Tres décadas padeciendo con la malla vial en Ibagué, a pesar de múltiples intervenciones

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Sin importar la época o los gobiernos de turno, las quejas por el mal estado de las calles han sido una constante, todo en medio del auge y construcción de nuevas vías.
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Las críticas por el mal estado de la malla vial en Ibagué han sido una constante denuncia de la ciudadanía en los 30 años que lleva de creación el periódico EL NUEVO DÍA, los huecos son el dolor de cabeza de la ciudad y uno de los principales retos de los mandatarios. 

Las páginas locales de este medio han evidenciado en infinidad de oportunidades los enormes cráteres que se abren en la vía, bien sea por falta de mantenimiento o por las obras que se ejecutan, hace unos años era la colocación de las redes telefónicas, y en la actualidad por el cambio y reposición de las redes de acueducto y alcantarillado.

Tal y como ocurre ahora y como si fuera un círculo vicioso, las comunidades advierten contratiempos en la movilidad por esta situación y pidieron en su momento a la Secretaría de Obras, hoy la Secretaría de Infraestructura, agilidad.

En la década del 90 con Francisco José Peñaloza como alcalde, la ciudad empieza a tomar otra cara con la proyección y construcción de hasta hoy sus más importantes avenidas; la avenida Ambalá, Guabinal y Ferrocarril y la calle 60, además se procede con la ampliación de la carrera Quinta.

De manera alternada a la ampliación de la Quinta, también se inició la misma labor en la carrera Primera desde la calle 15 a la 19. La culminación de estas obras quedaron en manos de Rubén Darío Rodríguez y fueron inauguradas junto con el presidente de la República el 9 de diciembre de 1993.

En 1994 resonó en Ibagué 'la avenida fantasma', luego de que la Contraloría denunciara que existía un pago de $50 millones para la construcción de la avenida 2A entre calles 30 y 32, aunque no estaba ejecutado ni un solo metro de la obra.

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La avenida Fantasma tuvo innumerables contratiempos durante más de 10 años, aunque en el 2018 se entregó, en abril de este año tuvo que ser intervenida por daños en el alcantarillado. 

 

Por este suceso al entonces alcalde, Rubén Darío Rodríguez, le fue declarada medida de aseguramiento y detención domiciliaria. Posteriormente esta se revocó y el Consejo de Estado ordenó el pago de aproximadamente $150 millones a Rodríguez por daños y perjuicios. 

En el segundo mandato de Rodríguez entre el 2004 y 2007, se hizo una nueva inversión con la intención de terminar la obra, y se ejecutaron cuatro de las cinco fases, pero fue en la alcaldía de Jesús María Botero que se hizo una inauguración. En el 2018, Guillermo Alfonso Jaramillo hace una inversión final de $9.500 millones e interviene el colector El Sillón entre calles 28 y 32 con carrera Segunda, hace la rehabilitación del corredor y vuelve a entregar la avenida.

En la era de Álvaro Ramírez en 1996, aparece la puesta en marcha de importantes obras como la avenida del Sur en la que se tuvo algunos impasses por la compra de predios; la repavimentación de la avenida Jordán en donde se habló de problemas en la calidad del asfalto y entrada a los barrios, y por último el viaducto o puente del Sena en donde se hizo una inversión de $4.500 millones. Este fue el primer puente elevado de Ibagué.

 

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En 1996 se puso en marcha el viaducto del Sena, primer puente elevado que tuvo la ciudad

 

En 1998 de nuevo se hablaba de los problemas en la malla vial y seguía pendiente la culminación de obras relacionadas con la avenida Ambalá, para el 2005 el panorama no fue distinto y se habló de una inyección de recursos por el orden de los $17 mil millones; sin embargo, para esa época se estimaba que la recuperación de las vías era entre 160 mil y 260 mil millones de pesos. 

En el año 2003, durante la alcaldía de Jorge Tulio Rodríguez, se realizó la peatonalización de la carrera Tercera en Ibagué.

Este proyecto permitió promover espacios comerciales, que aún se mantienen vigentes, en medio de la alta ocupación informal que hay en la zona.

Entre los años 2011 y 2012 en la alcaldía de Jesús María Botero se ejecutó otra obra de impacto para Ibagué, el puente del Éxito que se desarrolló como alternativa para los problemas de movilidad que ya aquejaban el sector y costó alrededor de $18 mil millones.

