Acta, rechazada definitivamente en Europa

El tratado multinacional conocido como Acta, que proponía reforzar las herramientas de lucha contra infractores de derechos de autor en diferentes países, fue rechazado por 478 miembros del parlamento de la Unión Europea, y apoyado por sólo 39 de ellos.

Los partidarios de la Red abierta en el viejo continente tuvieron esta semana dos buenas noticias: la primera fue el rechazo contundente de un tratado multinacional conocido como Acta, cuyas características daban a entender que la libertad de expresión y la privacidad de los internautas se vería reducida, en favor de mantener un modelo clásico de protección a los derechos de autor, en lugar de modificarlo para que se ajuste a la realidad del Internet.

Adicionalmente, una corte del continente ratificó que es posible vender o revender licencias para uso de aplicaciones, o cualquier tipo de software, incluso si la copia fue descargada directamente de la Red y no únicamente cuando se trata de una copia física.


La Sopa europea
Entre los 682 miembros del parlamento de la Unión Europea, 478 votaron en contra de aprobar el tratado multinacional conocido como Acta, 165 parlamentarios se abstuvieron de votar a favor o en contra, y sólo 39 apoyaron el proyecto.

Acta promovía, entre otras cosas, implementar estrategias de control sobre el tráfico de Internet de los ciudadanos de los países ­firmantes, y reducir la dificultad que tienen el Gobierno, individuos o empresas para censurar contenido que viole derechos de autor en la Red.


El tratado se volvió mundialmente famoso después de las protestas del pasado 18 de enero, cuando miles de portales de Internet lanzaron una protesta coordinada para advertir a sus usuarios sobre el riesgo que presentaba un proyecto similar, conocido como Sopa en Estados Unidos.


Los partidarios de Acta afirmaban que podría reducir la piratería de software, música, películas y cualquier material protegido por las leyes de propiedad intelectual.


Sus detractores insistían en que su objetivo real era proteger el modelo de negocio de las compañías encargadas de llevar ese contenido a los usuarios antes de que existiera el Internet, citando estudios que indican que compartir material en la Red de forma libre es más rentable para sus creadores, para los usuarios, y para todo el ecosistema digital de un país, y que las únicos que no se favorecen son esas grandes compañías propietarias de derechos de autor.

    
Se vale revender
Esta semana una corte europea falló a favor de una empresa alemana y en contra del gigante norteamericano Oracle, ratificando que es legal revender licencias de uso de aplicaciones digitales, incluso si se trata de un producto que fue comprado y descargado a través de Internet y no de un producto grabado en un medio físico, como un CD o DVD.

La decisión establece un precedente sobre cómo deben tratarse las copias de material digital, que cada vez representan un mayor porcentaje de las ventas totales de aplicaciones de software, música, videojuegos, películas, libros y otros productos.


La empresa alemana UsedSoft se especializa en conectar a personas que quieren vender licencias para aplicaciones que compraron legalmente en el pasado, con ­compradores interesados en adquirir una licencia de segunda mano, generalmente a un precio muy inferior que el de una copia nueva.


Oracle demandó a la empresa por usar este modelo de negocio, pero una corte de Luxemburgo indicó que si el comprador original de una aplicación la adquiere por tiempo ilimitado, la empresa que la desarrolló no puede prevenir que ese usuario la revenda. La corte, sin embargo, aclaró que el vendedor de la licencia debe eliminar su copia del producto y dejar de usarlo luego de la transacción.


Extradición impopular
Con Sopa y Acta archivadas, los opositores de emplear medidas fuertes para proteger los derechos de autor tienen un nuevo enemigo en común: el gobierno de los Estados Unidos, país que ha pedido la extradición de un estudiante británico de 24 años llamado Richard  O’Dwyer.

O’Dwyer es el creador del portal TVShack.net, que permitía a sus visitantes encontrar episodios de series de televisión o películas, no en sus fuentes originales, sino en archivos subidos por otros internautas. Y aunque el portal no funcionaba desde Estados Unidos, el Gobierno de ese país quiere procesarlo en una de sus cortes por violación a leyes de propiedad intelectual.


El fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, inició una campaña que hasta el momento ha recolectado 222 mil firmas. En un comunicado adjunto, Wales comenta “El Copyright es una institución importante”, y agrega: “Pero eso no significa que debemos abandonar principios morales y legales para permitir repetidas usurpaciones a nuestras libertades civiles en nombre de los intereses de los poderosos de Hollywood”.


Esta semana, una encuesta reveló que sólo nueve por ciento de los ingleses está de acuerdo con que O’Dwyer sea extraditado a Estados Unidos, mientras que 26 por ciento opina que debería ser juzgado en el Reino Unido y 46por ciento cree que no debería enfrentar a la justicia en absoluto.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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