“Estados Unidos es y seguirá siendo el principal socio comercial de Colombia”

COLPRENSA – INTERNET – EL NUEVO DÍA
Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China están pasando por un momento de tensión, debido a las medidas arancelarias que ha impulsado el país norteamericano y que se han replicado por parte de los asiáticos, las cuales han generado expectativas en los mercados del mundo.

Esta situación ha despertado preocupación de varios países y se ha llegado incluso a hablar de una posible guerra comercial entre ambas naciones, que afectaría el normal desarrollo de la economía global, teniendo en cuenta que son las mayores potencias comerciales y económicas.

Sin embargo, todavía es muy prematuro definir cuál sería el verdadero impacto que podría traer esta situación para Colombia, por lo que el país debe estar atento a los diferentes movimientos y mantener un buen diálogo político y acercamientos permanentes para evitar daños colaterales.

Así lo manifestó la directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana (Acham Colombia), María Claudia Lacouture, quien en entrevista con Colprensa analizó los efectos que traerían las medidas de Estados Unidos y cómo Colombia debe blindarse frente a estas.

- Se habla de una posible guerra comercial entre Estados Unidos y China debido a las medidas arancelarias que viene implementando el Gobierno norteamericano. ¿Está de acuerdo con esta apreciación?

Una guerra no es buena para nadie, sólo genera perdedores y víctimas. Prefiero pensar que no llegaremos a una guerra comercial, en todo el sentido de la palabra. Hemos visto anuncios de medidas desde Estados Unidos dentro de la filosofía que ha puesto en práctica el presidente Donald Trump para incentivar su industria, generar empleo y lograr más crecimiento y que, por supuesto, han despertado alertas a nivel global.

Su política busca traer de vuelta a la industria estadounidense que ha buscado producir en otros lados, darles incentivos y, al mismo tiempo, equilibrar la cancha de juego para las empresas norteamericanas, pues en la opinión del Gobierno, se han dado muchas ventajas sin recibir nada a cambio.

En ese sentido, la administración Trump no se ha puesto con medias tintas para condicionar a sus vecinos ni para tomar medidas que afectan principalmente a China y menos a la Unión Europea, por considerar que hay prácticas comerciales injustas que atentan contra el desarrollo industrial estadounidense.

Además, sería una involución a los años de trabajo por el libre comercio en el que han trabajado todos los países para facilitar los negocios, tener reglas claras y de largo plazo para las empresas.

Las consecuencias son imprevisibles, por lo que los países deben trabajar por la diversificación -con innovación y productividad-, ya sea para exportar o para garantizar el consumo interno.

- ¿Qué tanto afecta este tema a Colombia? ¿Podría salir perjudicada en una posible guerra comercial entre Estados Unidos y China, o por el contrario se abren nuevas oportunidades para que los exportadores colombianos lleguen con sus productos a estos países?

Los efectos dependerán de las medidas que se tomen y en ese contexto pueden ser tangenciales, parciales y en sectores específicos. El reto es estar vigilantes y anticiparnos, mantener un buen diálogo político, acercamientos permanentes y evitar los daños colaterales.

Nuestro mercado natural está en este continente, así que nos corresponde estar muy vigilantes de las oportunidades que se produzcan. Debemos trabajar más de la mano con América Latina, y en aquellos países donde tenemos acuerdo, profundizar las oportunidades, con todos buscar generar un camino de trabajo conjunto, un camino de productividad.

- ¿Le preocupan estas medidas, teniendo en cuenta que Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones de los productos colombianos en el mundo?

Las acciones de Estados Unidos han estado enmarcadas bajo la premisa de poner a América primero y en ese contexto aplican a todos los países. Una vez se pongan en marcha, tendremos que ver cuál sería el impacto en Colombia.

- El tema de Estados Unidos afecta directamente al sector del acero y el aluminio en Colombia, con la fijación de aranceles del 25% y el 10%, respectivamente. ¿Qué impacto tiene para el país?

Es importante dar la dimensión real a este tema y manejarlo acorde a esta. Si bien se estarían afectando exportaciones colombianas en las trece partidas establecidas por la Orden Ejecutiva del presidente Trump, estas representan menos del 1% de las importaciones totales que hace Estados Unidos de acero y aluminio del mundo.

El Gobierno ha venido trabajando en este tema con las autoridades comerciales en Estados Unidos y desde AmCham Colombia hemos hecho lo propio con los empresarios afectados, para que se excluya a Colombia de la aplicación del arancel. Se están explorando posibilidades, el diálogo ha avanzado y en los próximos días podría haber respuesta por parte del país norteamericano.

- A pesar de estos temas arancelarios, ¿Cómo está en estos momentos la relación comercial entre Colombia y Estados Unidos?

Ha sido y sigue siendo una buena relación. En este momento, Estados Unidos es y seguirá siendo el principal socio comercial de Colombia. El 29,7 % de nuestras exportaciones van a ese mercado. El año pasado ascendieron a 10.546,2 millones de dólares, un aumento del 5,22%; históricamente ha sido el principal inversionista extranjero del país, en 2017 la inversión desde allá ascendió a 2121 millones de dólares e importamos desde allí productos por 12.014,5 millones, de los cuales el 70% son bienes que no produce Colombia.

Estados Unidos es también el principal emisor de viajeros internacionales a Colombia, fueron 528 mil 960 en 2017, un aumento del 6% en comparación con 2016. Adicionalmente, la cooperación no ha disminuido y se han fortalecido los planes de trabajo conjuntos en temas como la lucha contra los cultivos ilícitos y el fortalecimiento de la seguridad, entre otros.

- ¿Cuál es el potencial de Colombia para seguir aumentando su participación en este mercado?

El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos abrió las puertas para que se duplicara el número de partidas arancelarias con acceso a ese mercado, pasando de cinco mil a más de 10 mil. Desde que entró en vigencia en 2012, ha venido aumentando la participación de productos no minero energéticos que exportamos a Estados Unidos y hoy representan el 38,3 % y al comenzar el TLC eran del 15 %. Aún hay potencial para crecer las ventas, para ello los empresarios deben conocer el mercado, identificar las necesidades de los consumidores y estar en alerta constante en materia de innovación y emprendimiento para aumentar la oferta de productos con valor agregado.

Credito
COLPRENSA

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