Desde su reciente aparición los drones están cambiando al mundo, por la variedad de labores que pueden realizar. Han evolucionado de ser juguetes, a captar imágenes imposibles, entregar domicilios y, por primera vez en Colombia, hacer patrullajes aéreos.
En el plan ‘Semana Santa Segura’ se utilizaron 25 de estas aeronaves no tripuladas, (cada una de las cuales puede mantenerse hasta 24 horas en el aire), en el control permanente de las vías y sobre las multitudes en las procesiones.
Los drones son una realidad que se quedará indefinidamente en el país y que hace parte sustancial de las nuevas estrategias de la Policía para realizar controles de seguridad, apoyar el desarrollo rural y mejorar condiciones en un eventual escenario de posconflicto.
Colpresa buscó detalle sobre este nuevo avance, que hace parte de un proceso que inició en 2010 y tiene ya consolidado un ‘ejército’ de robots para optimizar el trabajo de la Policía.
Todos los drones de la policía
El cuerpo de seguridad suma 35 aeronaves de este tipo, de diferentes formas, tamaños y capacidades. Los más versátiles son los llamados de ‘Ala fija’ y ‘Ala rotatoria’, que funcionan como un avión o un helicóptero, respectivamente.
Los primeros tienen una capacidad de recorrer distancias superiores, diferente a los de ala rotatoria, cuya función principal es mantenerse fijos en diferentes puntos por tiempos más prolongados.
El coronel Jairo Gordillo, jefe de la oficina de Telemática de la Policía, aseguró que una de las principales razones para darles protagonismo a estas herramientas es que son elementos altamente disuasivos del crimen ya que “las personas cuando se sientes vigiladas u observadas, tienen a actuar diferente, manteniendo, de alguna forma, las buenas maneras”.
Afirmó que además son útiles por el hecho de permitir un registro de personas, sobretodo en espacios donde se concentran multitudes, como partidos de fútbol, conciertos, marchas o, en este caso, procesiones, lo que facilita sobremanera la identificación de rostros de sospechosos, en caso que se presenten eventualidades delictivas.
“La idea es que no suceda nada, pero con los drones, de presentarse alguna eventualidad, la capacidad de tener un registro permanente facilita que se identifiquen a las personas que se encontraban alrededor de los hechos o se pueda observar en vídeo al culpable de algún delito”, agregó el jefe de la oficina de Telemática.
En vista de que, además de su importancia, los costos de estos aparatos son accesibles (pueden conseguirse, para uso de vigilancia, desde los 2 mil dólares), la Policía ha decidido darles mayor importancia y optimizar su uso.
¿Cómo se utilizan?
Asegura el coronel Gordillo que aunque el dron en sí es una gran herramienta, lo realmente útil es poderle agregar tecnología de punta: cámaras infrarrojas, cámaras térmicas, sensores y sistemas montados en la aeronave que permiten la recolección y transmisión de imágenes en tiempo real a diferentes destinos.
En vista del rotundo sí dado a la permanencia de estos robots y los aparatos que pueden transportar, la Policía creó diferentes estrategias para sacarle el mayor provecho posible a este avance, pensando especialmente en el escenario de posconflicto que podría avecinarse.
Así, estas aeronaves no tripuladas o remotamente tripuladas asumirán diferentes funciones, dependiendo del espacio en que se movilicen, urbano o rural:
En espacios urbanos
- Control de multitudes: Tener una visualización desde un plano superior da muchas ventajas, desde la distribución de las personas en el espacio, hasta la producción de un efecto disuasivo en las personas.
- Desastres naturales: La facilidad de transporte y despliegue permite la obtención de diferentes perspectivas del desastre, adentrarse en los lugares a los que un carro o un helicóptero no pueden llegar, sin poner en riesgo al equipo humano.
- En actividades de búsqueda y rescate: Son especiales para las zonas complejas por la oscuridad u otras condiciones, pues gracias a las cámaras térmicas pueden ubicar personas y, a través de las coordenadas que siempre emiten, determinar a dónde debe ir un cuerpo de rescate con la mayor brevedad posible.
En zonas rurales
- Control de carreteras: se pueden tener patrullas en un puesto fijo y tener drones sobrevolando y avisando dónde se varó un carro, dónde hubo un accidente, permitiendo así la inmediatez de la atención.
- Control de fronteras: una aeronave controlando un espacio como éste, donde hay contrabando y tráfico de personas, da más posibilidades de control.
- Minería ilegal: es una herramienta para los grupos de carabineros, porque les permite tener una visualización amplia y permanente de las zonas en las que se realiza este tipo de acciones, además de identificar con las cámaras a los responsables.
- Espectrofotometría: permiten analizar suelos, a partir del color y del espectro que generan, para ayudar a los campesinos a optimizar sus tierras y cultivos. Será un sistema que identifique el estado del suelo, qué necesita, qué partes deben regarse y cuáles no, cuáles fumigarse y cuáles no, qué cultivar y qué no, dónde abonar y dónde no.
Todo esto, señala el coronel Gordillo, apoyaría mucho un escenario de posconflicto, porque la idea de volver al campo y hacerlo más seguro y más productivo empezaría a ser realidad.
Reglamentación
Aún muchas personas piensan en estos aparatos como en un juguete costoso, existen límites para su uso, por el peligro que pueden representar de caer sobre alguna persona o algún vehículo, por invadir el espacio aéreo de naves con pasajeros o por violar los derechos de intimidad.
Antes de aplicar todos los usos programados, la Policía está en la etapa de capacitar a miembros de la institución en el manejo de drones, tanto sobre los límites legales, como en condiciones técnicas: aprender a despegar, a aterrizarlos y a controlar los contratiempos que se puedan presentar durante el vuelo.
La Aeronáutica Civil no ha expedido una reglamentación oficial, pero ya tiene recomendaciones sobre el uso de drones. Como que no se podrán volar aeromodelos de particulares sobre áreas edificadas o directamente sobre público o aglomeraciones de personas. Ni está permitido volar aeromodelos de peso superior a 25 kilogramos y por ningún motivo es posible utilizar los drones en un área de cinco kilómetros a la redonda de un aeropuerto.
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