‘Triángulo del Tolima’, un chance para aportar a la seguridad alimentaria del país

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Comunidades de Coyaima, municipio en donde la megaestructura tiene mayor influencia, tienen claro que ante sus ojos existe una inversión con la que se puede afrontar una de las mayores preocupaciones que existe en el mundo y es la seguridad alimentaria.
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Durante décadas, los habitantes de Coyaima, Natagaima y Purificación, han vivido una larga  espera para ver culminado el distrito de riego a gran escala, Triángulo del Tolima, una soñada megaobra que fue proyectada con el fin de generar desarrollo en un área que se caracteriza por altos índices de pobreza.

Sin embargo, con el paso del tiempo y ante la prolongada pausa que se hizo, tras la terminación de la Fase II, las discusiones se empezaron a centrar en el posible detrimento patrimonial que genera la estructura y en si ya era hora de empezar a verlo como un gran ‘elefante blanco’.

Esta situación terminó opacando el significado real del ‘Triángulo’ y de las razones que siguen existiendo para concluirlo.

Tras largas discusiones e indagaciones fiscales por parte de la Contraloría General de la República y de un seguimiento por parte de la Procuraduría Judicial, Ambiental y Agraria del Tolima, se conoció recientemente que para culminar la tercera y última fase, se necesita de por lo menos un billón de pesos.

Ante la astronómica suma se plantearon alternativas como buscar una Alianza Público Privada o adelantar un Plan de Operación Parcial. Dichas opciones que quedaron plasmadas en una Hoja de Ruta, que ya fue entregada al Ministerio de Agricultura, surgen del interés que tienen diferentes sectores de rescatar una inversión que fue financiada con los recursos de los colombianos, como lo explicó Orlando Pamo, secretario de la Asociación de Usuarios del Distrito de Riego a Gran Escala Triángulo del Tolima, Utritol.

Además, “el proyecto está ubicado en un área de alto impacto de cambio climático, pero también hemos visto en él, la oportunidad de adaptarnos a dicho cambio, también mitigarlo con una propuesta agroproductiva que permita mejorar la cobertura y el uso del suelo que es frágil y poco profundo”, precisó.

El hombre recordó que en la historia de este territorio hay varios antecedentes como las huellas dejadas por el conflicto armado y las problemáticas que generó el interés sobre la tenencia de la tierra entre comunidades indígenas, campesinas y algunos medianos propietarios.

“El proyecto está declarado como de estrategia nacional, por la ubicación en el centro del país y del área a irrigar. Tenemos cercanía con el distrito capital de Bogotá, hacia el sur y occidente (del país), por el centro del distrito cruza la vía nacional, que nos permite tener una opción de mercados locales, regionales, nacionales y por qué no hablar de internacionales, porque está dado de acuerdo con los estudios de mercado”, dijo.

En este punto cabe recordar que en los primeros diseños del Plan Agropecuario se propuso el uso intensivo del suelo bajo riego, con una diversidad de cultivos como algodón, maíz, soya, sorgo, ajonjolí, frutales, fríjol, plátano, pastos, hortalizas, yuca, pancoger y arroz.

En la década de los años 90, EL NUEVO DÍA registró en una de sus ediciones que el volumen de producción por toneladas era de 29 mil 775 y pasaría a 211 mil 217 una vez se concluyera la megaestructura.

Para don Orlando a pesar del tiempo transcurrido, la obra sigue reuniendo las condiciones para generar una propuesta estructurada desde el agro, que esté alineada a la iniciativa de ‘Paz Total’ expuesta por el presidente Gustavo Petro y con la que se logre terminar de dar vuelta a la página, en un historia que tiene varios capítulos relacionados con grupos al margen de la ley como los ‘Chulavitas’, las entonces Farc, el M-19, entre otros, “fuimos presa fácil para unos y para otros, inclusive de grupos como las AUC”.

Pero para las comunidades, dichas experiencias empiezan a quedar atrás, por ello, siguen viendo al ‘Triángulo del Tolima’ como un distrito de riego que sin lugar a dudas puede ser uno de los mejores de América Latina, teniendo en cuenta que tiene un sistema automatizado.

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‘Brújula’ agraria

Pamo recordó que el ‘Triángulo’ fue diseñado en el fervor de los Tratados de Libre Comercio en la década del 2000, en esa época se habló de la destinación de 6 mil 603 hectáreas de arroz ubicada en una zona que, según estudios y conceptos de entidades expertas en el tema agropecuario, cumplía con las características para ello.

“En ese entonces nos decían que la Upra (Unidad de Planificación Rural Agropecuaria) tenía entre todos los estudios del territorio colombiano, establecidos los sitios más eficientes para la producción de arroz con riego de inundación, (ya que) aquí había unos territorios muy frágiles (…)”, motivo por el cual se decidió sacar esas más de 6 mil hectáreas de la jurisdicción del proyecto de mega distrito.

