“También somos víctimas”: habla el dueño de Playa Hawái, en completa desolación por el Jamming

Crédito: Suministrado / El Nuevo Día.
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Los encargados del parque, en exclusiva para El Nuevo Día, narraron con angustia la situación por la que atraviesan, afectados por la irresponsabilidad del Jamming Festival.
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La suspensión del Jamming Festival sigue acumulando personas afectadas, siendo los artesanos (a quienes les saquearon sus carpas), asistentes (que perdieron dinero y tiempo), comercio de Ibagué (restaurantes, hoteles, negocios, emprendedores) y artistas (muchos de los cuales no les han avisado de la cancelación), los primeros en la lista.

Sin embargo, otro gran afectado se suma a la lista no solo por pérdidas económicas, sino pérdida en su reputación: Playa Hawái, la sede del festival. Si bien, este punto turístico no tiene nada que ver con la organización del evento o su cancelación, están recibiendo críticas de algunos asistentes que ignoran los pormenores de su papel en el Jamming.

 

Son solamente la sede

El Nuevo Día dialogó Juan Raúl Solórzano, actual propietario de Playa Hawái y con Angela de la Pava, su esposa, quienes explicaron que el parque acuático fue arrendado, e hizo una analogía para ilustrar el rol que cumplían en el festival.

“Nosotros vimos una oportunidad para la ciudad, un festival de gran envergadura, y lo que hicimos fue suscribir contrato de arrendamiento, como cuando alguien arrienda una finca para una fiesta, y así fue”, narró.

Según Ángela, la empresa del Jamming se contactó con ellos y, viendo que esta era la novena edición del festival, confiaron en que era una organización seria con gran trayectoria. “Lo que ellos estaban buscando era una nueva sede para ampliar el festival, y se contactan con Playa Hawái (…) y lo que hicimos como empresarios fue, ellos llegaron al parque como seis meses antes de la fecha que era este fin de semana, y les dijimos que qué necesitan, los ayudamos a contactar con autoridades, para aportar y que fuera una realidad”, explicó.

 

“También somos víctimas”

El parque acuático perdió cientos de recursos. “Nosotros también somos víctimas porque hay unos recursos que ellos dejaron de pagar por concepto de ese arrendamiento. El parque lleva muchos días cerrado porque el contrato es de cumplimiento y a ellos se les entregó el parque desde la semana pasada, hace más de 20 días”, explicó de la Pava con tristeza.

“No es fácil, estábamos muy esperanzados porque uno sabe que la gente estaba contenta, la gente viviendo de todas partes, hay que pedirle a Dios que nos de fortaleza y sabiduría, metiéndole ganas a todos porque qué más vamos a hacer”, dijo por su parte Juan Raúl Solórzano.

El empresario resaltó que las personas “trabajaron como mulas, día y noche” para hacer el festival realidad. “Nos deben un saldo, ellos cancelaron una parte. Pero la tristeza es ver la expectativa de la ciudad”.

 

Sobre supuestas amenazas

Juan Raúl Solórzano aclaró que no han recibido amenazas de muerte y estas versiones son mentira. Así mismo, lanzaron comunicado:

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Dato

Playa Hawái se arrendó al Jamming Festival en 450 millones de pesos, de los cuales les adeudan 200 millones.

Credito
Indagación: Diana De la Torre/Redacción: Valentina Silvestre

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