Inflación está cambiando hábitos de alimentación: los altos costos de alimentos impactan en el bolsillo y la salud

Crédito: Fotos archivo / EL NUEVO DÍALos altos precios afectan el bolsillo y la salud
Una encuesta de hábitos de consumo realizada por la firma de auditoría, impuestos y consultoría Crowe Colombia preguntó a personas de todo el país sobre los cambios que han realizado en la alimentación, específicamente con miras en dos temas, consumir productos más saludables y más asequibles. Esto fue lo que encontró.
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Con una inflación que durante el 2022 fue del 13,12 %  anual (según el Dane), la alimentación de los colombianos ha sido uno de los rubros que más se impactó. Esto en gran parte debido al aumento en el costo de los alimentos, que para los primeros días del 2023 han subido un promedio del 50 %.

Con los incrementos en casi todos los rubros básicos de un hogar, el poder adquisitivo del nuevo salario mínimo, de $1.300.606 pesos, queda a ras y con ellos muchas familias tienen que desistir en la idea de mejorar la calidad de su alimentación. 

Según el ‘Informe mensual sobre el comportamiento del gasto en alimentos’ de la Andi y la firma Raddar en Colombia, cerca del 35 % del gasto de los hogares va destinado a comida. 

“Si los precios de la alimentación suben, evidentemente el índice de precios al consumidor (IPC) aumentará. El decir, si sube de precio alguna cosa que solo pesa el 5 % en el gasto, se siente menos, pero si sube algo que pesa un 35 % (de la canasta), evidentemente los precios subirán mucho más”, afirma Herrera Mora, fundador de la firma Raddar.

Esta nueva realidad se convierte en un fuerte impacto para la adquisición de todos los alimentos en general, pero hace casi imposible la compra de aquellos llamados saludables, que muchos colombianos venían prefiriendo por las ventajas de sus orígenes orgánicos, sus métodos de transformación y sus beneficios para la salud. 

 

El panorama

Al respecto, Crowe Colombia consultó la opinión de 350 personas procedentes de todas las regiones del país y encontró que para finales de 2022 el mercado más barato con alimentos saludables se encontraba en los supermercados de barrio con un costo de $489.750, mientras que la misma lista costaba $622.540 en los almacenes de grandes superficies y $886.420 cuando se compraban por medio de plataformas digitales con servicios de domicilio.

Jenny Mendoza, socia de Auditoría de Crowe, asegura que “en las etapas de la pandemia y la postpandemia, las nuevas generaciones del país habían decidido, por salud, transformar sus decisiones de compra por alimentos más sanos, pero a la vez, de proteger la naturaleza y reducir la contaminación desde la nutrición”, afirma Mendoza.

Así quedó confirmado por la encuesta ‘Hábitos de Consumo’ de Raddar, en la que el 89 % de los encuestados aseguró incluir alimentos saludables en su dieta, mientras que el 11 % dijo no hacerlo.  

En detalle, para finales de 2022, el 51 % del total de los consultados consumía frutas de una a tres veces por semana, seguido por un 33 % que las consumía de tres a cinco veces por semana, y un 15 % que lo estaba haciendo más de cinco veces a la semana. 

En el caso de las verduras, el 43 % de los encuestados las consumía de una a tres veces por semana, mientras el 41 % las comía de tres a cinco veces y el 16 % lo hacía más de cinco veces en este mismo lapso.

En contraste, el 12 % dijo consumir proteínas de una a tres veces por semana, seguido del 31 % que lo hacía de tres a cinco veces por semana y del 57 % que lo hacía más de cinco veces.

En el caso de los carbohidratos, por medio del sondeo de Crowe se encontró que hasta finales de 2022 la mitad de las familias colombianas consumían carbohidratos más de cinco veces por semana, seguido de un 34 % que lo hacía de tres a cinco veces por semana y un 16 % que los consumía de uno a tres veces.

 

A futuro

La compañía NielsenIQ realizó una encuesta en Latinoamérica sobre las perspectivas de gasto en el hogar, en términos de rubros, para los próximos 12 meses. Este sondeo deja prever que las tres cosas que van a priorizar los hogares tienen que ver con educación, cuidado de los hijos y algo de consumo masivo.

Camilo Escobar Carbonari, director de Analítica y Consultoría de NielsenIQ, explica que la tendencia es que los hogares le den prioridad a sus necesidades básicas sobre otros rubros. Por tanto, “entretenimiento, comida fuera del hogar, compra de ropa y vacaciones pueden dejarse de lado”.

Así las cosas, pese a que no se tomará muy en cuenta el tema de alimentación saludable, esto sí impactará el posible aumento de cocina en casa, por encima de la visita a restaurantes. 

Entonces, según la encuesta, los primeros ganadores serán las tiendas de barrio y los almacenes de grandes descuentos. “Se espera que se pueda acrecentar el nivel de pobreza y necesidad, así que lo que hará el consumidor será recurrir a las tiendas por ser un canal con un portafolio ajustado a esa expectativa. Hoy el promedio, por acto de compra, es de $7.600”, señala Escobar.

La encuesta indica que los hogares que hoy compran o hacen un acto de compra al trimestre en sitios de descuento, supermercados de barrio, de cadena y tradicionales hacen el 36 % del gasto de la canasta.

Las cifras de NielsenIQ confirman que el 35 % de la venta del consumo masivo en Colombia está en el canal tradicional, que es el más importante de todos y que está creciendo en facturación un 21,6 %.

El consumo local que corresponde a bares, restaurantes, panaderías y cafeterías es el segundo canal en importancia. Representa 21 % y crecía a un ritmo de 19,6 %.

 

Se estima que el 46 % de la población encuestada está dispuesta a cambiar sus productos por marcas de menor precio.

 

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