El sabor del Tolima hecho vino, la historia de John Edward Franco

Crédito: Facebook Vinos Remus - Jorge Cuéllar / EL NUEVO DÍARemus es la marca de vinos producidos por el enólogo con las uvas que cosecha en su viñedo en Payandé.
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Para deleitar a los colombianos con un vino de terroir tolimense, Franco se echó al ‘hombro’ la vitivinicultura nacional. Su propósito es que en el país se produzcan vinos de calidad, para lo cual inició una investigación hace 17 años en su viñedo en Payandé.
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En una bodega llena de botellas, corchos y aroma a vino, fue el ambiente en el que creció el precursor de la vitivinicultura (la ciencia del cultivo de la vid) en Colombia, John Edward Franco. A los siete años llegó al Tolima proveniente de Bogotá cuando su papá compró una empresa que fabricaba vinos en Ibagué, lo cual fue determinante para que desarrollara la pasión de su vida. 

Cuando se graduó del colegio tenía claro que quería estudiar enología (ciencia, técnica y arte de producir vino), lo hizo en Barcelona (España). Después recorrió varios países para ampliar su visión del tema y se estableció en Europa, donde trabajaba antes de retornar a Ibagué. 

El inicio

El ibaguereño por adopción regresó hace 17 años con la firme idea de crear su viñedo en un ambiente tropical como el del Tolima, sin embargo, se encontró con que en Colombia solo se cultivaba uva de mesa (se consume mientras está fresca), no para elaborar vino. Apenas halló que se cultivaban unas pocas variedades en Boyacá. 

Por tanto, comenzó por importar el material vegetal, es decir, las variedades de vid (planta vivaz y trepadora, cuyo fruto es la uva), en lo cual tardó dos años debido a los trámites que debía hacer. Las primeras plantas las trajo de España y Francia, con las cuales inició la investigación científica de su adaptabilidad a entornos tropicales. 

La investigación la empezó John Edward Franco en 2005 en asocio con Juan Mario Laserna (q. e. p. d.). El viñedo lo establecieron en la finca Altamira, sector La Mariposa, en Payandé (Tolima). 

Debido a que las vides necesitan bajas temperaturas para trabajar correctamente y regularse, la investigación de Franco se centra en cómo adaptar las plantas que producen uvas de vino al clima colombiano, entendiendo que existen más de 10 mil variedades y cada día se crean nuevas. 

Así que, el enólogo decidió trabajar con híbridos productores directos (HPD), que son plantas tradicionales europeas que se cruzan con las nativas americanas, esto, para dar origen a vides resistentes a enfermedades y microorganismos del trópico.

“Teníamos claro que para obtener un resultado importante y no solo una rareza había que brindarle una solución viable al campesino colombiano; vides productivas con menos aplicaciones fitosanitarias. (...) Actualmente el viñedo tiene más de 150 variedades de todo el mundo”, explicó Franco. 

Compartir el saber

Antes de la incursión del emprendedor los proyectos vitícolas en Colombia eran muy pocos y en su mayoría de personas adineradas. 

“Nosotros llegamos con el concepto de la democratización del vino; le vendemos una planta de uva a quien quiera. El país pasó de tener tres viñedos a más de 15, y en todos hemos intervenido de una manera u otra. Además, aumentamos la producción de uva de vino en 17 años en un 500% para Colombia”, acotó John Edward Franco. 

El propósito del bogotano es hacer “patria”, dejar un legado al país. Los enólogos colombianos que trabajan en Colombia no pasan de cinco, al igual que los extranjeros, pero Franco junto a un español son los únicos que trabajan con viñedos. 

Detrás de John Edward Franco está parte de su viñedo en etapa de floración. 

“Estaba muy bien trabajando fuera del país, pero lo que podía investigar allá era mínimo, ya todo está hecho, en cambio aquí no había nada. 

