‘Jaus’ of Pringamosa: la primera casa Vogue de Ibagué

Crédito: SUMINISTRADAS / CRISTIAN CIFUENTES - EL NUEVO DÍA
Una tradición que se gestó en los 70 en Nueva York por gays y mujeres trans afroamericanas, es considerada hoy una disciplina dancística de la cultura Ballroom, que toma fuerza en Ibagué gracias a la Colectiva Pringamosa.
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Fueron algunos episodios que dieron a conocer de manera masiva el vogue o vouguing en Colombia como los performance en el Transmilenio y la Plaza de Bolívar durante las jornadas de Paro Nacional, los que generaron además de una polémica en redes sociales, un punto de partida para aquella postura que se tenía hasta el momento en Ibagué.

Con voces a favor y en contra, esta puesta en escena que a ritmo de guaracha sentó una voz de inconformismo y empoderamiento fue un ejemplo para estos chicos y chicas trans, y gays, que comenzaron a indagar y conocer de qué se trataba.

En mayo de este año, en pleno estallido social, cinco ‘disidentes sexuales’, como se consideran, tomaron la decisión de expresar a la ciudad, su ciudad, su pensamiento que se basa en la diferencia, el respeto, la libertad y el empoderamiento como elementos de transformación social.

De ahí que fuera el vogue, del que algunos ya habían conocido gracias a una referente ibaguereña destacada en esta práctica, la narrativa perfecta para marcar un antes y un después en su propósito de protesta.

Así aprendieron el porqué de su existencia, de dónde surgió y qué podían lograr con su praxis; todo ello, aterrizado al contexto de su territorio, que evidentemente varió de lo que ocurrió en los inicios de esta escena.

Como resultado, varias acciones en distintas fechas a lo largo del 2021, que hoy les tiene como colectiva trabajando por una causa, en una casa desde donde se acompaña y protege a más de 20 personas. 

Según Jean Paul, integrante de la Colectiva, “el vogue es un baile que está inspirado en las poses, en la moda, en lo fashion, es muy estético; incluye la acrobacia, toda una técnica que tiene un baile como cualquier otro.

(...) ya hoy el vogue es conocido en todo el mundo. Incluso hasta Madonna sacó una canción con ese nombre. (...) y en Colombia surge de manera interesante porque con todo el auge y la visibilidad de la comunidad Lgbtiq, se reivindica que ese baile haya surgido en contextos de marginación, es decir en luchas sociales.

(...) nosotros lo retomamos y surge en un contexto de protestas. Cogimos el vogue y lo mezclamos con otras cosas, porque en el estallido social que vivimos, que hace parte de todo el que afronta Latinoamérica de las diversidades sexuales, que están haciendo performance en las calles”.

Toman este baile como resistencia, de emancipación “porque para nosotros los maricas el vogue es una forma de liberarnos del machismo, el patriarcado que está en nuestros cuerpos. Este es un baile que nos permite transgredir eso”. 

 

Un lenguaje, una narrativa, completa reivindicación

La 60

Asimismo, Scarlett, una de las cofundadoras de la Colectiva, afirmó que el vogue tiene también un lenguaje que permite a quien lo baile, “empoderarse, sentirse libre, decir no y defenderse ante lo que te hace vulnerable y te amenaza”.

“Nosotres decidimos sacar nuestras armas que es el baile, el maquillaje, la ‘trepación’, la fiesta, el amor, el deseo, lo lindo, irrumpir con todas esas facetas que encasillan a las trans como ladronas, enfermos, los excluidos. Dijimos esto también estamos acá y esto nos pertenece”.

Por esa razón, tres momentos importantes se han logrado con éxito, porque además de manifestar su inconformismo con la situación actual del país, también han dejado un precedente para con las personas que les discriminan y violentan, así como el mismo estigma entre la comunidad, que en Ibagué, según la colectiva, también tiene sus formas de discriminación. 

La primera fue el Paro Translésbicomaricón, que se cumplió el 28 de junio en el marco del Día del Orgullo Gay, que a pesar de no realizarse el tradicional desfile a causa de la pandemia, de manera informal se realizó una movilización en donde por primera vez salieron a las calles ‘trepadas’ y pusieron a voguear a todo el parque Murillo.

Además, tuvieron otros momentos durante la actividad que les hizo conocer y dejar una nueva visión de ellos. Bailaron frente a la iglesia del Carmen, no hubo problemas, incluso de puertas abiertas, el lugar de alguna manera disfrutó de la expresión. 

Luego, vino ‘Yo marcho trans’, una actividad que partió del hecho que involucró a ‘La Chata’ con la Policía, y que generó descontento en la comunidad, en donde se encontraron integrantes de varios c

 

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Credito
ALEJANDRA CAVIEDES

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