¿¡Tacaño o ahorrativo?

Tacaño: característica típica de una persona que intenta gastar o dar lo menos posible. Ahorrativo: es persona que tiende a ahorrar, a gastar menos de lo normal o previsto.

Si le preguntáramos cuál de estos significados lo definiría, ¿cuál escogería? Si es una persona que prefiere no gastar en ningún momento, que ni por equivocación se ‘mete’ la mano al bolsillo y que cuando está con su familia y amigos prefiere que sea otro el que tome la palabra y de paso la cuenta para invitar algo, porque dentro de su  pensamiento y presupuesto no está ni la intención de hacerlo, podría decirse que su perfil es el   de una persona tacaña.

Pero cuidado, esto no solo ocurre en sus salidas, pues si piensa por un momento se dará cuenta que en su casa tampoco es de los que gaste mucho. Por ejemplo, prefiere de abstenerse a cambiar los muebles de sala que compró hace 30 años, el mercado no solamente es limitado a lo que se necesita, sino que destina una suma módica y es de los que advierte que no dará más; y si nos vamos a casos más extremos, cuando planea las vacaciones familiares le advierte a su pareja y sus hijos que se restrinjan de ciertos gustos que conlleven a gastar más dinero del presupuestado.


Si se identifica con algunas de estas situaciones tenga cuidado porque seguramente su familia debe estar pensando que es un ‘tacañito’ y no tan ahorrativo como ha pensado.


Es importante aclarar que por tener estas actitudes es un padre de familia que le ha negado cosas a sus hijos, nunca les ha faltado nada, siempre les da lo necesario, aunque se abstenga de complacerlos en algunos ‘caprichitos’.


Evite las molestias familiares
En algún momento se ha preguntado: ¿Qué sucede cuando la tacañería de un padre empieza a generar molestias entre los hijos y cónyuge, al punto que prefieren ocultarle cosas o salidas?

Ante esta situación, Andrés Mauricio Cano, investigador del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana, afirma que si el padre o madre es realmente tacaño y esta situación empieza a generar molestias o disgustos reiterativos, vienen las mentiras, se rompe la confianza y el dinero se convierte en lo más importante, comenzando a verse como un fin y no como un medio. Se tiende a ser supuestamente ‘ahorrador’, pero sin sentido. El ahorro es bueno, pero cuando se tiene claro para qué y no simplemente porque sí.


“Es preciso anotar que aunque hay temas que corresponden al terreno íntimo, ocultar salidas, gastos o deudas al cónyuge es algo negativo”, asegura el experto.


En algunas ocasiones, “el padre no apoya con el ejemplo, es decir que sea tacaño con su cónyuge e hijos, pero él o ella sí gasten sin medida. Ahí, el tema cobra otro matiz porque esa situación puede afectar a los que se sienten mal con el manejo del tema. En este caso, los hijos se afectan porque comenzarán a ver el dinero como lo más importante y más tarde lo buscarán, pero para darse gustos propios, sin aprender el verdadero sentido del dinero, ni el compartir o gastar con los demás, porque nunca recibieron ese ejemplo. Generalmente, se vuelven muy individualistas”, explica Cano.

Credito
LUISA FERNANDA RUIZ

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