Nuestras investigaciones han sido avaladas por la Organización Internacional de la Viña y el Vino, OIV, están a la altura de los mejores estudios de América Latina en viticultura y enología”, contó el empresario. 

Lo más gratificante para Franco es el reconocimiento a nivel profesional que tiene en el ambiente de la viticultura local e internacional, también, el que se esté produciendo vino nacional gracias a sus investigaciones. 

El terroir tolimense

Los vinos alcanzaron una estandarización hace algunos unos años, y para el experto en la materia esto condujo a que las bebidas producidas en diferentes países fueran similares. “Lo cual provocó el aburrimiento de un mercado que tiene un consumidor hedonista, que busca nuevas experiencias”.

Y agregó: “Pero empezaron a aparecer cosas impensables, como volver a elaborar vino con ánforas de cerámica, lo cual exalta el terroir, que es la unión de factores como el suelo, el ambiente, el viñedo, la variedad de la uva, la cultura, entre otros, para hacer vinos más individuales. Dentro de esas rarezas los vinos tropicales son extremadamente exóticos”. 

Por esta razón, Franco dice que la vid de su viñedo expresa lo que es el terroir tolimense, “puede ser que no sea un vino que vaya a ganar medallas internacionales, pero nadie puede negar que significa el sabor del Tolima”. 
 

También hace cerveza

Junto a sus dos socios John Franco decidió trasladar su experiencia en los vinos a un nuevo proyecto, elaborar la mejor cerveza artesanal que se pudiera hacer en Colombia. 

Tras cinco años de investigación sacó al mercado la cerveza Volcán, ciento por ciento tolimense, nombrada así en alusión a la región Andina. La producen con maltas alemanas y lúpulos cultivados en el país e importados, estos últimos le dan el sabor. 

Así que, Franco utilizó las mismas tecnologías de la vitivinicultura para hacer cerveza. 

“Creé todo una tecnología para hacer una cerveza de altísima calidad, no la hacemos como la hace todo el mundo”, comentó el bogotano. 
Una de las características de la cerveza es que se hace mediante el método Champanoise, utilizado para producir Champagne. Además, es de tipo gastronómico, porque acompaña muy bien las comidas. 

La marca primero incursionó en restaurantes de Bogotá, después de Ibagué y Medellín, sin embargo, actualmente la empresa está rediseñando su imagen. 

“La mejor publicidad ha sido el ‘boca a boca’, porque es una cerveza refrescante, única en el mercado. Ante todo es calidad”, dijo el enólogo. 
Las cervezas son de estilo Berliner Weisse, Stout negra e Indian Pale Ale (IPA). Otro diferencial es que el Invima la certificó con un vencimiento largo, lo que no sucede con otras marcas.

Legado

EL NUEVO DÍA recorrió junto a John Edward Franco su viñedo, mientras al calor más sofocante contaba todo lo que había hecho en los últimos 17 años. Un trabajo de cultivar cada planta, investigar cómo se adaptan las variedades, invertir, dar a conocer, hacer trámites, decepcionarse pero sin nunca bajar los brazos ante su propósito. 

Cultivo en etapa de vendimia, es decir, tiempo en el que se recoge la uva.

Es un visionario de la vitivinicultura colombiana, o su precursor en sí. Dice que no tiene los ‘grilletes’ que tiene Europa, donde la tradición impide la experimentación con las variedades, pero él está seguro de que el cambio climático los va a obligar a ceder. Cuando eso suceda, el país habrá ganado terreno, tendrá mejores vinos gracias a su aporte. 

Fundando la vitivinicultura 

Aunque del extranjero le han querido comprar la producción, John Franco se niega, dice que crea buenos vinos para los colombianos porque aquí no los hay.

Sin embargo, reconoce que es difícil convencer al nacional de que beba vino colombiano, “porque nos han dañado el mercado los mismos productores; importan el mosto (zumo) de Argentina y le agregan azúcar y agua, realmente son aguas”. 

