El inicio del año nuevo para más de 12 comerciantes tradicionales del barrio San Cayetano tiene un sabor agridulce. Las obras de cambio de alcantarillado y posterior pavimento en la calle que los une con la entrada principal del hospital Federico Lleras Acosta los mantiene en crisis, los trabajos no han finalizado y el acceso a sus negocios es solo peatonal.
Incluso, ayer se preocuparon más porque no vieron operarios en la zona, puesto que estaban esperando que la obra quedara lista antes del 10 de enero, ya que hace dos meses les habían prometido que la ejecución era de máximo 20 días.
Y debido a ese panorama se ven en la obligación de despedir más empleados y no quieren tomar más esa medida.
Por ejemplo, Alexandra Cifuentes, una de las afectadas dijo que antes vendía en su negocio en el día $800.000 y desde que iniciaron los trabajos ha tenido jornadas que no llega ni a los $100.000. “Las personas prefieren no pasar por los locales, porque tienen que dar una vuelta para llegar y tampoco pueden entrar carros ni motos”, agregó.
Para Álvaro Torres, la situación lo tiene pensando en cerrar las puertas de su negocio. “No estoy afectado, estoy es ‘quebrado’, las personas no tiene donde parquear y se van para otros lados, entendemos que la obra es necesaria y eso lo aplaudimos, pero no estamos viendo trabajadores y eso nos perjudica más porque debemos seguir pagando nómina, servicios y arriendo”, señaló.
Otro de los factores que no entienden los comerciantes, es la demora para entregar los trabajos de una vía que es necesaria al momento de una emergencia no solo de Ibagué, sino de cualquier municipio del Tolima, ya que es uno de los accesos al hospital más importante del Departamento.
Así lo expresó Eliécer Capera Leyton, quien recordó la emergencia de las calderas que sucedió hace muchos años en el centro asistencial, por lo que pidió que las obras se agilicen y así se tenga la vía habilitada ante cualquier hecho que pueda suceder.
Precisamente la situación fue expuesta a la Defensoría del Pueblo en búsqueda de una respuesta de la administración local, pero no ha sido posible. En la carta firmada por varios comerciantes manifiestan que la empresa Consorcio Aguas 2017 estaba a cargo de la obra y que los perjuicios además de ser económicos, también son morales por las personas que se estaban quedando sin empleo.
La otra inquietud de la mayoría de los afectados, es que a mediados del año pasado la vía fue pavimentada y meses después deciden cambiar el alcantarillado, por lo que cuestionan la falta de planeación, y no la ejecución de los trabajos, ya que la consideran necesaria para el sector de la capital tolimense.
¿Qué dice la Alcaldía?
El Nuevo Día intentó comunicarse con Iván Darío Culma, secretario de Infraestructura de Ibagué, pero no fue posible conocer su versión sobre la obra específicamente, solo se conoció que las obras de alcantarillado ya habían terminado y que estaría pendiente la pavimentación en los sectores intervenidos.
Sin embargo, el funcionario el pasado 29 de diciembre en la edición de El Nuevo Día indicó que se avaló el inicio de trabajos en al menos 30 vías a intervenir, donde está la del barrio San Cayetano, pero que el Municipio no giró los recursos para desembolsar los dineros del anticipo a los contratistas que equivalían al 30 por ciento.
“Es más un tema de tramitología el traslado de los dineros (…) La idea es iniciar todas las labores en conjunto con el Ibal para la segunda semana de enero”, explicó el funcionario.
Opine
Carlos García
“No entendemos por qué hicieron primero el pavimento de la vía y luego cambiaron el alcantarillado, era necesaria la obra pero se han demorado mucho y en los últimos días solo vimos trabajando tres personas y cuando iniciaron eran más de 12”.
Gonzalo Cardona
“Tengo un restaurante y las ventas se han disminuido en más de un 50%. Hay ciudades donde estos trabajos solo duran 15 días, claro cuando lo hacen con ganas. El pavimento primero lo hicieron en pocos días y con el cambio de alcantarillado se han demorado y nada que terminan”.
Javier Andrés Delgado
“Tuve que cerrar el parqueadero de motos porque acceso no dejaron. Llevo ocho años con el negocio y es la primera vez que me veo así de perjudicado. Las personas dejan sus motos en la calle expuestas a un robo, y me tocó despedir a una persona”.
Sandra Paulina Varón
“Dependemos de nuestros negocios y debemos seguir pagando el arriendo igual. No nos estamos oponiendo al desarrollo de la ciudad, pero no queremos que nos sigan perjudicando porque nos dicen que son más meses los que debemos esperar. Queremos es que se agilice”.
Comentarios