¿Se sustenta económicamente Ibagué en la informalidad?

Hélmer Parra / EL NUEVO DÍA
Crédito: Hélmer Parra / El Nuevo DíaLas calles de la ciudad se han convertido en la respuesta ciudadana a la falta de oportunidades laborales.
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Uno de los retos grandes que enfrenta la ciudad en materia económica tiene que ver con el sustento del alto número de personas que viven en la informalidad laboral, más de 91.000, de las cuales un gran porcentaje son mujeres. Si bien los índices de informalidad han disminuído, es preocupante que estos sean superiores a los de otras ciudades comparables a Ibagué.
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A falta de dos meses para la culminación del 2022, sigue preocupando que Ibagué sea reconocida como una de las ciudades colombianas con los índices más altos de desempleo, sin embargo, basta con realizar un recorrido por el centro de la ciudad, para observar que la cultura del ‘rebusque’ se palpa como una de las soluciones emergentes a esa latente falta de oportunidades laborales dentro del contexto local.

En concordancia con las cifras expuestas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), a lo largo del año los índices de desempleo en Ibagué se han mantenido siempre altos, no obstante, y como especie de contrapropuesta a la carencia de empleabilidad formal, la informalidad se presenta como mecanismo revulsivo, que contribuye al alivio económico de miles de hogares ibaguereños. 

Según el último informe laboral del Dane, hasta agosto, en el país, la proporción de población ocupada dentro del contexto de la informalidad laboral se ubicó en un 58,1 %, para el caso de Ibagué fue del 50,1 %, dejando en evidencia que la informalidad laboral, se presenta como una alternativa recurrente ante la poca demanda laboral existente en la ciudad.

La medición de la ocupación informal comprende a todos los asalariados o empleados domésticos que no cuentan con cotizaciones a salud ni pensión por concepto de un vínculo contractual laboral con alguna empresa o empleador, de igual manera, se les considera como ocupados informales a todos los trabajadores por cuenta propia y a los empleadores que hayan quedado clasificados dentro del sector informal.

Suministrada / El Nuevo Día
Son muchas las iniciativas informales en la que se sustentan los hogares ibaguereños.

 

La informalidad prima en la ocupación laboral

En el marco de los indicadores con respecto al consolidado nacional, el Dane señaló que de las 10.351 personas que se encuentran ocupadas en el territorio colombiano, 5.819 miles de estas se encuentran dentro de los parámetros contemplados para la formalidad laboral y que otras 4.533 miles de personas, se ocupan en la informalidad.

Para el caso concreto de Ibagué, son poco más de 182.000 personas las que integran la tasa de ocupación laboral local, de las cuales 91.000 son formales y 91.000 informales, exponiendo una especie de equilibrio entre estos índices. 

Hay que tener en cuenta que la tasa de informalidad a nivel nacional corresponde al 58,1 %, Ibagué por su parte, se encuentra muy por debajo de la media nacional, con un 50,1 %; sin embargo, aunque se presenta un avance en la disminución de esta tasa, lo cierto es que sigue siendo un indicador bastante alto.

 

Tasa de informalidad en Ibagué es mayor que en ciudades similares

En las cifras exhibidas por el Dane para el mes de agosto de 2022, se manifiesta para Ibagué una disminución de seis puntos porcentuales (p.p.) con relación al mismo periodo del año anterior, algo considerable, pues de una tasa de más del 56,5 %, se bajó al 50 %, algo que se puede inferir como un paso positivo, ya que en cifras aterrizadas, se traduce en que más de 4.000 personas ocupadas de la ciudad, salen de la informalidad laboral. La tasa de informalidad cae en Ibagué en seis puntos porcentuales.

Jorge Humberto Renza Meléndez, coordinador del Observatorio de Empleo y Recursos Humanos del Tolima (OET), de la Universidad del Tolima, sostiene: “sigue siendo una tasa excepcionalmente alta esa del 50,1 %, dicha tasa de informalidad, supera, y de manera considerable, la tasa de informalidad de ciudades similares a Ibagué, por ejemplo, las otras ciudades de la RAP Eje Cafetero, Pereira, Manizales y Armenia”. 

