El dólar cerró la jornada de este viernes en $4.129,85, en promedio, lo cual representó un aumento de $61,1 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que para la jornada de ayer se ubicó en $4.068,75.

De acuerdo con la plataforma Set-FX, el precio de apertura fue de $4.099, mientras que el máximo llegó a $4.153,75 y el mínimo a $4.083. Durante la jornada se negociaron US$942 millones a través de 1.299 transacciones.

De hecho, en lo que va del año, el peso colombiano se ha devaluado 1,49 %, según cifras recopiladas por Bloomberg. Además, con la tasa de cambio para hoy, el dólar quedó a $100 del máximo histórico registrado en marzo del 2022, cuando se iniciaron las cuarentenas por la pandemia.

¿Qué está pasando?

Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas del banco Itaú, explica que la tasa de cambio mostró presión al alza, luego de conocerse los resultados electorales presidenciales el pasado martes, lo que generó una semana muy volátil.

“Hoy (viernes) muestra niveles por encima de $4.100, esto como consecuencia, no solo de la victoria de Petro en el plano local, donde los inversionistas están al tanto de novedades del nuevo Gobierno y su gabinete, y las primeras propuestas; pero también hay un entorno de desvalorizaciones en otras monedas de la región. Asimismo, una realidad internacional llena de tensiones por las posibilidades de un menor crecimiento global en los próximos trimestres”.

A estas explicaciones se suma Camilo Pérez, gerente de Investigaciones Económicas del Banco Bogotá, quien considera que la tasa de cambio colombiana evidencia una reacción a dos tendencias: la primera, a nivel internacional, los precios de los ‘commodities’ se están debilitando por la preocupación que existe por la recesión global que se podría dar entre uno o dos años. 

“Eso ha afectado, de manera generalizada, a las monedas que dependen de ‘commodities’, principalmente las latinoamericanas. Pero ha propiciado una fortaleza para el dólar, porque ante estas incertidumbres, la gente se refugia en activos seguros, es decir, activos en dólares”.

La segunda, según Pérez, tiene que ver con factores locales y es la incertidumbre que arrojaron los resultados electorales del pasado domingo, en la medida en que la campaña de Gustavo Petro presentó cambios para la economía. “Hoy en día vemos a un presidente electo más moderado, un discurso de unidad, buscando coaliciones y una alta expectativa por quién será el ministro de Hacienda. Pero la incertidumbre se mantiene”.

El analista económico enfatiza en que hasta que  se vean propuestas efectivas se reducirá dicha incertidumbre.

Más allá de lo local

Diego Palencia, analista financiero y Diego Fernando Palencia, vicepresidente de investigaciones y estrategia de Solidus Capital Banca de Inversión, recuerdan que la estrategia de manejo del canal de tasa de cambio tiene antecedentes que se remontan a la crisis del 2014-2016, cuando se implementó un programa de asistencia continua a dicho canal para estabilizar posibles variaciones importantes.

“Pero llegó la pandemia, el choque económico más fuerte en todo el siglo, muy similar a los efectos de una guerra mundial, que causó efectos muy graves en la oferta y demanda, sobre todo en la oferta. Pero esto está pasando en todo el mundo”.

Palencia reseña que después llegó el paro nacional y ahora ganó las elecciones presidenciales un Gobierno de izquierda. “Todo esto al mismo tiempo. Y con un agravante, la oferta mundial de alimentos y fertilizantes se rompió con la invasión de Rusia a Ucrania, que fue la cereza del pastel. A raíz de esto se está presentado una inflación histórica, que es de oferta”.

Para el analista, entonces, los efectos actuales de la tasa de cambio son por la falta de información del nuevo Gobierno. “Esta nueva administración tiene que mostrar rápidamente sus cartas sobre la mesa para solucionar el problema. No puede desconocer que es un problema raíz de su llegada y mostrar el efecto internacional es lavarse las manos. Aquí se necesitan acciones rápidas y contundentes”.