La plaza de mercado El Jardín y el compromiso de sus comerciantes

Crédito: Fotos: Hélmer Parra / EL NUEVO DÍALa plaza de El Jardín es una de las centrales de abastos más grandes de Ibagué.
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Esta tradicional central de abastos se caracteriza por ser una de las plazas más grandes de la ciudad y con una organización efectiva por parte de sus adjudicatarios, quienes le han puesto freno a la invasión del espacio público.
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La plaza de mercado El Jardín o el centro de acopio y mercadeo El Jardín se creó aproximadamente hace 28 años con la intención de que fuera la central mayorista de la capital tolimense y ante la necesidad de abastecer a las nuevas comunidades que se asentaban en este punto de la ciudad, que creció de forma rápida y que a la fecha, por lo menos en la comuna Ocho, alberga más de 30 barrios. 

Ubicada entre las calles 100 y 102 sobre toda la carrera Quinta es una de las galerías más grandes que tiene la ciudad, durante bastante tiempo esta central de abastos se ha resaltado por su limpieza y orden, las amplias instalaciones han permitido que se designen espacios según el tipo de productos y que incluso en medio de la amplia oferta haga presencia un supermercado que para muchos no es considerado competencia, sino un ‘plus’ adicional para atraer más clientes.  

La invasión del espacio público, contrario a otras plazas de mercado, es un tema menor.

Aunque se esperaba que este fuera el centro de cargue y descargue de los campesinos de la ciudad y así lo reflejan sus espaciosas bodegas, el amplio comercio y flujo de personas en las plazas de La 21 y La 14 no permitió el desarrollo de esta dinámica; sin embargo, los adjudicatarios advierten que ese no ha sido problema, que si bien ya no se vende lo que hace algunos años, el panorama económico es bueno y la comunidad aún se acerca a abastecerse de las plazas de mercado. 

En promedio se estima que alrededor de 200 personas laboran directamente en la plaza de mercado, en el lugar hay personas de todas las edades, pero de forma particular en las zonas de venta de pollo y carnes es común apreciar que quienes ayudan en la preparación y venta son jóvenes. 

La cara positiva 

Liliana Sirley Guzmán, es una comerciante de carne en la plaza del Jardín y trabaja allí casi desde su fundación, el negocio ha sido el sustento de su hogar y lo recibió de las manos de su padre, quien también por largos años se dedicó a este oficio.

Guzmán, quien a diario tiene un alto flujo de clientes, señaló que pese a la creación de grandes superficies o el impacto por la emergencia sanitaria derivada del Covid-19 la ventas continúan y el panorama es alentador para las cientos de personas que laboran en este lugar. 

La amplia oferta de productos se destaca en la central de abasto.

“La situación en la plaza es buena, así no se haya traído el descargue y haya estado algo complicado por el Covid, gracias a Dios nos va bien, vendemos lo que sacamos, puedo decir que a mí por fortuna me va bien, la plaza es una bendición para mí y para todos”, dijo esta mujer. 
Liliana destacó la variedad y calidad de los productos, pues diariamente se surten los locales.

“Somos los distribuidores de las tiendas, la gente viene a las plazas porque somos distribuidores, mucha gente viene por economía y porque no es lo mismo la carne en una tienda o supermercado. Aquí traen el ganado, se arregla y enseguida se vende, es un producto fresco, bien manipulado y los precios son buenos”, sostuvo la comerciante. 

Gerardo, otro comerciante de la plaza, indicó que en el lugar donde está ubicado, sobre la entrada de la plaza en la zona de venta de frutas y verduras, las ventas son generosas; sin embargo, dijo que para quienes tienen sus puestos en la parte de atrás de la plaza, cerca a la zona de parqueadero el panorama puede ser algo más complejo. 

En la plaza hay un pabellón para frutas y verduras, para carnes y para mayoristas.

“Aquí llega mucha gente a la plaza del Jardín, a nosotros nos ha ido muy bien”, dijo. 

Algunas necesidades

Aunque la plaza abarca un amplio espacio, varios comerciantes entrevistados por esta redacción dejaron constancia de las necesidades que existen en materia de seguridad en la zona, pues a los alrededores de la plaza ya se ha vuelto común ver en determinadas horas del día a varias personas consumiendo sustancias psicoactivas y cometiendo hechos delictivos, situación que les genera temor a los adjudicatarios y aseguran que podría ‘espantarles’ los clientes.

A la situación se suma una alta presencia de habitantes de calle merodeando el sector.

Al igual que las demás plazas de mercado se requiere una intervención en la plaza de El Jardín.

“Nos gustaría algo más de vigilancia, porque por fuera uno ve mucho ladrón y viciosos”, dijo uno de los consultados. 

Asimismo, César Augusto, comerciante de la plaza señaló que el centro de abasto necesita mayor visibilidad y publicidad, esto con la intención de que los ciudadanos acudan y compren en el lugar.

“Esto es una plaza que necesita vitrinas, mayor visibilidad y publicidad. Aquí hay gente humilde y las plazas de mercado son patrimonio cultural y no hay que dejarlas acabar, nada más bonito que venir a la plaza y encontrar de todo”, dijo el comerciante.

Infibagué proyecta recursos para cinco plazas

En medio de las necesidades de adecuación que han denunciado los comerciantes de las cinco plazas de mercado que administra Infibagué, el ente descentralizado inició un proceso de licitación pública con la intención de hacer mantenimiento y adecuaciones en las galerías, esto conscientes de que la situación no es el remedio definitivo para las innumerables falencias que existen y que vienen de años atrás.

Es que, según explicó la gerente de Infibagué, Paola Arbeláez, los recursos para intervenir las centrales de abasto son limitados, en cuentas de la funcionaria, de los $36 mil millones del presupuesto de la entidad, que en su mayoría está relacionado con el alumbrado público, solo $1.807 están destinados para las plazas de mercado; sin embargo los gastos de las plazas superan casi los $2.348 millones, pues también es necesario el pago de nómina y actividades extra. Ante tal situación desde el 2021 se presentó un proyecto ante la Secretaría de Planeación para que se destinarán recursos para el mantenimiento de las plazas. 

Actualmente, el trámite contractual en ejecución es de $712 millones y prevé la instalación de enchapes, mejoramiento de pañetes, pintura, demolición y construcción de muros, escaleras, adecuación de cubiertas, elementos de carpintería, así como la modernización con tecnología LED de algunas zonas comunes, entre otros. 

Según especificó el instituto, “las instalaciones de las plazas de mercado en algunos puntos son inadecuadas para la prestación del servicio, también cuentan con muchos años de deterioro y patologías constructivas que han afectado su aspecto físico y presentan daños crónicos que de no tratarse oportuna y adecuadamente, originará la devaluación progresiva de estos bienes”.

Asimismo, indicó que hay una baja accesibilidad al espacio público, hay filtración de aguas lluvias y obstrucción de redes hidráulicas y sanitarias que han generado el desprendimiento de cielorrasos y el desportillamiento de enchapes.

Destacado

Contrario a lo que ocurre en otras plazas de mercado, en este lugar el problema de la invasión del  espacio público es un tema menor, la organización y unión de los adjudicatarios no ha permitido que algunos comerciantes se hagan en inmediaciones de la plaza como ocurría hace algún tiempo.

Cifra

$712 millones invertirá Infibagué en esta vigencia para realizar adecuaciones locativas en las cinco plazas de mercado de la ciudad.

"Puedo decir que a mi por fortuna me va bien, la plaza es una bendición para mi y para todos". Liliana Guzmán, Comerciante.

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Credito
Redacción Ibagué / EL NUEVO DÍA

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