Vale la pena recordar que con la actualización del Plan Agropecuario sobre 22 mil 246 hectáreas, adelantado por Findeter y entregado este año se concluyó que se podrá sembrar 640 hectáreas de arroz, mil 980 de plátano, 9 mil 130 en cachaco, 2 mil de limón tahití, asimismo, otra variedad de frutales.

Para el tema agrícola se dispondrá un total de 17 mil 446 hectáreas y para producción pecuaria, es decir, ganadería y especies menores 4 mil 800 hectáreas.

Teniendo en cuenta que el agua del río Saldaña es el motor del distrito las comunidades también piensan en las estrategias para tener eficiencia en el manejo del preciado líquido, con toda “la posibilidad de que el agua llegue a lo deseado que son 20 mil hectáreas y la opción de generar una dinámica económica muy importante para este territorio”, precisó Pamo. Se estima que el 65 % de potenciales beneficiarios son pequeños y medianos propietarios, mientras que el restante 35 % corresponde a predios grandes.

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Obstáculo a superar

De otro lado, una de las salidas planteadas para poner en funcionamiento la estructura existente es implementar un Plan de Operación Parcial y aunque la alternativa es viable se tiene un ‘freno’ ambiental pues, actualmente, el distrito ‘Triángulo del Tolima’ no cuenta con una concesión de agua para su distribución y uso entre los agricultores.

Dicha falencia que es de amplio conocimiento e incluso está bajo la lupa de los organismos de control, a pesar del tiempo sigue sin resolverse por lo que en percepción de las comunidades, prácticamente se están ‘tirando la pelota’ entre Cortolima, la Agencia de Desarrollo Rural y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla.

Otro de los asuntos a atender es la tenencia de tierras, por lo que se busca tener un diálogo con la Agencia Nacional de Tierras con el fin de buscar claridad, “las posesiones están de tiempo atrás, han pasado de los abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, por lo que necesitamos generar esa claridad de la tenencia para poder avanzar en las inversiones;   para tener agua riego se debe tener esa claridad”.

 

Potencial en el sur

Por su parte, el alcalde de Coyaima, William Walter Luna, opinó que es importante terminar este megaproyecto de la Nación, porque “no es viable, ni bien visto, que cada año se le metan $7 mil u $8 mil millones  a unas AOM (Administración, Operación y Mantenimiento) donde realmente eso no funciona, prácticamente es un saludo a la bandera”.

Recordó que ya se invirtieron $500 mil millones en las Fases I y II de recursos públicos, por lo que en ocasiones se le denomina ‘elefante blanco’; sin embargo, las esperanzas de ver en funcionamiento el ‘Triángulo’ no se pierden y recaen sobre el actual Gobierno nacional, igualmente, en la dirigencia política pues representantes a la Cámara como Olga B. González,  Martha Alfonso y Carlos Edward Osorio han mostrado el interés de llevar el tema de la inconclusa obra al Congreso.

Luna coincidió en que la obra puede aportar a la seguridad alimentaria de la región, para su territorio, el Tolima y el país. “Más de 8 mil familias se verían beneficiadas de esta megaobra y no es tanto en lo local, son las familias que se verán beneficiadas en lo nacional y por qué no internacional, porque se pueden exportar alimentos como arroz, cítricos, entre otros productos. El Plan Agropecuario está definido por diferentes entidades como el ICA”.

 

Más que papel

Durante las tres décadas de existencia de este diario se ha hecho un riguroso seguimiento al anhelado ‘Triángulo del Tolima’. Por ejemplo, se recuerda que el 27 de junio de 1996, el director seccional del Instituto Nacional de Adecuación de Tierras, Inat, Guillermo Jaramillo, proyectó que si las obras no tenían mayores retrasos, era posible que en 2003 fueran una realidad.

Luego en enero de 1999, se registró la suspensión de los trabajos de la presa Zanja Honda por la falta de recursos, la problemática era tal, que en agosto de ese año, el Instituto Nacional de Adecuación de Tierras, Inat, decidió archivar el proyecto.

 Cuatro meses después, surgió una esperanza con el ministro de Agricultura de la época, Rodrigo Silva Mosquera que anunció que se consiguieron los recursos para retomar obras en enero del 2000.

El 30 de diciembre de 2009 se publicó un artículo con las problemáticas expuestas por varios propietarios de predios que quedaron en el área piloto del Triángulo y cerca al primer tramo del canal principal, que aunque no había sido inaugurado ya mostraba un alto deterioro.

DATO

 

Desde Utritol se recordó que cuando se empezó a ejecutar la obra, se proyectó beneficiar aproximadamente 6 mil 200 predios, tras estudios de actualización se definió que ahora se puede llegar a 8 mil 600.

 

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Credito
El Nuevo Día

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