El nuevo Congreso de Perú destituye al presidente Pedro Castillo por “permanente incapacidad moral”

Crédito: EFE / EL NUEVO DÍAEl congreso en votación para destituir al mandatario.
La votación de la vacancia (destitución) de Castillo por “permanente incapacidad moral” recibió 101 votos a favor, del total de 130 congresistas, así como 6 en contra y 10 abstenciones.
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El pleno del Congreso de Perú destituyó este miércoles al mandatario del país, Pedro Castillo, por “permanente incapacidad moral”, después de que este anunciara la disolución del Legislativo y declarara un Gobierno de excepción de emergencia, lo que fue calificado como un golpe de Estado por diferentes voces, incluida la vicepresidenta.

La votación de la vacancia (destitución) de Castillo por “permanente incapacidad moral” recibió 101 votos a favor,  6 en contra y 10 abstenciones, del total de 130 congresistas. 

“Declárese la permanente incapacidad moral del presidente de la República, José Pedro Castillo Terrones, según lo establecido en el inciso 2 del artículo 113 de la Constitución Política del Perú, concordante con el artículo 117 de la Carta Política”, señala la resolución. Tras la votación, congresistas celebraron los resultados con banderas, abrazos, lágrimas y gritos de júbilo.

Apoyaron al ya expresidente tres congresistas de Perú Libre, el partido marxista que llevó a Castillo al poder; uno del Bloque Magisterial, uno de Perú Democrático y otro de Perú Bicentenario, todos de tendencia izquierdista. 
Luego de conocerse la destitución, ciudadanos limeños celebraron la noticia de la destitución del presidente y a lo largo de la Vía Expresa, la autopista principal de la capital, conductores tocaron sus bocinas para celebrar la noticia. 

A las 2 de la tarde de ayer (hora Colombia), el Legislativo anunció en su cuenta de Twitter que la vicepresidenta, Dina Boluarte, asumía la presidencia de la República.  

 

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“Un autogolpe de Estado”

Previo a la moción de vacancia en contra de Pedro Castillo por parte de los congresistas, este dictó disolver temporalmente el Congreso e instaurar un Gobierno de emergencia nacional en la mañana del miércoles. Con un temblor evidente en sus manos, convocó “en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de 9 meses”.

También ordenó un toque de queda hasta la medianoche de ayer y agregó que se declaraba en “reorganización del sistema judicial, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y el Tribunal Constitucional (TC)”. 

Dispuso, además, que todos los que poseían armamento ilegal debían entregarlo a la Policía Nacional en el plazo de 72 horas y que la persona que no lo hiciera cometía un delito y sería sancionado con pena privativa de la libertad. 

Asimismo, dictó que la Policía Nacional, “con auxilio de las Fuerzas Armadas”, debían dedicar los esfuerzos al “combate de delincuencia, corrupción y narcotráfico, a cuyo efecto se les dotará de los recursos necesarios”, y, finalmente, hizo un llamado a todas las instituciones de la sociedad civil, rondas campesinas (grupos de autodefensa fortalecidos durante el conflicto armado interno) “y todos los sectores sociales” a que salgan a defender estas medidas.

Las reacciones no se hicieron esperar. El canciller peruano, César Landa, denunció “un autogolpe de Estado” e invocó a la comunidad internacional a ayudar al “re-encauzamiento democrático en Perú”, además de declarar que el mandatario tomó la decisión de disolver el Congreso sin su apoyo.

De esa manera, Landa se sumó a la dimisión de otros ministros como los de Economía, Kurt Burneo; Justicia y Derechos Humanos, Félix Chero, y de Trabajo, Alejandro Salas.

Uno de los primeros ministros en pronunciarse fue Salas, uno de los principales portavoces de Castillo: “Coherente con mis principios y con pleno respeto a la democracia he presentado mi renuncia al Gabinete Ministerial”.

De manera similar y casi simultánea se expresó Burneo, quien acusó al jefe de Estado de haber “vulnerado el Estado de derecho”, mientras que Chero justificó su renuncia en respeto “a la institucionalidad democrática” del país.

La vicepresidenta, Dina Boluarte, no tardó en pronunciarse en redes sociales y lo hizo a través de su cuenta de Twitter: “Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley.
 

voz del experto

 

¿Cuáles son los aspectos que considera relevantes después de lo ocurrido con el expresidente, Pedro Castillos, en Perú? 

