Es común que se suelan cometer errores a la hora de elegir y aplicar el protector solar. No sólo es importante encontrar el producto correcto para su tipo de piel, también es necesario darle un uso adecuado y tener en cuenta otros factores.
La dermatóloga Dawn Davis, especialista experta de la Mayo Clinic, hace unas recomendaciones muy importantes para mantener la piel de niños y adultos protegida de los rayos UV.
Protege tu piel
Si bien los niños son los más sensibles a los efectos negativos de la exposición inadecuada al sol, todos deben protegerse para evitar lesiones, algunas de las cuales pueden provocar con el paso de los años cáncer cutáneo, uno de los cánceres más frecuentes en el mundo.
Protectores solares para niños
A partir de los seis meses de edad, los niños pueden usar el mismo protector solar de los adultos. Existen algunos protectores etiquetados especialmente para niños, esos también son buenos. Lo único que se debe tener en cuenta es que el protector sea de amplio espectro y con un factor de protección solar de al menos 15.
¿Amplio espectro?
Cuando compre protector solar es importante que revise que la etiqueta diga “amplio espectro”, eso significa que la protección es contra ambos tipos de rayos ultravioletas: UVA y UVB. Los rayos UVA son la longitud de onda larga de la luz que penetra hasta las capas profundas de la piel, mientras que los rayos UVB son la longitud corta de la luz que traspasa la superficie de la piel y ocasiona las quemaduras del sol.
¿Cuál es el factor de protección indicado?
Los expertos coinciden en que un factor de protección solar de 15 es lo mínimo necesario para prevenir daños en la piel a consecuencia de rayos UVB.
Los protectores solares con un factor de protección superior a 50 ofrecen solamente un poco más de protección contra con rayos UVB, comparado frente a los de 30.
Eso significa que posiblemente no valga la pena pagar más por los protectores cuyo factor de protección es muy alto.
¿Cómo aplicarlos?
La clave para obtener todo el beneficio del producto es aplicarlo generosamente y con frecuencia. La mayoría de las personas no se lo aplican en una cantidad suficiente. Alrededor de dos cucharadas de protector solar debe alcanzar solo para la cara, el cuello y el dorso de las manos. Es importante que se repita la aplicación del protector solar mínimo cada dos horas o más a menudo si la persona se mete en el agua o transpira.
Aplíquese protector solar cada vez que salga, aunque no parezca un día soleado. La luz ultravioleta atraviesa las nubes y se refleja en el agua y otras superficies. Al reflejarse, los rayos se vuelven más potentes y eso hace más importante la aplicación del protector solar.
Si desea tener la máxima protección contra el sol, no hay que confiar únicamente en el protector solar, evite exponerse a la luz directa del sol durante el mediodía. A esa hora los rayos son más fuertes. Busca lugares de sombra, carga una sombrilla, gafas de sol y manténte hidratado para disfrutar y compartir en estas vacaciones de fin de año tranquilo y en familia.
Consejos para unas felices vacaciones
El viajar debe ser sinónimo de descanso, tanto para el cuerpo como para la mente. Es necesario algo más que ver la televisión para lograrlo, por lo que unas felices vacaciones pueden ser más que un gasto y convertirse en una inversión en nuestra salud.
Unas felices vacaciones representan un tiempo sin reglas, el cual libera a las personas de la tensión y las presiones que enfrentan diariamente; se olvidan del tráfico, la contaminación y de los deberes que tienen que cumplir día a día.
Sin embargo, es importante evitar los excesos, ya que estos podrían resultar contraproducentes. Es importante buscar la manera de equilibrar tanto la diversión, como el ejercicio.
El caminar en la playa, nadar, bucear, correr y bailar; pueden ayudar a mantener la figura, así como a cuidar el organismo.
Para disfrutar unas felices vacaciones, es necesario tomar en cuenta los siguientes consejos, porque existen algunos factores externos que podrían alterar nuestra salud como: la ubicación, el clima, la latitud, la lluvia, la flora y la fauna:
1. Alimentación: Beba sólo agua potable o embotellada, no consuma mariscos ni carne roja cruda, asegúrese de que las verduras crudas estén bien desinfectadas; evite comer al aire libre y busque lugares higiénicos para comer.
2. Clima cálido: Utilice bloqueador solar, lentes y gorras; cubra a los niños con ropa ligera y no los exponga al sol directamente; beba abundantes líquidos para evitar la deshidratación y evite el ejercicio físico excesivo.
3. Temperaturas frías: Use ropa abrigada para evitar las lesiones a causa del frío; no permanezca mucho tiempo a la intemperie y evite los lugares cerrados y con mucha gente; ingiera abundantes líquidos (de preferencia calientes).
4. Viaje en automóvil: Realice varias escalas para estirar las piernas y descansar un poco; no maneje cansado, ni desvelado; alterne las horas de manejo con algún acompañante y respete las señales de advertencia; revise el estado del carro antes de salir; evite viajar de noche y consuma líquidos en abundancia.
5. Avión: Evite el consumo de bebidas alcohólicas, consuma líquidos en abundancia, mastique chicle o pase saliva durante el ascenso y descenso para evitar molestias en los oídos. Camine en el pasillo del avión o estire las piernas cada 45 minutos o una hora y use ropa holgada y cómoda.
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