La gratuidad en la educación superior, hecho educativo del 2021

Crédito: Archivo / El Nuevo Día.
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El Gobierno departamental invertirá 27.000 millones en gratuidad de la matrícula de cerca de 23.000 estudiantes de educación superior oficial en el año 2022.
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¿Cuál fue el estado de la educación en los 46 municipios no certificados del Tolima en el año 2021? Pregunta que puede tener diversas respuestas según la fuente que se tome para hacer el análisis de datos y su interpretación.

Lo primero a decir es que la gratuidad de la matrícula en la Educación Superior se convirtió en el hecho a destacar en cuanto a la oferta de este nivel educativo en Colombia y que el Tolima, por medio de la Gobernación fue una de las primeras entidades territoriales en dar respuesta a las peticiones de los estudiantes universitarios a través de marchas en las plazas públicas. “Se trata de una cifra histórica que  gobierno seccional alguno haya invertido en la formación de miles de jóvenes tolimenses. Al terminar nuestro mandato habremos invertido 110.000 millones garantizando cupos educativos a 120.000 estudiantes”, dijo el gobernador, Ricardo Orozco Valero.

En los 46 municipios no certificados, sobre los cuales la Gobernación tiene la responsabilidad y competencia para la administración de los recursos que provee la nación, no se atiende la demanda educativa de infantes de 3 años de edad que debieran cursar el grado de pre jardín, y los de 4 años que debieran hacerlo en el grado de jardín, del nivel educativo de preescolar. Es una deuda que la nación y el departamento lograrán satisfacer con actos de intervención de una reforma constitucional sobre el Sistema General de Participaciones que administra la nación.

La cobertura de educación preescolar ha sido la más afectada en tiempos de pandemia. El total de estudiantes matriculados en preescolar en el 2019, antes de la pandemia, era de 14.091 incluyendo los tres grados de preescolar, cifra que pasó a ser de 12.607 en el año 2021, es decir 1.487 infantes menos en las aulas, en consecuencia, no se cumple el mandato constitucional, según el cual el derecho de los niños prevalece sobre el de los demás.

Con base en la “Cobertura en Cifras” del Ministerio de Educación Nacional, con corte a octubre del año 2021, la matrícula total en planteles educativos oficiales y privados de los 46 municipios no certificados del Tolima (se excluye Ibagué), se calcula en 1.115 estudiantes menos matriculados entre el año 2019, antes de la pandemia del Covid-19 y el año 2021. Cifra que no es alarmante pero que, de una u otra manera, incide en las transferencias que hace la nación para el gasto educativo.

 

La educación superior en el Tolima

La gratuidad de la Educación Superior vigente en Colombia, a partir del segundo semestre del 2021, es un hecho positivo porque va dirigido a mejorar la cobertura de las instituciones de educación superior que para el Departamento apenas llega al 41.4% sobre la población estudiantil entre 17 y 21 años de edad (2018), por debajo de la tasa nacional de cobertura  del 56.6% calculada para el año 2020. Se trata, entonces, de un déficit de cobertura alto, a la par del déficit de acceso a la educación preescolar, esta última con poca atención del gobierno.

En las 20 instituciones de Educación Superior que hacen ofertas en este nivel educativo en el Tolima, la matrícula total llegó a la cifra de 51.157 estudiantes en el año 2018, siendo la Universidad del Tolima la de mayor población estudiantil matriculada en las modalidades a distancia con 16.814 estudiantes (2021) y 7.472 en la modalidad presencial (Semestre A de 2020).

La Gobernación por primera vez hace un aporte alto de transferencias para ofrecer  gratuidad educativa en las tres instituciones educativas estatales que tienen sede principal en territorio tolimense, la Universidad del Tolima, el Instituto Tolimense de Formación técnica Profesional (ITFIP), ubicado en El Espinal y el Conservatorio de Ibagué, transferencias que llegarán a la cifra de 12.480 millones de pesos en el 2022, valor al que se le suman las transferencias que la nación hace para cubrir  los costos de gratuidad educativa (Matrícula Cero); Generación X , destinados a estudiantes de mejores desempeño en las pruebas Saber 11 egresados del bachillerato, alivios tributarios a estudiantes con créditos del Icetex, tal como se establece en el decreto nacional del 7 de diciembre del 2021.

La gratuidad educativa en las 63 instituciones educativas de educación superior estatales de Colombia está establecida desde el primer semestre del 2021 y muy seguramente se extenderá hacia el futuro, constituyéndose  en un hecho positivo propiciado por la crisis sanitaria del Covid-19.

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Modelo educativo tradicional

Los datos estadísticos nos dicen que “El modelo educativo de educación tradicional representa el 69% (102.601) del total de matrícula y los modelos flexibles representan el 31%”, según el informe de la Secretaría de Educación del Tolima que ya hemos citado, correspondiente al año 2020.

Son cifras que dicen mucho sobre el tipo de modelo de educación que impera en el Tolima en el que el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje está en el docente y no en el estudiante, predomina la evaluación tradicional cuantitativa basada en notas o cifras (evaluación sumativa), el desarrollo curricular no es pertinente en cuanto no se enseña lo que desean aprender los estudiantes; el docente centra su actuación en el aula, en la exposición mecánica de saberes científicos (centrado en la cognición); no hay relación de lo teórico con lo práctico y menos con la formación humana de valores y actitudes.

 

Evidencias de fracaso escolar

El modelo educativo colombiano propicia el fracaso escolar, porque es alta la reprobación, deserción y repitencia en la educación básica y media, indicadores que el Ministerio de Educación evalúa bajo el concepto de eficiencia interna.

Según datos recientes del último informe sobre “Caracterización y perfil educativo del sector educativo 2020”, de la Secretaría de Educación Departamental, un poco más de la décima parte (el 10.19%) de los estudiantes que se matriculan, reprueban el grado que han cursado o abandonan las aulas entre el momento de la matrícula y la evaluación final del año escolar correspondiente, fenómeno educativo conocido como deserción intraanual.

¿Acaso es pertinente que 9.873 de los 155.761 estudiantes matriculados en el año 2020, año de altos efectos de la pandemia, hayan “perdido el año escolar”, indicador que se conoce como de reprobación? Siendo que este volumen de reprobación escolar equivalente al 6.34%, necesariamente se traduce en repitencia de grado en el año escolar siguiente o en deserción interanual.

De los datos cuantitativos sobre el fracaso escolar en los 46 municipios no certificados del Tolima, donde la Gobernación tiene las competencias y responsabilidades sobre el desempeño de los planteles educativos, se concluye que poca atención se presta a las consecuencias o efectos de esta situación. No puede ser que el sistema escolar funcione para generar ineficiencia interna y fracaso escolar, anualmente, en 15.877 estudiantes que reprueban o desertan de las aulas. Se trata de infantes y adolescentes que acceden a las aulas con el propósito de progresar, de avanzar y permanecer en los establecimientos educativos en la búsqueda de mejor bienestar futuro, tal como los desean los padres de familia.

¿Qué pasa en los municipios con alta mortalidad académica? Como es el caso de Roncesvalles donde una quinta parte de los estudiantes matriculados reprueban o desertan durante el año escolar. Muy seguramente habrá mucho por hacer para la mejora en el cumplimiento del derecho a la permanencia y la calidad de los aprendizajes de infantes y adolescentes que se matriculan con la idea de tener éxito escolar.

 

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Credito
Luis Eduardo Chamorro Rodríguez

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