Se había visto desde el inicio, con una muy baja legitimidad dentro del Congreso. Tenía (Pedro Castillo) una fuerte oposición dentro de sectores de la opinión pública, sobre todo de la ciudad de Lima. Esa diferencia electoral entre Lima y el resto del país, en especial en las zonas rurales, dejaba ver una fuerte oposición en las élites urbanas a su presidencia. En términos concretos, Castillo no iba a tener nunca manifestación a su favor en las calles de Lima que es donde están los poderes públicos. Además, había una fuerte debilidad institucional en términos de legitimidad.

Anteriormente, Castillo había tenido cierta capacidad de negociación con algunos partidos, cediendo informalmente o negociando informalmente con las bancadas, pero se volvió algo un poco inmanejable, y no logró establecer un gobierno y unas instituciones estables y concretas. Como no hay un castigo, los políticos se la pueden jugar; no hay una fuerte presencia ciudadana, no hay tampoco unos resultados o efectos sobre la situación económica. Entonces, todo el sistema político está muy desconectado de las demandas de la ciudadanía. 

 

¿Qué puede ocurrir de ahora en adelante en materia política en Perú? 

Está muy temprano todo. No sé si la sociedad peruana esté dispuesta a iniciar una convocatoria de elecciones. Es claro que, seguramente, en Lima, no van a haber manifestaciones a favor de Castillo; habrá que ver la reacción en la zona rurales, pero también dudo que sea una reacción masiva o que logre generar un problema político. Lo que pasará es que el país entrará en un proceso de incertidumbre, porque habrá que ver si convocan elecciones o a una transición pacífica con el gobierno con la vicepresidencia. 

 

¿De qué manera impacta al continente lo ocurrido con Castillo?

México y Perú son dos economías más conectadas dentro de la Alianza del Pacífico, y su intercambio comercial es grande. Como los políticos y los actores del sistema político peruano están aislados de la comunidad internacional, como la de las demandas de la ciudadanía, no asumen ningún costo político. Habrá que ver si hay una sanción, hay que considerar que próximamente va a subir la presidencia en Brasil, Lula Da Silva, que puede tener una postura en contra de estos procesos, ya que todos ellos han sido afectados por este tipo de juicios políticos o institucionales, y pueden ayudar a respaldar todavía la figura de Castillo. 

 

Boluarte propone unidad  de fuerzas políticas 

La abogada izquierdista Dina Boluarte (60 años) se convirtió en la primera presidenta de la historia de Perú, tras la destitución por el Parlamento de Pedro Castillo, acusado de dar un golpe de Estado.

Boluarte, quien era vicepresidenta de Castillo, juró “por Dios, la patria y la Constitución” y dijo que asume “de acuerdo con la Constitución Política del Perú, desde este momento y hasta el 28 de julio de 2026”, cuando debe cumplir el actual período de Gobierno.

Añadió que entre sus compromisos estará “defender” la soberanía nacional y que “cumplirá y hará cumplir” la Constitución y las leyes de su país.

“Antes que política, soy una ciudadana y madre peruana, que tiene pleno conocimiento de la alta responsabilidad que la historia pone en mis hombros”, sostuvo antes de afirmar que “se ha producido un intento de golpe de Estado promovido” por Castillo. Además, invocó, por ese motivo, a “un amplio proceso de diálogo entre todas las fuerzas políticas” nacionales y solicitó una tregua política para poder combatir a la corrupción.

A la ceremonia, celebrada en el hemiciclo legislativo, acudieron congresistas y otras altas autoridades de los poderes del Estado y de las Fuerzas Armadas, que fueron ovacionados por haber anunciado que respetarían la sucesión constitucional en el país.

Previamente, el presidente del Legislativo, José Williams, informó que, a partir de la destitución de Castillo, se activaba la sucesión presidencial y convocó a una sesión del pleno para que Boluarte jurara como la primera mujer en asumir la presidencia peruana en 200 años de vida republicana del país.

Al inicio de esa ceremonia, y de acuerdo con el protocolo, Williams recibió la banda presidencial por unos minutos y luego invitó a Boluarte a ingresar al hemiciclo para jurar al cargo.

 

 

Credito
EFE

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