.N.D.: ¿Qué sucede en el caso de la vivienda social?

S.F.: En el segmento social no se puede subir el precio de la vivienda, entonces empezamos a bajar el ritmo del volumen. No obstante, mantenemos nuestras proyecciones a la espera de decisiones sobre la política comercial que permitan reducir el arancel a insumos como el acero. Por esta situación crítica hemos identificado que como sector el mayor riesgo es que dejemos de iniciar 377 mil viviendas; el proyecto se vuelve inviable o toca aplazarlo.

 

E.N.D.: ¿Por qué las oficinas de instrumentos públicos siguen siendo un ‘cuello de botella’?

S.F.: Es difícil entender por qué es tan débil la institucionalidad en Colombia en las oficinas de registro público si tienen un papel importantísimo, no solamente para los constructores, sino para garantizar la propiedad de las personas. En ese sentido seguimos insistiendo en que se avance más rápido en la digitalización y contratación de calificadores. 

Esta situación nos genera sobrecostos anuales que superan el medio billón de pesos, sumado a los $2,7 billones que implica la ineficiencia de los trámites.

 

E.N.D.: Otras dificultades para el sector es la disponibilidad de servicios públicos e infraestructura vial, Ibagué padece ambas. ¿Qué dice Camacol?

S.F.: Tenemos dos propuestas para que el sector siga siendo sostenible y tengamos ciudades de calidad. Primero, comprometernos con la planeación a largo plazo, eso nos permite tener equipamientos e infraestructura de servicios públicos y movilidad. Segundo, habilitar suelo sin cambiar las reglas de juego a cada rato, tenerlo con agua potable y saneamiento básico, es lo mínimo. 

Acá se han confundido un poco las responsabilidades, porque se da una disponibilidad de agua potable para un proyecto y después se pretende que sea el desarrollador el que garantice el suministro. 

Por tanto, necesitamos que las empresas de servicios públicos hagan parte de la planeación, y si no tienen las condiciones, entonces que se hagan a un lado y buscamos otros mecanismos o se abre espacio a más operadores, pero serios. No podemos caer en los errores de los acueductos comunitarios, que es un poco lo que estaba pasando en la región.

 

Datos

 

  • En los primeros dos meses del año ya se han comercializado más de 2 mil viviendas en Tolima.
  • El 75% de los subsidios de vivienda que se han entregado en los últimos cuatro años los recibieron hogares con hasta dos salarios mínimos.

 

Destacado

 

40% de los compradores de vivienda nueva en Colombia son jóvenes.

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Credito
JUAN JOSÉ AGUIRRE Z.

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