“Mami no puede dormir sin ti”: madre de niña asesinada en tiroteo ¡Desgarrador testimonio!

Crédito: Los Angeles Times / Facebook.
Un total de 19 niños fueron masacrados.
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La tragedia de Uvalde ha generado indignación de las familias de las víctimas de anteriores ataques con armas de fuego.

Un estudiante de cuarto grado fue una de las personas que compartió detalles desgarradores del momento en que el joven Salvador Ramos entró en su aula y dijo a los estudiantes aterrorizados: “¡Es hora de morir!”, al cometer la matanza el pasado martes en la Escuela Primaria Robb en la localidad de Uvalde, Texas, en Estados Unidos.

El alumno, sin identificar dijo que él y cuatro compañeros de clase se refugiaron bajo una mesa cubierta con un mantel cuando el atacante enloquecido irrumpió después de volar otra puerta.

“Cuando escuché los disparos a través de la puerta, le dije a mi amigo que se escondiera debajo de algo para que no nos encontrara”, indicó. “Me escondí y le dije mi amigo que no hablara porque nos iba a oír”, relató.

“(El agresor) Entró y se agachó un poco y dijo: ‘¡Es hora de morir!’”, afirmó.

“Cuando llegó la Policía, el oficial dijo: ‘¡Griten si necesitan ayuda! Y una de las personas de mi clase gritó: ‘¡Ayuda!’”, agregó el niño. “El chico escuchó, entró y le disparó. El policía irrumpió en el aula. El chico (Ramos) disparó al policía. Y los policías empezaron a disparar”.

El alumno de cuarto grado contó que después del horrible ataque, él y los demás salieron de su escondite, lo que puede haber impedido que Ramos los viera. “Simplemente corrí la tela y saqué la mano. Salí con mi amigo. Sabía que era la Policía. Vi la armadura y el escudo”, aseguró.

Mientras que otro estudiante de segundo grado en el aula conjunta a donde ocurrió la matanza el pasado martes, relató los momentos de pánico que vivió durante el tiroteo.

“Estábamos asustados y la maestra comenzó a decirnos que podemos orar”, comentó Timothy Silva, de ocho años, a CBS News.

Agregó que su maestro reaccionó rápidamente, cerró la puerta del salón de clases y les dijo a los estudiantes que se escondieran.

“Empezó a gritar y no pensé que fuera un simulacro porque lo habrían anunciado. La maestra simplemente salió y comenzó a tirar de nuestra puerta para esconderse”, declaró.

La madre de Silva, Amberlin Díaz, esperó 40 angustiosos minutos para saber que su hijo estaba a salvo.

“Estaba pensando que el tirador estaba disparando por todas partes, que iba a atravesar una de las paredes y dispararle. Estaba tan asustada”, dijo a CBS News.

“Me alegro de que no me dispararon”, dijo Silva.

Diecinueve niños y dos maestros murieron en la masacre y otros 17 resultaron heridos.

Timothy también reconoció a las profesoras asesinadas Irma García y Eva Mireles. “Eran buenas maestras. Se pusieron delante de mis compañeros para ayudarlos. Para salvarlos”, afirmó y añadió que hablar con su familia y con un consejero sobre el horror lo ayudó a enfrentar el trauma.

Uvalde se une a una creciente lista de estadounidenses devastados por la violencia con armas de fuego, en particular los tiroteos en escuelas. La masacre en la Escuela Primaria Robb es al menos el tiroteo número 30 en una escuela K-12 (que imparten educación primaria, secundaria y preparatoria) este año.

También es el tiroteo escolar más mortífero desde que 26 personas murieron en 2012 en la Escuela Primaria Sandy Hook.

 

Otra de las madres

Kimberly Garcia es la mamá de Amerie, una de las niñas asesinadas. A través de Facebook, escribió la angustia que vive sin la presencia de su hija, sabiendo su doloroso final en este mundo.

“No merecías esto mi dulce niña. Mami te ama, mami no puede dormir sin ti, mami te necesita, Amerie no puedo hacer esta vida sin ti. ¿Cómo se supone que viva la vida sin ti? Nunca lo voy a entender, te amo y nunca será lo mismo, jamás”, publicó a través de su Facebook. Una tragedia que el mundo no olvida.

Credito
Resumen agencias / Vanguardia / El Nuevo Día.

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