Pero el coletazo se sentirá, indiscutiblemente, sobre algunos sectores de la economía nacional, como son las remesas, algunas exportaciones y el crecimiento del gasto público, entre otros.
Sin embargo, en opinión de los analistas y departamentos de investigaciones, por fortuna el país está robusto en muchos aspectos, y el impacto sobre la economía local no será para alarmarse.
Algo de desaceleración
Para el Departamento de Investigaciones Económicas de Interbolsa, aunque hasta el momento Colombia ha manifestado un crecimiento estable en medio de la crisis europea, tarde o temprano llegarán los vientos en contra.
“Por lo anterior, es importante recalcar con qué instrumentos cuenta la economía local y cuál es su situación actual para entender el margen de maniobra. Luego de analizar tanto el sector público como el privado, se encuentra que el país tiene un margen de maniobra similar al de 2008. El espacio en la política monetaria parece ser suficiente ante un choque, y aunque la política fiscal no se localiza en el mejor escenario, hay espacio para un mayor nivel de apalancamiento”.
Según los investigadores de la entidad, la caída en los precios del petróleo afectará los ingresos fiscales y el gasto disponible para regalías. “Así mismo, en el sector privado, el sistema financiero se encuentra con buenos fundamentales para conservar el flujo del crédito en la economía. Aunque sectores como la producción de carbón presentarán una caída en su producción, el petróleo seguirá creciendo”, anotaron.
En este aspecto coincide Julián Cárdenas, director de Investigaciones de ING, quien considera que la situación Europea ha afectado el precio del petróleo y carbón, que ya cayó en un 20 por ciento durante el mes de mayo.
“Colombia sentiría el precio, pues precisamente esos productos jalonaron los ingresos por exportaciones”.
Asegura, además, que a mediano plazo sentirán el coletazo sectores como el café y las manufacturas, pues España es un cliente importante para este tipo de productos.
Según Interbolsa, la magnitud del choque externo se determinará en gran parte por cómo termine la crisis en Europa. Aunque el PIB presentará una desaceleración importante, hay sectores preparados, como lo sucedido en 2010, para retornar a crecimientos sostenidos alrededor del cinco por ciento.
Los investigadores de Bancolombia, por su parte, también piensan en las exportaciones, y para ellos ese será el sector que sufrirá más impacto. “El primer canal de impacto está relacionado especialmente con las exportaciones. La zona del Euro, como grupo de países, es el segundo socio comercial más importante del país después de Estados Unidos. Por ello, una caída en el crecimiento económico de dicha unión monetaria tendría un efecto negativo sobre las exportaciones de Colombia, sobre todo tradicionales, como combustibles, café y petróleo, las que en cualquier caso concentran poco empleo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que Colombia es la tercera economía latinoamericana menos expuesta a la Zona del euro por la vía de las exportaciones. Así, por ejemplo, mientras que Brasil destina el 23.7 por ciento de sus exportaciones a Europa, en el caso estricto de Colombia este porcentaje es de 12.5”.
Bancolombia asegura que, de igual manera, el nerviosismo de los mercados por las expectativas de bajo crecimiento de Europa, EE.UU. y China podría hacer que se reduzcan los precios de las materias primas en el ámbito internacional. Dado que casi la mitad de las exportaciones de Colombia son materias primas, el impacto de esa reducción sería negativo sobre el ingreso nacional. No obstante, de nuevo en este caso la exposición colombiana es relativamente baja frente a lo que podrían experimentar otras economías de la región como, por ejemplo, Venezuela, Ecuador y Perú, en las que más del 70 por ciento de sus exportaciones están asociadas a los bienes básicos.
Las remesas provenientes de Europa, especialmente de España, también sufren las consecuencias. Según Bancolombia, al cierre de 2011, un 34 por ciento de las remesas que ingresaron al país lo hizo procedente de España y al incluir otros países de la Unión Europea el porcentaje sube a 41.2 por ciento (mil 718 millones de dólares). “De esta forma, se hace evidente que un deterioro de la actividad económica de los países europeos también impactaría a Colombia por la vía de las remesas de los trabajadores”.
Otro sector por afectarse está relacionado con los mercados de capitales. “Ante la incertidumbre internacional las tasas de interés del financiamiento externo tenderían a aumentar, lo que podría traducirse en que los créditos en moneda extranjera para los agentes colombianos se volvieran más costosos. Por otro lado, la tasa de cambio podría experimentar periodos de depreciación temporal y tender a presentar una mayor volatilidad.
Y por último, agregan los analistas de Corficolombiana, vale la pena resaltar que la exposición de la deuda pública local de Colombia a los inversionistas extranjeros es relativamente baja si se compara con otras economías de la región. Con esto, el impacto de la situación internacional sería moderado en el mercado de renta fija colombiano.
En lo que también coinciden todos es que el país está preparado, más que otras economías de América Latina, para los escenarios que se prevé.
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