La proporción de la ocupación informal de la ciudades RAP Eje Cafetero es: en Manizales del 34,8 %, en Pereira del 41,8 % y en Armenia del 43,4 %; siendo Ibagué la ciudad que más compromete sus indicadores.

“Manizales tiene una tasa de informalidad del 35 %, 15 p.p. menos que Ibagué, supera también la tasa de una ciudad muy similar, Neiva (46,7 %). Aunque disminuyó el porcentaje de la tasa local, la mitad de la mano de obra ocupada de esta ciudad se encuentra en la informalidad”, apostilló Jorge Renza.

Suministrada / El Nuevo Día

 

La informalidad como respuesta a las crisis

Una de las secuelas dejadas a nivel nacional por la pandemia, fue la disminución de los índices laborales en términos de lo que se entiende como normal, algo a lo que no fueron ajenos los trabajadores informales, de quienes se podría asegurar, por diferentes motivos, que fueron quienes más sufrieron con los cierres, medidas de aislamiento y demás estrategias encaminadas a la prevención de los contagios por Covid-19.

El coordinador del OET, Jorge Humberto Renza, quien se ha encargado de seguir de cerca los diversos puntos del mercado laboral tolimense y de la ciudad, precisó que uno de los sectores sociales más perjudicados, en materia de empleabilidad, en épocas de pandemia,  fueron principalmente las mujeres, de la que una gran mayoría se retiró del mercado laboral para pasar a las filas de la inactividad.

Dentro de los procesos de reactivación económica que se han planteado para Ibagué, ha ido de la mano con el acompañamiento del regreso de esas mujeres al mercado laboral. “En Ibagué hay 9.597 personas ocupadas nuevas, posiblemente, la mayoría de estos nuevos puestos corresponden a mujeres que regresan a vincularse al mercado laboral, aunque la inactividad sigue siendo muy grande, disminuye en la ciudad”, mencionó Renza Meléndez.

“De la informalidad, se ha dicho siempre que es como un cajón de sastre, sirve para guardar, es anticíclica y procíclica, en el sentido de que en las crisis, puede convertirse en refugio de la gente; por lo que cuando ya se está saliendo de la crisis, lógicamente, se espera que la gente se mueva de la informalidad de nuevo hacia la formalidad”, sostuvo el coordinador del OET. 

Suministrada / El Nuevo Día

 

La economía popular

Jaime Eduardo Reyes, director del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Ibagué, describió a la informalidad laboral en el marco de Ibagué, como la respuesta que las personas le vienen dando a la falta de empleo del aparato productivo en la ciudad, “por lo general, lo que ha ocurrido es que se hace a través de micronegocios, que en su mayoría son informales, se ha fomentado la creación de nuevas ocupaciones”, indicó.

Reyes afirmó que la informalidad es por tanto, una situación de suma importancia para el sustento económico de los hogares y por consiguiente, de la ciudad, ya que al hacer una revisión minuciosa de los hogares de estratos populares, estos se sustentan en la informalidad, es una de sus mayores opciones para lograr la obtención de ingresos. Se entiende entonces que la economía popular, básicamente es informal.

“Cuando hablamos del sustento económico de la ciudad, tenemos que decir que también aparecen otros estratos sociales y aparece pues la informalidad como un elemento determinante. Entonces, de esta manera hay que decir que la economía de la ciudad tiene un alto sustento en la formalidad de las empresas, sin embargo, muchas empresas no emplean de manera directa exclusivamente, lo hacen de manera indirecta”, dijo Jaime Reyes, haciendo un balance entre formalidad e informalidad como pilares económicos.

“Por supuesto que la informalidad aparece ayudando a la disminución del desempleo en Ibagué, porque fundamentalmente, lo que mide el desempleo de la ciudad, es la ocupación, y la ocupación por medio de la informalidad cuenta, ayudando a disminuir por su fórmula en sí misma, las tasas de desempleo”, señaló el director de Desarrollo Regional.

“El tema de la informalidad se resuelve a través del acompañamiento de las empresas, sin embargo, también hay muchas empresas que cuentan con gran cantidad de personal informal, puede que tengan algunas gentes formalizadas, pero tienen otro tanto informales, en el marco de las de los eslabones de las cadenas, aparecen eslabones de informalidad”, concluyó el director del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Ibagué. 

