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Cuatro años atrás, el emblemático Parque de Mitos y Leyendas del sur de Ibagué, mostraba quizá una de sus mejores etapas tras la intervención que se realizó sobre la zona durante la administración del exalcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, hoy ministro de Salud.
Y a pesar de lo relativamente reciente que fue su inauguración, a la fecha solo refleja abandono y pesares en sus linderos. A raíz de la delincuencia común, gran parte de la infraestructura del parque ha sido saqueada, además de que su deterioro ha hecho proclive la proliferación del consumo de sustancias psicoactivas, robos y demás intermitencias de la cruda realidad urbana.
Decadencia del parque
El parque, que recoge tradicionalmente diferentes expresiones relacionadas a las narraciones mitológicas del Tolima, se consolidó en el año 1997 durante la gestión del exalcalde (q.e.p.d.) Álvaro Ramírez, con figuras en concreto en su momento.
Con el paso de los años, volvió a ser intervenido en el 2019. Según los habitantes del sector, en ese momento se sembraron plantas, se cambiaron los monumentos, se instalaron luminarias y un letrero con el nombre de Ibagué, alusivo al gobierno del exalcalde Jaramillo.
En diálogo con una fuente quien pidió reserva de su identidad, habitante del sector, aseguró que el deterioro del parque se empezó a gestar tras comenzar la pandemia.
“La comunidad ha sido un poco impávida y se ha perdido el sentido de pertenencia. Pueden darse cuenta que están destruyendo o acabando las luminarias o las sillas de concreto, pero nadie dice nada”, narró el entrevistado.
De los diferentes elementos que fueron instalados años atrás, solo queda un ‘atisbo’ de la que fue la infraestructura antaño. Por ejemplo, de las doce luminarias que fueron instaladas en su momento, hoy solo quedan dos que aún no han sido dobladas y robadas.
Lo mismo con las canastas de basura, que han sido robadas de su sitio a lo largo de la carrera 7A sur que conecta al barrio con la entrada del deteriorado polideportivo Maracaná. Sobre la carretera restan dos nada más.
“Es muy difícil poder tener un panorama atractivo, que llame la atención porque esto era hermoso. De una cantidad de ‘farolitos’ de adornos, solo quedan dos. Todas las luminarias desaparecieron, se robaron la tubería. También se llevaron tres canastas de basura”, comentó el habitante.
Y añadió: “Los jóvenes que consumen, han comenzado a destruirlas para llevarse el hierro, pero absolutamente nadie dice nada. Si no hay interés de la comunidad y la Administración, no pasará absolutamente nada. La inseguridad ha sido el pan de cada día en el sector”.
Además, la fuente recalcó que en ocasiones, debido a la falta de cultura ciudadana, mucha basura ha sido depositada a lo largo de la zona verde del parque. “Esto se está convirtiendo en la ‘guarida’ de algunos habitantes de calle”.
Finalmente, el entrevistado apuntó que la alcaldía de Andrés Hurtado no ha intervenido la zona verde desde el inicio de su gestión, al igual que el notorio abandono al cual fueron sometidas las piscinas del polideportivo Maracaná.
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