En primera medida, negó que se hayan ido del país, como es el rumor que ronda desde hace varias semanas.

“Nosotros no somos ladrones, no somos estafadores. Aquí estamos dando la cara”, señaló.

El hombre recordó que, a solo 4 días del inicio, la empresa de logística que habían contratado renunció.

Así mismo, afirmó que la razón para la cancelación fue una serie de amenazas que recibieron por la cancelación de varios artistas.

“Géneros puntuales como regué se fueron bajaron del festival. Ellos por sus convicciones no aceptan la vacuna contra el covid y nuestro país tiene restricciones para el ingreso”, puntualizó.

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Y agregó: “Las amenazas se dieron en general contra las directivas. A Alejandro le llegaron amenazas donde le decían que el Jamming perdió su esencia, van otros géneros que no compartimos. Vamos a protestar y no permitiremos que se cambie su género”.

En esa medida, Luis Casallas dijo que el evento supuestamente no se llevó a cabo para evitar ataques hacia sus organizadores.

“La protesta en Colombia dejó de ser pacífica. La gente se manifiesta con algunos grados de violencia y me dio miedo que eso pasara en nuestro evento”.

“Soñamos con hacer un concierto multigeneracional. Queríamos que aquí vinieran los abuelos, los padres y los hijos. Soñamos que todas estas familias se integraran y estuvimos ad portas, el 95% ya estaba montado para iniciar”, finalizó.