El conflicto se intensificaría cuando inicie diálogos en Cuba

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Que las negociaciones entre el Gobierno y las Farc se van a adelantar en medio del conflicto no sólo está claro por las declaraciones oficiales, sino que lo hacen patente los actos de guerra que han tenido lugar desde el 4 de septiembre pasado, cuando el presidente Juan Manuel Santos hizo el anuncio de las conversaciones.

Que las negociaciones entre el Gobierno y las Farc se van a adelantar en medio del conflicto no sólo está claro por las declaraciones oficiales, sino que lo hacen patente los actos de guerra que han tenido lugar desde el 4 de septiembre pasado, cuando el presidente Juan Manuel Santos hizo el anuncio de las conversaciones. Lo que también es claro, y preocupa, es que el conflicto se puede intensificar al comenzar en forma la ronda en La Habana, el próximo 15 de noviembre. 

La guerra viene trazando una curva que se puede resumir así: en las semanas previas al anuncio del Gobierno, filtrado con anticipación por la prensa, tanto las Farc como el Gobierno hicieron acciones de gran envergadura, al parecer para mostrar fortaleza; después del anuncio oficial la intensidad bajó; se estima que se incrementará a mediados de noviembre, para volver a decrecer en 2013. 

En eso coinciden analistas, para quienes también resulta importante la capacidad de comunicación, control y comando que aún tenga esa guerrilla, por cuanto de eso depende que cumpla los acuerdos a que se pueda llegar. La inquietud obedece a que en los últimos días ha trascendido que el Bloque Oriental no estaría de acuerdo con el proceso que recién comienza. 

Otro factor que genera dudas es si hay real correspondencia entre los hechos de los últimos días y las declaraciones de Rodrigo Londoño Echeverri, alias ‘Timoleón Jiménez’ o ‘Timochenko’, quien dijo acoger la petición del colectivo ‘Colombianas y Colombianos por la Paz’ de buscar un acuerdo especial con el objetivo de “humanizar” la guerra o lograr un alto el fuego. 

De acuerdo con Ariel Ávila, de la Corporación Nuevo Arco Iris, esa ONG ha encontrado que las cifras de hechos de guerra, hasta julio pasado, mostraban un incremento del seis por ciento en el total de acciones de las Farc, comparadas con el año pasado: “Sin embargo, una vez se da el anuncio de las negociaciones, después de una ola de ataques contra la infraestructura energética, las Farc bajaron la intensidad del conflicto. Casi que las acciones se redujeron a la mitad”. 

Pero desde cuando se instaló la mesa en Oslo –continúa el analista–, se ha encontrado de nuevo un escalamiento del conflicto armado: “Tan pronto quede instalada la mesa en La Habana, el 15 de noviembre, muy seguramente vamos a tener una intensificación de los ataques de las Farc, nuevamente contra la infraestructura energética y petrolera, porque esta va a ser una negociación en medio de las hostilidades”. 

Al respecto, Alfredo Rangel, director del Centro Seguridad y Democracia, dice que son muchos los atentados y ataques contra las Fuerzas Militares que han sucedido desde que se firmó el acuerdo de los cinco puntos: “Es una dinámica de acciones violentas que ya venía de atrás y que la guerrilla ha venido continuando. No se podría decir que haya habido un incremento después de los diálogos. Es la continuación de la misma inercia”. 

“Es de esperar que, una vez iniciadas las conversaciones de paz, la guerrilla utilice la violencia y el terrorismo como instrumento para presionar al Gobierno en la mesa de conversaciones, como sucedió en el Caguán, y es lo que muy probablemente va a suceder en esta ocasión, con independencia de todo lo que ha dicho la guerrilla, pues una cosa es su discurso y otra son sus actos”, asegura Rangel, haciendo alusión a las últimas intervenciones de alias ‘Timochenko’. 

“En Cauca, Nariño, Chocó y en los dos santanderes las Farc han tenido un accionar ininterrumpido con diferentes intensidades y, en general, se pueden identificar zonas donde las Farc, por más ofensiva que haya habido del Estado, por más golpes al Secretariado, han seguido vigentes”, sostiene, por su parte, Mario Jaramillo Jassir, profesor, politólogo e internacionalista de la Universidad del Rosario. 

El catedrático agrega que si se le sigue la pista a la historia de la guerrilla, lo más probable es que se encuentre que busca llegar a la mesa de negociaciones con la mayor cantidad posible de ventajas estratégicas. Lo mismo que el Estado. “Eso quiere decir que el Estado va a buscar tener, y es lo que ha hecho en los últimos años, una guerrilla derrotada en la mesa, para que esté obligada a ceder”, dice. 

Habría reducción a mediados de 2013 

Lo particular de esta coyuntura política y militar es que a medida que avanzan los diálogos, o como mecanismo de presión para que avancen, una u otra parte puede incrementar con intencionalidad el número de acciones militares, para obligar a una negociación o para llegar más fuerte a la mesa, explica Ariel Ávila, de la Corporación Nuevo Arco Iris. 

“Eso generalmente pasa, pero también hay que entender que en la medida en que se vaya avanzando en las negociaciones, es posible pensar en una reducción de acciones hacia mediados del año entrante, si esto marcha bien”, explica. 

Con ese planteamiento coincide el profesor Jaramillo Jassir, para quien la guerrilla y el Estado ven como necesario, aún más, como urgente, que dentro de las negociaciones se dé el cese de hostilidades. “En la medida en que avancen es indudable que las partes van a buscarlo (el cese) porque a ambos les representa cosas enormes”. 

