Este ejercicio se viene realizando desde el año 2013 con estudiantes del sexto semestre de Biología.

Con estos trabajos se pretende, “que los estudiantes de la asignatura de Recursos Naturales y Agricultura Biológica, descubran el beneficio de las buenas prácticas en los sistemas productivos y cómo esto ayuda en la conservación de los recursos naturales”, afirmó Losada.

Asimismo, se hace con el interés de que los estudiantes se integren en la cultura cafetera, por ende las prácticas tenían una duración de tres días, en las que se lleva a cabo el inventario.

Los libros realizados en cada finca son entregados a los propietarios, así lo expresó Losada para el portal Web Tu Radio: “Este libro de clase, como lo denomino yo, en cada capítulo tiene la información que el caficultor le muestra a las entidades nacionales e internacionales, en el que se demuestra que su propiedad está contribuyendo en la conservación del medio ambiente”.

De esta manera, son diferentes características taxonómicas las que se evalúan en el documento, desde la vegetación, los pequeños invertebrados acuáticos, los insectos y diferentes especies más, denominado como socioecología.

Dentro del ejercicio se describe la percepción del dueño del predio y quiénes lo trabajan frente a procesos ecológicos, y su aporte productivo en el cafetal.

Líbano fue el primer municipio en ser evaluado durante tres años, y desde el semestre B de 2017, se está trabajando en la cuenca del río Coello de Cajamarca, municipio en el que se tiene planeado un proyecto más extenso.