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Desconcierto, ha producido en los ibaguereños la reciente instalación de unas estructuras en el centro de la ciudad, pues por su peculiar forma y su repentina aparición, habría una desavenencia en el aire en torno al uso y propósito que estas cumplen.
Ubicadas el pasado martes en la carrera Tercera con calles 10 y 15, este mobiliario urbano en forma de ollas de barro produjo confusión entre los transeúntes y visitantes quienes, de un lado, aseguraban que aquello eran excéntricos contenedores de basura o, por otro lado, unas peculiares bancas de concreto.
“Yo llevo tiempo haciéndome la misma pregunta porque esto parece una estructura para sentarse o para depositar desechos. En todo caso, por lo que se puede observar, las personas han optado por darles ambas funciones, pues así como he visto gente descansando en ellas, también he observado cómo tiran bolsas y botellas en el lugar”, aseguró Jaime, un vendedor habitual de la Plaza Bolívar.
Así las cosas, quienes utilicen estas bancas para descansar por tiempos prolongados deberán, paralelamente, convivir con los olores que expiden los desechos entre los que, según se pudo observar, se encuentran los de animales domésticos.
Realidad Vs. Expectativa
Pese a toda la especulación, las estructuras, a pesar de su abstrusa forma, son en realidad bancas de hormigón dispuestas para la satisfacción de necesidades urbanas tales como el ocio, el esparcimiento y la recreación de los ibaguereños.
“Es un mobiliario muy bonito, diseñado en el tema del Tolima e Ibagué, esperamos que la gente acepte, adopte y cuide, porque queremos apostarle a la ciudad y que sea un tema cultural y de embellecimiento de la ciudad”, aseguró Alexander Beltrán, gerente (e) de la Gestora Urbana.
De acuerdo con el funcionario, estas bancas en forma de ollas de barro rememoran a los artesanos de La Chamba, quienes hicieron de esta vereda del Tolima, uno de los centros cerámicos más reconocidos de Colombia. Lo anterior, se logra gracias a un contrato, cuyo valor asciende a los $20 millones de pesos, el cual permitió instalar estas cuatro bancas y, por su parte, desmontar otras cinco que se encontraban en mal estado.
No obstante, los diseños originales que reposan en la plataforma de contratación pública Secop II, distan bastante de lo que, por el momento, ha entregado la Gestora Urbana, puesto que en el centro de este monolito, donde actualmente reposan desechos de todo tipo, debiese ir instalada una matera que, además de mejorar su aspecto, brinde sombra a los que de ella hagan uso.
Asimismo, entre las características generales que debiese tener la estructura, se encuentra un sistema de iluminación LED que busque “generar un alumbrado exterior de las rutas peatonales que se generan alrededor del mobiliario urbano”, además “este punto eléctrico (debe) estar vinculado al sistema de alumbrado público del municipio”. Cosa que, de momento, no ha sucedido.
Por medio de estas inversiones, se pretende dar cumplimiento a uno de los apartados del Plan de Desarrollo, reduciendo la ‘deuda social’ con respecto al funcionamiento óptimo del Espacio público.
Se espera que, en un futuro, las bancas tengan esta apariencia.
Banca en forma de guitarra
Por su parte, dentro del dinero destinado para las nuevas bancas, existe un rubro para la construcción e instalación de dos de ellas, las cuales tendrían forma de guitarra, en una clara alusión a la Ciudad Musical. Estas, al igual que las estructuras de la Tercera, debieran contar con una especie arbórea en su centro e iluminación tipo LED. Se contempla que las mismas sean instaladas en el parque de Cantabria y en la nueva USI de Picaleña.
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