Las pericias para acceder al agua en La Chamba

Crédito: Hélmer Parra - Archivo - Tomadas de Facebook / EL NUEVO DÍA
El líquido del acueducto tiene altos niveles de contaminación, por lo que no es viable su consumo. Los residentes de La Chamba deben abastecerse a través del carro de bomberos o comprar agua potable para poder beber y cocinar.
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La Chamba, situada a unos 14 kilómetros del casco urbano de Guamo, está en la retina de los tolimenses por la altísima calidad de los productos cerámicos y las artesanías que sus habitantes elaboran, fruto de décadas de tradición  y conocimiento que se ha transmitido de generación en generación.

Pese a la importancia histórica y cultural, este territorio tiene un sinnúmero de problemas debido al olvido estatal de años. Aun así, la comunidad permanece con la cabeza erguida y con el deseo de salir adelante sin importar los obstáculos.

Ahora bien, quizá una de las principales dificultades con la que han tenido que sortear sus residentes en los últimos años es el acceso al agua potable. El suministro del acueducto se ha caracterizado por ser muy irregular y de ínfimos volúmenes, además se ha comprobado que el líquido tiene altos niveles de contaminación, por lo que no es viable para el consumo.

Sin duda, esto perjudica la calidad de vida y la cotidianidad de los pobladores de este célebre corregimiento por la elaboración de preciosas artesanías.

Los propios pobladores coinciden en que esta situación dista y va en contravía de la intención de consolidar este territorio como un eje cultural y punto turístico del departamento, así como del  centro del país.

 

El problema

Especiales.

De acuerdo con los residentes de La Chamba, si bien el acueducto llega a cerca del 98% de la población, con el servicio solo se puede contar durante una hora y cada tres días, lo cual es muy poco desde cualquier punto de vista, ya que perjudica y hace difíciles las actividades diarias de estas familias.

Aunado a ello, por tratarse de agua contaminada, esta no es apta para el tomar y tampoco se contempla la posibilidad de utilizarla para la preparación de alimentos, es decir que consiste en un problema no menor para los habitantes.

Así pues, Camilo Ernesto Prada, artesano que hace parte de la Asociación de Arte de La Chamba y Chipuelo (Asoarch), explicó que el líquido del acueducto principalmente se emplea para “lavar la ropa, lo que es aseo personal, bañarse y uso sanitario”, reconoció.

Ahora bien, para suplir necesidades básicas como el consumo y la preparación de alimentos, a través de la Alcaldía de Guamo, llega un vehículo de bomberos cada dos semanas para irrigar agua potable y garantizar el abastecimiento a La Chamba.

“Es muy normal que cada dos semanas el suministro llegue, por tres días continuos, a cada vivienda a través de un tanque del vehículo bomberos. Las personas recogen su agua y se les surte para que le aguante de dos a tres semanas”, aseguró Prada.

En algunos casos, los ciudadanos con amplia capacidad adquisitiva también pagan para adquirir agua potable a algunas empresas distribuidoras que llegan hasta el corregimiento.

Según cálculos, una familia pequeña puede necesitar semanalmente al menos unos tres botellones cuyo valor unitario oscila por los $5.500, lo que representa una renta considerable de dinero, pues bajo esta modalidad se estaría invirtiendo más de 15 mil pesos cada semana y si se toma como referencia el mes, el costo sería mayor a los 60 mil pesos, eso sin contar con el valor de la factura del acueducto local.

 

‘Luz en el túnel’

Especiales.

La comunidad reconoce el acompañamiento constante de Juliana Márquez, madre del presidente Iván Duque, en favor del mejoramiento de las condiciones de vida de La Chamba.

Por ende, le atribuyen a su gestión y a la Alcaldía de Guamo la puesta en marcha de un estudio, al parecer financiado por la Administración municipal, para determinar las posibilidades y viabilidad de un nuevo acueducto.

Dentro del estimado, esto garantizaría el mejoramiento del servicio y el acceso permanente a este bien básico.

“Hay un estudio determinado para el acueducto nuevo de La Chamba. La gente siempre solicitó que fuera por captación del agua del río Magdalena, pero será el estudio que arrojará el resultado si es la forma más viable de captación”, agregó Prada.

En una visita reciente a Guamo, por motivo del cumpleaños del municipio, su alcalde Rafael Monroy Guzmán reconoció a EL NUEVO DÍA que en La Chamba hay dos pozos pero el agua no es potable.

También, afirmó que tiene la disposición de asegurar la cobertura y garantizar el preciado líquido a esta comunidad antes de culminar su mandato.

En su momento indicó que se tenía previsto un proceso contractual para la limpieza de los actuales pozos, así como para “los estudios y diseños para el nuevo acueducto, lo que nos va a decir de donde sacaremos el agua, si del río Magdalena, el río Luisa o a través de pozos nuevamente”.

Y aseveró que “tan pronto tengamos los diseños vamos a presentar el proyecto al Viceministerio de Agua Potable para conseguir los recursos y así solucionaríamos el asunto del agua. La meta es dejar terminado ese acueducto”.

 

DATO

En vista que el líquido que provee el acueducto no es apto para el consumo, este es empleado para lavar ropa y actividades derivadas del aseo personal.

 

DATO

Cada dos semanas llega un vehículo de bomberos para abastecer de agua potable a los pobladores de La Chamba.

 

DATO

El agua del acueducto, que tiene altos niveles de contaminación, llega a las viviendas durante una hora y cada tres días.

Credito
MANUEL BRISNEDA

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