Más detalles del incendio en la zona industrial de Cuba

Crédito: EFE / EL NUEVO DÍAUna volqueta trabaja recogiendo los restos de los incendios en la zona industrial del puerto, en Matanzas (Cuba).
El olor a quemado, las paredes calcinadas y los restos de lo que fue una casa dejan una imagen desoladora en el límite del poblado de Versalles, junto a lo que ha sido el mayor incendio industrial en la historia de Cuba.
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Aunque el siniestro de grandes proporciones ha sido “controlado” después de cuatro días, todavía se siente el calor de los focos aislados y activos, como comprobó un equipo de Efe que pudo acceder a la zona.

Durante días una espesa nube de humo negro y tóxico se elevó desde ese lugar en las afueras de Matanzas, jalonada por esporádicas explosiones, algunas con llamaradas de decenas de metros, que mantuvieron en vilo al país durante días.

Cuatro grandes tanques de combustible ardieron por completo, así como parte de las instalaciones circundantes.

Los equipos especializados de bomberos, la Cruz Roja y otros, trabajan ahora en esa área para lograr extinguir completamente el que ya ha sido calificado como el mayor desastre industrial de la historia de Cuba.

El pequeño poblado de Versalles, a la entrada de la zona industrial, evitó el impacto directo de la tragedia, pero no el susto.

Tras el edificio quemado en sus afueras, se aprietan el resto de sus casas, cerradas aún a cal y canto. Sus dueños, cuando comenzaron las llamas el viernes por la tarde, tuvieron que marcharse corriendo, muchos de ellos apenas con lo que llevaban puesto.

La carretera que desde Versalles da hacia los ocho depósitos de crudo, a modo de advertencia, ha quedado fulminada con restos de petróleo quemado.

 

Credito
EFE

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