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El gobierno del presidente chileno, Gabriel Boric, sale “muy debilitado” de las elecciones constituyentes del pasado domingo, cuando aún faltan tres años para terminar su mandato, advirtió el analista político argentino Daniel Zovatto.
Este es un “nuevo fracaso electoral”, después de que la primera propuesta de nueva Constitucional fuera rechazada en septiembre de 2022, dijo Zovatto, que es director regional para América Latina del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA).
“Es un gobierno que, de una manera u otra, queda como un ‘pato cojo”, incidió en declaraciones a EFE en Madrid.
Así, las posibilidades para introducir los cambios profundos y las reformas estructurales que tenía en su agenda -la tributaria, la de prensiones y otras- se ven “bastante comprometidas, sus posibilidades se reducen”, opinó.
Y el futuro del proceso constituyente, prosiguió, también tiene un “pronóstico reservado”, pues se corre el “riesgo” de que una nueva propuesta de texto constitucional sea rechazada de nuevo por la ciudadanía si no refleja un “gran consenso”.
La ultraderecha del Partido Republicano (PR) de Chile ganó 23 de los 51 asientos del Consejo Constitucional, encargado de redactar una nueva propuesta, y la derecha tradicional Chile Seguro obtuvo 11.
Zovatto se preguntó qué harán con tal “cantidad de poder”, así que habrá que ver con qué nivel de “madurez” la derecha y la extrema derecha manejan “este gran capital político”.
Otro dato relevante, según Zovatto, es el elevado número de votos nulos o blancos, muestra de “descontento” y “rechazo”.
“Se preveía que al Gobierno y a las fuerzas de izquierda y centro izquierda les iba a ir mal (en las elecciones constituyentes), y a las fuerzas de derecha y, particularmente de extrema derecha, les iba a ir bastante bien. Lo que no se preveía era un resultado tan contundente como el que se obtuvo el domingo”, según el analista.
El gobierno del presidente Boric, recordó, venía sufriendo “un debilitamiento muy marcado en su popularidad” por asuntos como la inseguridad ciudadana, la criminalidad, la inflación elevada y los temas migratorios.
Y la derecha, sobre todo la extrema derecha, ha sido “muy hábil” en “materia comunicacional”, con posiciones cercanas a un discurso “populista” en los temas que hoy preocupan a gran parte de los chilenos: la migración en el norte; la violencia, el crimen y la inseguridad en el centro y grandes ciudades; y lo que un sector importante “afín” a la extrema derecha, dijo, llama “terrorismo mapuche” en el sur.
El nuevo mapa político de Chile
El Partido Republicano, partidario de mantener la Carta Magna actual y el modelo neoliberal instaurado en la dictadura (1973-1990), logró 23 de los 51 escaños y ganó en 12 de las 16 regiones del país, incluidos feudos progresistas como Valparaíso.
Tras un reajuste del conteo, la lista oficialista, integrada por el Frente Amplio de Boric, el Partido Comunista y el Partido Socialista, perdió este lunes un escaño en favor de la extrema derecha, quedándose así con 16.
La derecha tradicional de Chile Vamos (bloque compuesto por Renovación Nacional, UDI y Evópoli) logró 11 consejeros, mientras que el mapuche Alihuen Antileo consiguió un escaño en el cupo reservado a los pueblos indígenas y tanto la centro-izquierda como el populista Partido de la Gente se quedaron fuera.
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