Los datos estadísticos sobre matrícula en los tres grados de preescolar dan suficientes mensajes sobre la obligación estatal de satisfacer el derecho a la educación a infantes entre 3 y 5 años de edad.

En el Tolima, el Estado no ofrece educación preescolar en los tres grados de este nivel educativo, la matrícula se concentra en grados de transición, para niños de 5 años de edad, y la oferta de los otros dos grados, de prejardín para los 3 años de edad y el grado de jardín o kínder se  hace exclusivamente por colegios privados.

Los datos de matrícula de preescolar de los años 2019, antes de la pandemia de Covid-19, y la de 2020 y 2021, en tiempos de pandemia, no se ha estabilizado, son cifras que tienen variaciones significativas. 

En el 2019, la matrícula total de preescolar en los 47 municipios del departamento fue de 9.073 estudiantes en este nivel educativo, ascendió a 24.121 en el primer año de pandemia y en el 2021 bajó a 14.150. ¿Por qué estas variaciones tan atípicas? ¿Problemas de recolección de datos por parte del Simat (Sistema Integrado de Matrícula) que se toma como fuente?

Sea lo que fuere, en Colombia, tácita o expresamente, el Estado evade la responsabilidad de ofrecer los tres grados de preescolar, un derecho humano reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración sobre los derechos del niño en la Asamblea General de los Derechos Humanos de 1959 y la Convención sobre los derechos del Niño de 1989.

El incumplimiento del derecho a la educación siempre ha estado entre dos extremos, deficitario en cuanto a acceso y calidad en el nivel de preescolar, y en el otro extremo, el de la Educación Superior.

La importancia

En el año 2018, (Chamorro, p.10) en el segundo informe del Observatorio de la Educación de la Universidad del Tolima resumí así la importancia de la Educación de la Primera Infancia, con base en varios estudios: En cuanto a rentabilidad, su tasa de retorno se multiplica por siete; su rendimiento económico es alto, rentable en capital humano, ofrece mayor relación costo-beneficio.

En cuanto a la reducción de la pobreza, es clave para contribuir a solucionarla. Contribuye a la equidad, en cuanto es clave para solucionar las desigualdades y ofrece oportunidades de igualar o diferenciar.

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