 

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 El puente del Éxito se desarrolló en el gobierno de Jesús María Botero.

 

En el 2015, el exalcalde Luis H. Rodríguez pone en marcha la operación del Plan Centro en el que se preveía una proyección de 14 puntos y la subterranización de redes de servicios públicos. 

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En el 2015 se puso en marcha el Plan Centro para mejorar aproximadamente 14 puntos.

 

En el 2017 arrancó la construcción de 4.6 kilómetros de la doble calzada de la vía al aeropuerto en donde se hizo una inversión de $21 mil millones con aportes del Instituto Nacional de Vías (Invías) y la Alcaldía. 

De esta obra también se desprendió la construcción de 4.7 kilómetros de ciclorruta, la primera completamente iluminada con energía solar. 

En el actual gobierno, el alcalde Andrés Hurtado entregó la primera etapa de la calle 103 entre avenida Ambalá y carrera Quinta, y proyecta su ejecución, a través de particulares, hasta la avenida Mirolindo, además la puesta en marcha de un intercambiador vial de la calle 60. 

Asimismo, se inició la intervención de 115 calles en las que ya se hicieron trabajos a través del Ibal y se harán labores de pavimentación de la carrera Quinta y avenida Ambalá en el marco del Sistema Estratégico de Transporte Público (Setp). 

En la zona rural, desde el Gobierno departamental se ha hecho inversión para la rehabilitación de importantes corredores turísticos de Ibagué; Cañón del Combeima, Chucuní, San Bernardo y Rovira. 

 

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La construcción de la primera fase de la calle 103 fue una promesa del gobierno de Andrés Hurtado. 

 

Así están las vías

Según información de la Secretaría de Infraestructura a través del inventario de la malla vial urbana, de los 611 kilómetros de vías urbanas que tiene Ibagué el 28.52 % (174.41 km) están en mal estado, 21, 49 % (131.40 km) presentan condiciones regulares y el 49.93 % (305.27 km) está en buen estado.

“Ibagué presenta un deterioro de 50.01 % en su infraestructura vial, producto de una serie de factores como la falta de mantenimiento, colapso y cumplimiento de vida útil, redes hidrosanitarias en mal estado, falta de mantenimiento preventivo de las vías rurales e infraestructura peatonal, lo cual se ha dejado como responsabilidad de particulares sin ningún tipo de criterios o estándares”, se lee en varios de los archivos que se allegan en las licitaciones para la recuperación de vías que pone en marcha el municipio. 

La Alcaldía en los documentos es consciente de los grandes problemas en movilidad que tiene la ciudad por cuenta del estado de las vías y exponencial incremento del parque automotor, “la poca cultura ciudadana y el deplorable estado de algunas vías, han generado que en una ciudad relativamente pequeña se tengan los problemas de las grandes ciudades”, se lee. 

“Lo anterior se traduce en una ciudad poco agradable a la hora de conducir cualquier tipo de vehículo y mucho menos a la hora de utilizar el servicio de transporte público, teniendo en cuenta que el estado de las vías exige una conducción más brusca, acelerada por parte de los conductores afiliados a estas empresas que exigen tiempos de recorrido sin importar la comodidad del usuario.

“Así mismo la alta accidentalidad que se presenta en la ciudad prende las alarmas, en estos indicadores constantemente peatones y conductores se ven expuestos a varias condiciones de peligro por parte de otros vehículos y la infraestructura vial, huecos demasiado peligrosos que generan maniobras extremas para esquivarlos y evitar posibles accidentes de tránsito.

“Los tiempos de desplazamiento y el deterioro de la capa de rodadura también aumentan en referencia a los altos volúmenes de vehículos que colapsa la capacidad técnica con la cual fueron diseñadas la mayoría de las vías en la ciudad”, reza el documento de análisis del sector que entrega la Administración municipal. 

 

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El mal estado de la malla vial parece ser un mal que no tiene solución. 

 

Cifra:

 

50.01% de la malla vial de Ibagué presenta deterioro. 

 

Dato


En la zona rural desde el Gobierno departamental se ha hecho inversión para la rehabilitación de importantes corredores turísticos de Ibagué; Cañón del Combeima, Chucuní, San Bernardo y Rovira. 

 

 

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Credito
El Nuevo Día

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