Cuando los vecinos del barrio La Gaviota advirtieron la presencia de reporteros de EL NUEVO DÍA cerca a la piscina, no dudaron en acercarse para expresar su malestar frente a lo que está pasando con este escenario deportivo.
Resulta que, según los vecinos, desde que se posesionó la nueva Junta de Acción Comunal, el Imdri le quitó el escenario que por comodato tenía Herminso Pacheco, quien hasta ese momento fungió como administrador del lugar, tomando posesión de dicho escenario para administrarlo.
De eso han pasado cerca de dos años, tiempo en el cual según los vecinos, en pocas oportunidades fueron trabajadores a ‘desyerbar’ y en junio cuando fue el Alcalde, pintaron y ‘maquillaron’ el lugar para que se viera bonito por fuera.
Por consiguiente está en total abandono, lleno de maleza, la piscina llena de aguas lluvias, agua estancada que es un nido de zancudos y mosquitos, las duchas y algunas baterías sanitarias desaparecieron, porque no hay quien cuide del lugar.
Solo un candado sirve de cerrojo en la entrada principal, pero ya rompieron las mallas y por allí ingresan niños y jóvenes en las noches a bañarse, con el peligro que esto representa ya que en su parte más profunda tiene 1.70 metros.
El inicio
Herminso Pacheco, quien era el administrador, relató a este diario que hace más o menos 13 años, y luego de varias denuncias por abandono, la Alcaldía de aquel entonces le entregó la piscina a la JAC; sin embargo, no hubo recursos para su mantenimiento y la Junta no se pudo hacer cargo del lugar.
Por lo que Herminso comenzó a administrarla, sin embargo, no existía un contrato, ni ningún papel que demostrara que él solo la administraría.
Indicó que en aquel entonces, Orlando Molina, director del Instituto de Recreación y Deporte, se reunió con él y llegaron al acuerdo de entregársela por comodato, con el aval del Alcalde y de quienes firmaron el documento que dice tener en su poder.
Fue entonces cuando comenzaron los trabajos para hacer del lugar un sitio agradable para los visitantes.
Relató que ni la Alcaldía, ni Sayco y Acinpro, ni la Policía, ni Enertolima, ni ninguna entidad se hizo presente para ayudar en la mejora de las instalaciones.
Según los vecinos, el sitio poco a poco fue convirtiéndose en un buen lugar para pasar los fines de semana, tanto así, que no solo era visitado por los residentes del barrio, sino que además llegaban de otras partes ya que la entrada apenas costaba dos mil pesos.
Fue ahí cuando apareció Enertolima ya que el sitio debía más de cuatro millones de pesos, que Herminso dice, canceló en su totalidad, al igual que la multa que existía en Sayco y Acinpro.
Como era por comodato, en algunas ocasiones, contó Herminso, incluso dejaba la entrada a mil pesos y había pelados a quienes ni les cobraba la entrada, porque sabía que no tenían plata.
Fue así como durante 11 años se hizo cargo y el dinero que cobraba lo reinvertía en mejoras para el sitio.
Sin embargo, algunos vecinos creyeron que se estaba lucrando con ese dinero, y que todo lo que conseguía se debía al dinero que recibía de la piscina, razón por la cual el 12 de enero de 2017 se la quitaron y quedó bajo la protección y la administración del Imdri.
A partir de ese momento, según los vecinos, la piscina cerró sus puertas y poco a poco se ha ido deteriorando hasta el punto en el que se convirtió en un nido de zancudos y una trampa que afortunadamente no ha cobrado su primera víctima.
En entrevista con el diario Q’hubo, el presidente de la JAC indicó que a la piscina le estaban dando mal uso, ya que según él, era un sitio de recreación particular y el beneficio debía ser para toda la comunidad, además que esperaba que el Imdri se la entregara en comodato a la Junta, pero que eso sí, debía entregarla en óptimas condiciones, porque así como estaba no la podían recibir.
Al cierre de esta edición no fue posible tener alguna declaración del Imdri al respecto de esta situación.
La comunidad lanza un S.O.S.
Álvaro Montoya, presidente del Acueducto de La Gaviota, indicó que la problemática es grave porque desde que el Imdri se hizo cargo fue el debacle para el lugar.
“Es el único centro de recreación que tenían los niños y las personas de la tercera edad, en un barrio tan vulnerable como este, y entonces uno se pregunta, ¿algo que funcionaba tan bien, por qué lo destruyeron? ¿Por qué la JAC no lo ha puesto a funcionar?”, indicó Montoya.
De igual manera, señaló que los celadores que enviaron solo duraron como dos o tres meses, que la gente rompió las mallas y ahora ingresan niños y jóvenes a bañarse con el peligro que conlleva.
De igual manera, Esperanza Palacios, edil de la comuna 6, aseguró que la situación es bastante preocupante, pues cuando la piscina funcionaba todas las familias venían a pasar un rato agradable.
“En este momento estamos en peligro, porque eso está lleno de zancudos, lo que queremos es que si la Alcaldía es capaz de suministrar constantemente el mantenimiento que la piscina necesita lo haga, y por qué no pensar en formar una liga de natación, cursos para los adultos mayores, en fin no dejar destruir aún más el lugar”, aseveró Palacios.
Con lo que concuerdan los vecinos y hasta el mismo Pacheco, es que no importa quien se encargue de la administración, lo que quieren es que le ‘metan mano’ y no dejen que se destruya, que la reactiven, que vuelva a ser el sitio que antes fue y aún mejor.
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