“Eso hace que no nos crean tanto, pero cuando ya prueban la calidad de nuestros vinos, la cosa cambia”, apostilló el empresario. 

El extranjero que llega a Colombia buscando una nueva experiencia es uno de sus clientes, porque después de que prueba el vino de su marca (Remus) en un restaurante de Medellín o Bogotá, la aceptación es total. También están los jóvenes que se están enamorando de está cultura y que sienten arraigo por los productos de su país.

Por ello, afirma que no le interesa competir con los vinos nacionales, sino con los importados, donde la calidad es fundamental, y ahí los vinos del Tolima pueden tener ventaja. 

Si hay producción, calidad y es viable el negocio para las empresas, los buenos vinos hechos en Colombia se podrían comercializar a precios justos. Es uno de los objetivos de Franco, que el colombiano de a pie pueda consumir un vino con atributos sin tener que pagar mucho. 

Variedad conocida como Petit Sirah.

“Por eso trabajamos donde otros no nos pueden alcanzar, en la vitivinicultura, porque tenemos los conocimientos. Estamos adelantados 10 o 15 años, este es el futuro, cuando la gente se aburra de los vinos de mala calidad buscarán los nuestros. 

Una sola golondrina no hace llover, por eso cedo las investigaciones. El viñedo más conocido de Antioquia lo inicié yo, en Huila, Villa de Leyva... Importamos plantas para clientes, vendo vides, es la única manera de democratizar y que el vino sea para todos”, manifestó el enólogo. 

Remus

Uvas y Vinos, la empresa familiar de John Edward Franco, nació con el negocio de los vinos económicos dulces, por ejemplo, el vino Puerto Viejo, gama media, es uno de los más tradicionales del Tolima y todavía lo producen. Entretanto, la bebida más accesible de la empresa es Los Duques, elaborada con uvas nativas.

La gama alta es la marca de vinos Remus, que fácilmente podría ser uno de los mejores vinos de Colombia. Todas las bebidas son hechas con uvas cultivadas y seleccionadas de su viñedo en Payandé, mientras el proceso de producción se realiza en Ibagué en el barrio Departamental, donde está ubicada la empresa. 

Son dos momentos, el cuidado del viñedo y cada planta por parte de Franco como si fueran lo más preciado. Después en la empresa ocurre la magia, las uvas son cuidadosamente fermentadas con levaduras seleccionadas y convertidas en vino con métodos enológicos de punta. 

Ánforas de cerámica adaptadas, tanques de acero inoxidable, barricas, pupitres (estantes de madera donde se giran a mano los vinos espumosos, tras fermentar por segunda vez), botellas por doquier y un olor exquisito a vino, son algunas de las cosas con las que se encuentran quienes visitan la empresa. Un lugar de ensueño para los amantes de esta bebida. 

Remus tiene 17 referencias de vinos, todos criados en roble, es decir, en barricas que Franco secó por su cuenta. También produce vinos de gran reserva, estos son los que duran varios meses en barrica dependiendo si son tintos, blancos o rosados. 

Sola para nombrar algunos, Remus tiene vino tinto Malbec, Cabernet Sauvignon + Merlot, Tempranillo, Petit Verdot, Syrah y Marselan. En vino blanco está la referencia de la variedad Macabeo y en rosado Cabernet Sauvignon. 

Estos son algunos de los vinos hechos y cultivados en la Meseta de Ibagué más apetecidos de Colombia, y que están al nivel de las mejores botellas importadas.

Cifra

150 variedades de vid aproximadamente hay en el viñedo. 

Dato

  • Vinos de Colombia es un grupo de Facebook creado por Franco, tiene más de 4.000 miembros, allí comparte sus conocimientos. 
  • El cultivo está a 760 m s. n. m., se dan dos cosechas al año, aunque depende de la variedad. 

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Credito
JUAN JOSÉ AGUIRRE Z / Redacción EL NUEVO DÍA

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