“Al Estado, porque cada vez que muere un miembro de la Fuerza Pública, pierde, debido a la presión de las familias y porque son costos y legitimidad que gana el rival. En cuanto a la guerrilla es lo mismo: han perdido mucho, ha habido un desgaste histórico y un relevo generacional. Las acciones no se van a incrementar; creo todo lo contrario: en la medida en que avancen los acuerdos de paz, las acciones se van a ir reduciendo poco a poco”, asegura. 

Pero el docente agrega otro elemento a su análisis, que tiene que ver con la importancia para la consecución de la paz, del hecho que la guerrilla mantenga los tres elementos básicos de cualquier organización armada de proporciones: el comando, el control y las comunicaciones. 

“El perfil de Timochenko es revelador –dice Jaramillo Jassir–. Hay una especie de generación distinta en el Secretariado, porque al no estar en el panorama los más radicales, como ‘Cano’, ‘Marulanda’, ‘Reyes’ y ‘Jojoy’, es una guerrilla más flexible y en virtud de esa flexibilidad sabe que ya no va a llegar al poder por las armas”. 

Asegura que las Farc, cuando alcanzaron a tener 15 mil hombres a finales de los 90, presentaron problemas de unidad de mando. “En una guerrilla de ese número es apenas normal que haya mandos medios que no sigan instrucciones. Una prueba de eso fue el asesinato en 1999 de tres indigenistas estadounidenses en Arauca”, asegura. 

“Hoy es una guerrilla mucho más pequeña, de unos siete mil integrantes, que todavía conserva unidad de mando. Es más: esa sí fue, creo yo, una de las razones por las cuales el Estado decidió negociar con la guerrilla. El Estado prefiere negociar con una guerrilla ahora que aún conserva la unidad de mando y que puede garantizar que se cumpla lo acordado, que una guerrilla dispersa que puede que negocie, pero sin ninguna posibilidad de cumplir lo pactado”, concluye. 

La guerra desde el anuncio 


El conflicto en Colombia, desde que el presidente Juan Manuel Santos hizo el anuncio de que comenzaría diálogos con las Farc, ha tenido varias expresiones, que van desde combates y bombardeos de la Fuerza Pública y ataques de la insurgencia, hasta capturas y golpes a la infraestructura de narcotráfico de esa guerrilla. Aquí están las más significativas acciones, en retrospectiva. 

- 21 de octubre: un soldado murió y un cabo resultó herido en la vereda El Jordán, del municipio de Chaparral (Tolima). La acción fue atribuida al Frente 21 de las Farc. Los militares pertenecen a la Brigada Móvil 20. 

- 19 de octubre: bombardeo de la FAC al campamento de la compañía ‘Éver Ortega’ del Frente 57 de las Farc, en el sector de Cabo Marzo, en Chocó. Habrían muerto 15 guerrilleros, entre los que podría estar Julio Enrique Lemos Moreno, alias ‘Náder’, jefe de finanzas del Frente 57. 

- 16 de octubre: tres militares murieron en zona rural de Arauquita, departamento de Arauca, durante combates con el Frente 10 de las Farc. 

- 15 de octubre: un guerrillero murió y otros cinco fueron capturados tras combates en zona rural de Ipiales, Nariño. 

- 14 de octubre: atentado terrorista dejó un adulto y un niño muertos, y cuatro personas más heridas, entre ellas, otros dos menores de edad, en Puerto Jordán, jurisdicción de Tame, Arauca. 

- 7 de octubre: el Ejército reportó como guerrilleros a cuatro hombres que abatió en la vereda El Placer, de El Bordo Patía, Cauca. 

- 28 de septiembre; la Policía desarticuló una red de las Farc que operaba en universidades, conformada por cinco alumnos de facultades de estudios superiores (cuatro en Bogotá), un estudiante de colegio y un profesor de secundaria. 

- 27 de septiembre: las Fuerzas Militares abatieron, en jurisdicción de El Bagre (Antioquia), a Efraín González, alias ‘Jorge’ o ‘Pateñame’, jefe de los frentes 35 y 37 de las Farc, que delinquía en el sur de Bolívar. También cayeron muertos otros siete insurgentes, entre los cuales está Johnatan Lascarro, alias ‘Harold’, cabecilla de la compañía ‘Gerardo Guevara’. 

- 23 de septiembre: dos agentes de la Sijín fueron asesinados, al parecer por un grupo armado de las Farc, en la vía que comunica a los municipios de Corinto y Miranda, norte del Cauca. 

- 13 de septiembre: un soldado y un guerrillero muertos dejaron enfrentamientos entre tropas de la Brigada Móvil 22 y guerrilleros del Frente 15 de las Farc, en la vereda San Isidro, del Corregimiento de la Unión Peneya, Caquetá. El choque también dejó dos soldados heridos y dos guerrilleros capturados. 

- 10 de septiembre: un ataque de la columna móvil ‘Teófilo Forero’ de las Farc en San Vicente del Caguán dejó dos personas heridas. 

.- 10 de septiembre: fue abatido por tropas del Ejército Ramiro Guerreo Vargas, alias ‘Samuel’, segundo cabecilla del Frente 3 de las Farc, en la vereda Alto Berlín, del municipio de Doncello, Caquetá. 

Credito
COLPRENSA

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