Entre los hallazgos, Blanco expuso que se encontraron alrededor de 29 líneas telefónicas a las que no se les estaba dando ningún uso, pero por las que sí se pagaba mes a mes,  lo que le representaba a la USI gastos por $36 millones al año. 

Asimismo, sostuvo que en las USI del barrio Jordán y Topacio se detectó que algunos de los odontólogos que laboran en el lugar estaban haciendo consultas particulares con insumos de la entidad.

El Gerente dijo que en su plan de austeridad acciones tan simples como apagar la luz en las noches ha generado una diferencia en el pago de los servicios públicos. 

“Todo empieza por casa. Hemos logrado por primera vez poner a los dos subgerentes para que ejerzan un control permanente a las dos entidades, hay que resaltar el talento humano es muy bueno, pero siempre hace falta quien responda por los procesos, por ejemplo, en urgencias había cambio de turno y se iban los médicos así no recibiera quien llegaba, son cositas, aunque el servicio es muy bueno puede ser óptimo, a eso le estamos apuntando”, reseñó Blanco.

El profesional indicó que solo en cosas que se han detectado desde su llegada a la gerencia se ha logrado hacer una reducción de costos de $300 millones anuales, “eso va sumando, la idea es tener control, mayor eficacia sobre el gasto público”, dijo.

Vender servicios

El gerente expuso que en su intención de mejorar financieramente la USI, una de las apuestas es dar a conocer la oferta de servicios que tiene la unidad.

“Tenemos dos servicios que nadie los tiene, el parto humanizado, tenemos que ofrecer el servicio, además vamos a empezar un proceso con el hospital de Cartagena para hacer una transferencia de conocimiento”, señaló el funcionario. 

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