En esta Conferencia Regional de la FAO se reunieron los gobiernos de los 33 Estados Miembros de América Latina y el Caribe, para establecer las prioridades regionales para el próximo bienio.

Su rol fue relevante ya que congregó y llevó la voz del sector empresarial de América Latina y el Caribe, en pro de una transformación para transitar a una agricultura y sistemas agroalimentarios más sostenibles, resilientes y adaptados al cambio climático; que ofrezcan alimentos inocuos, nutritivos y saludables para toda la población, especialmente, para los 267 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria.

Además, fue la oportunidad para analizar el trabajo hecho por la FAO en los dos años previos y a partir de allí acordaron recomendaciones de iniciativas y prioridades que guían el trabajo de la Organización durante el siguiente periodo, en el marco de la más compleja crisis humanitaria, económica y social de las últimas décadas, causada por la pandemia.

En este encuentro el sector agroalimentario fue clave, ya que es el responsable del 9% y 35% del Producto Interno Bruto de los países de la región, además contribuyen al 25% de sus importaciones.

Su experiencia y compromiso con el sector empresarial lo ha convertido en un pilar importante para la industria nacional y este voto de confianza lo confirma.

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