Echarse un ‘tercerazo’

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
En un más que concurrido centro, con tanto calles como andenes congestionados a más no poder, gente de todas las edades se adhiere a las dinámicas económicas buscando sorprender a padres, parejas, familiares o amigos en esta época navideña.

En el mismo sector donde en otros meses del año se consiguen disfraces y máscaras, alpargatas, sombreros y raboegallos o útiles escolares, por esta fecha se encuentra explícita la celebración de fin de año.

Por toda la carrera Tercera se vislumbran artículos de todo tipo, además de lo que se vende todo el año, hay proliferación de detalles especiales repartidos entre joyería, ropa, juguetes, artículos para el hogar, electrónica, variedades, utilidades y curiosidades.

La ‘Calle Bonita’ está más repleta que nunca. Los pregones de medias, películas, cargadores, libros, cosméticos y frutas se entremezclan. Hasta el producto más inverosímil adquiere la temática navideña y el vendedor menos entusiasta multiplica su oferta.

Los vendedores apenas si tienen tiempo de preparar y arreglar sus puestos y locales porque los clientes no paran de pasar y “no podemos desaprovechar ventas”, dicen.

Velas, faroles, luces y adornos, por supuesto, no faltan, y de esquina a esquina por todo el centro de la ciudad se puede ver a quienes ya sea en un ritmo frenético durante algún ‘hueco’ de la jornada o con la calma de las vacaciones, van a comprar algún regalo para sus seres queridos, o para ‘darse un gustico’ a sí mismos.

 

El centro sigue vigente

“En el centro es barato y hay variedad, ¿qué más puede pedir uno?”, es la opinión de Camilo, quien en sus 20 años refleja con soltura la razón por la que tanta gente acude masivamente y sin importar si busca cosas ‘de caché’ o no.

A pesar de que se estén multiplicando los centros comerciales y supermercados en la ciudad, la cultura ibaguereña sigue apreciando poder encontrar lo que necesita gracias a quienes se ganan la vida en un local, una caseta o con su puesto ambulante.

 

¿Qué se busca en el centro?

“Para lo que alcance la plata, pero detalles con mucho amor que es lo que importa”. Eso busca doña Luisa, quien ocupada con sus vueltas continúa sin responder más preguntas.

Porque al final eso es lo que despierta la Navidad en los ibaguereños: unas ganas de compartir, de dar y recibir cosas de entre todas las gamas de precios, o así sea salir a dar un paseo, según cuentan ellos mismos.

Tanto dentro de los locales que hay repartidos por todo el sector, se encuentra prácticamente cualquier cosa que se pueda imaginar como un detalle común en esta época. Zapatería, lencería, ropa y más ropa para los que aprecian tener un armario lleno; gafas, correas y billeteras para el hombre serio; productos cosméticos y de cuidado personal para toda la familia y en general regalos básicos de todo tipo.

La mercancía no se queda allí, además hay mucho material para la navidad. Gorros y bufandas con decorados navideños, arreglos para el hogar y la oficina por si aún hay algunos rezagados o un espacio sin adornar y, sobre todo, papel regalo de todos los motivos y colores.

Los vendedores también tienen claro que su modo de competir es con precios bajos. Saben que su ventaja está en esto.

“La calle es muy diferente al centro comercial, la diferencia es el precio de los artículos, y aunque hay mucho almacén que vende muy económico, nosotros ofrecemos de todo al alcance del bolsillo”, dice Amado José, vendedor de joyas. Aunque vende en diferentes lugares, sabe que por esta época su nicho es el centro, precisamente porque atrae a la gente.

 

Más que una dinámica económica

El centro y en especial la carrera Tercera, es una zona con gran concentración comercial. Sin embargo, que los ciudadanos acudan tan constantemente no se debe únicamente a esto, sino que tiene mucha relación con lo demás que se encuentra allí.

Ya no solo la facilidad de encontrar distintas cosas y de resolver ‘vueltas’ recorriendo pocas calles, ni tampoco el poder encontrar un refrigerio o refrescarse en cualquier cafetería o bajo la sombrilla de uno de los tantos vendedores que pululan por los andenes. También es una cuestión cultural la que se configura alrededor del centro.

Solo con pegarse un ‘tercerazo’, como se suele llamar al recorrido de esta carrera, a diferentes horas se pueden encontrar muy variadas expresiones artísticas.

Un caballero y u na anciana bailando boleros para los transeúntes, las populares estatuas humanas, músicos tanto intérpretes como autores, con instrumentos, pistas o a capela y en grupos a pleno pulmón o con equipos de sonido, y hasta retratistas y pintores. Todos ellos buscando exponer lo que saben hacer y de paso conseguir lo que las personas quieran dar para promover las actividades que realizan.

Credito
JOHN ERICK FUENTES CALDERÓN - ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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