Toribío es un embudo. La plaza de mercado es su diminuto centro. A los alrededores hay montañas gigantes. Al frente el Cerro Berlín. Se está quemando.
Allá arriba hay caos. Gases que ahogan, queman la cara, arden en los ojos, gente que corre con desespero: indígenas, periodistas, defensores de derechos humanos.
En lo más alto, miembros del escuadrón antimotines de la policía gritan: no suban más o los ‘gaseamos’. La Fuerza Pública se enfrenta con la Guardia Indígena. Buscan recuperar el control de ese territorio que los nativos dominaban hace apenas una noche.
Acá abajo hay tensión pero la vida sigue. La heladería y cafetería Babelilla tiene sus puertas abiertas, lo mismo que el Estadero Punto Sabroso, el almacén Agrotoribío. Los restaurantes alistan pollo para el almuerzo. El pueblo está lleno de periodistas hambrientos que bajan de ese cerro ardiente después de tres horas de caminata.
La vida sigue. Cientos de moradores de Toribío no han subido al Berlín como sí lo han hecho indígenas de Caloto, de Miranda, de Tacueyó. No apoyar a la Guardia Indígena evidencia su estado de ánimo: en el pueblo muchos no están de acuerdo con que la Guardia haya sacado a empujones a los soldados. Tampoco quieren que se vaya el Ejército.
Edinson Salazar, por ejemplo, dice que aunque es indígena no puede estar con eso. Afirma que responder de tal manera es tirarle gasolina al fuego. Aquí, dice, necesitamos dialogar. Que se haga una consulta con la comunidad para que responda si quiere o no a la Fuerza Pública en el municipio.
Liliana Cecue vende botellas de agua y asegura que aunque los habitantes de Toribío están de acuerdo con la Guardia Indígena en el sentido de no querer más hostigamientos por parte de la guerrilla, creen que se sobrepasaron con el Ejército.
“Los soldados son humanos, no se les puede tratar así. Los soldados, como lo somos todos, son empleados. Obedecen órdenes y la orden de permanecer en el Cerro Berlín la dio el Presidente”.
Ahora suenan ambulancias, pitos, una explosión. Toribío sigue en conflicto. Los periodistas se asustan, saltan de sus asientos, se tensan. La comunidad no. Una explosión aquí es tan común como el sonido de una licuadora. En diez años se cuentan 500 ataques de las Farc. En Toribío están resignados, se acostumbraron a vivir en guerra.
Indígenas realizarán juicio a presuntos milicianos de las Farc
Un tribunal del pueblo indígena Nasa realizará un juicio a cuatro presuntos guerrilleros de las Farc que fueron detenidos el miércoles por la guardia indígena en las montañas de Toribío, Cauca.
Se cree que entre los capturados está el jefe de seguridad de alias ‘Jhonny’, segundo comandante del Sexto Frente de las Farc, aunque esto no ha sido confirmado.
La diligencia está encabezada por los gobernadores de los 19 resguardos de los Nasas en el norte del departamento, con el apoyo de una comisión conformada por “sabios tradicionales”, informó el consejero político de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, Acín, Feliciano Valencia.
“El juicio es abierto y, en el, personas delegadas por las comunidades podrán hacer preguntas a los rebeldes”, explicó Valencia, al indicar que este proceso se basa en la jurisdicción especial indígena que existe en Colombia, según contempla la Constitución colombiana.
Indígenas y Gobierno acuerdan mesa de concertación para dialogar en el Cauca
Iniciar un diálogo de “alto nivel” entre el Gobierno nacional y las autoridades indígenas del Cauca es la conclusión de la reunión realizada ayer en Toribío, y a la cual asistieron representantes de las comunidades indígenas, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría y el alto consejero de la ONU en Colombia, Bruno Moro.
Para esto, se espera que antes del próximo lunes, 23 de julio, se defina la instalación de una mesa con voceros del Gobierno y los indígenas, en la que se pueda “analizar y resolver las propuestas de los cabildos sobre los territorios indígenas y la situación de orden público en el Cauca”.
El delegado de la ONU, Bruno Moro, reafirmó que su papel en los diálogos entre el Gobierno y los indígenas es de mediador, para conseguir una solución pronta al conflicto en el Cauca.
Al término de la reunión, Feliciano Valencia, líder de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, dijo que en esta mesa de diálogo se le quiere presentar el desacuerdo de las comunidades indígenas con la ocupación militar del cerro El Berlín, centro de los enfrentamientos entre estas comunidades y la Fuerza Pública en los últimos días.
El rumor que corre en el pueblo es que el VI Frente de las Farc se tomaría el casco urbano en represalia por la captura de cuatro de sus miembros por parte de la Guardia Indígena. “La amenaza está latente”, confirmó el mayor de la Policía, Simón Cornejo.
Credito
COLPRENSA
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