Suministrada / El Nuevo Día

 

Datos a nivel departamental

Según datos del Análisis del Mercado Laboral del Tolima e Ibagué del OET, la tasa de ocupación en el Tolima fue de 47,5 %, mientras que a nivel nacional fue de un 53 %. Para los hombres la tasa de ocupación correspondió al 57 % y para las mujeres fue de apenas 39 %.

Del total de ocupados en el Tolima, los asalariados alcanzaron la cifra de 58 %, y su ingreso promedio fue de $1.254.825. Un trabajador no asalariado ganó cerca de $787.588, por lo que el asalariado obtuvo un ingreso 59 % mayor que el no asalariado. 

Los ocupados que se ubicaron en la informalidad, contaron con un ingreso promedio de $694.800, mientras que, un ocupado formal sostuvo un ingreso promedio de $1.065.938. Se puede inferir así, que el desempleo no afecta en gran escala las situaciones de los individuos y los hogares tolimenses, pero ser informal, no solo representa estar desprotegido en términos de derechos laborales sino también contar con menores ingresos. 

En el departamento, las mayores tasas de informalidad se presentan en agricultura, minas, construcción, comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida y entretenimiento. La mayor concentración de los trabajadores informales se situó en el sector primario y el sector servicios no especializados.

 

También creció la ocupación

En comparación con los periodos móviles junio-agosto de 2021 y 2022, se puede apreciar que en Ibagué no solo crece la informalidad, también, la ocupación, ya que se generan 12.190 nuevas plazas, principalmente en la Industria, Transporte y Actividades Profesionales. A su vez, llama la atención la disminución en la nómina del Gobierno, así como los ‘cuenta propia’. El 56 % de las nuevas ocupaciones que se generan en la ciudad, están en estos sectores, lo cual se debe reconocer como una buena señal. 

No obstante, como todo es variopinto, se puede inferir que hasta agosto del presente año, hay 220 mil personas que conforman la fuerza laboral de la ciudad, de los cuales están ocupados 182 mil personas, pero de estos, 91 mil son informales, la mitad, y de esos 182 mil trabajadores, 12 mil demostraron estar descontentos en su trabajo, bien sea por los salarios ganados o por las condiciones de trabajo.

 

Análisis laboral de acuerdo al nivel de escolaridad

Como se mencionó con anterioridad, los ocupados informales a nivel nacional ascienden a más de 12 millones de personas,  de los cuales cerca de 2,45 millones no cuenta con ningún nivel de escolaridad, una gran diferencia con respecto a los que sin estudios, se encuentran vinculados al mercado laboral formal, 266 mil personas.

Así las diferencias siguen de acuerdo a los niveles educativos, por ejemplo, las personas con estudios básicos de primaria dentro de la formalidad oscila sobre las 775 mil, los trabajadores informales con este mismo nivel de escolaridad se elevan por encima de los 3,4 millones. En cuanto a los estudios de básica secundaria, las brechas siguen siendo exageradamente altas, pues los formales superan los 2,8 millones y los informales se aproximan a los 4,6 millones.

En el nivel de escolaridad donde más acortan las diferencias es en la educación media, donde los trabajadores informales equivalen a 626 mil y los formales a 668 mil. Ya con referencia a los estudios superiores se vuelven a plasmar grandes disparidades, donde las personas con estudios universitarios dentro de la informalidad se aproximan a los 700 mil, mientras que los universitarios en el mercado formal ascienden por arriba de los 2 millones.
 

Datos

- Los índices de informalidad según el género para el total nacional en el trimestre junio-agosto de 2022, ubicó a los hombres informales en el 60 %, y a las mujeres en el 55,4 %.

 

- 883.000 informales trabajan en sitios al descubierto en las calles del país.

 

- La mayor concentración de trabajadores informales de Colombia se encuentra en locales fijos o fábricas (2,89 millones) y en el campo o áreas rurales (2,88 millones).

 

- 146.000 personas con posgrados se encuentran en la informalidad laboral.

 

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Credito
JONATHAN HERNÁNDEZ PARRA

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