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“El río se creció y se llevó todo por acá, el agua subió y derribó unas paredes de la casa. Como puede ver, la cocina ya está más abajo que arriba porque está partida por la mitad, pero debo seguir preparando los alimentos ahí”, expresó Jazmín.
La mujer indicó que junto con ella residen tres personas más en el predio. Se trata de su hija menor de edad y dos adultos mayores, entre ellos, su madre.
“Cuando ocurrió la emergencia a nosotros nos anotaron para tenernos en cuenta en una eventual reubicación o para ayudarnos con un muro de contención para fortalecer la infraestructura, pero nada de eso se volvió a mencionar”, puntualizó.
Jazmín, que reside hace unos 15 años en este predio y tiene un negocio con productos que se dan en el Cañón del Combeima, expresó que ella, y su familia viven con la zozobra de la inestabilidad del terreno, lo cual se ha acrecentado con la temporada de lluvias que se está dando desde hace algunos días en la zona.
“Trabajo con mi negocio de acá afuera y de eso vivo. Más que una reubicación pido que me ayuden a acomodar la cocina más adentro o con la cimentación de la vivienda que tenemos para contar con más tranquilidad”, aseguró.
Al lado del lugar de residencia de Jazmín hay otra vivienda, la cual fue desocupada por la familia que la habitaba, debido al alto riesgo que representaba para la integridad de sus ocupantes.
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