BOGOTÁ, COLPRENSA
Nathalie Ochoa, oficial de operaciones de desminado de The Halo Trust en el municipio de Sonsón, cuenta los procedimientos por los que deben pasar los desminadores, todos los días, antes de partir hacia un campo minado a llevar a cabo su trabajo.
Lo primero es que “esto no es una labor de voluntariado, cada una de las personas que trabajan en nuestra organización devenga un salario con todas las prestaciones sociales”, dice.
Según ella, “el salario más bajo que pagamos a un desminador muy joven es de 700 mil pesos, cifra que supera el salario mínimo, pero que además les quedan libres porque ese es el total, luego de haber descontado las prestaciones”.
Nathalie cuenta que los desminadores duermen en un campamento, cerca de cada campo minado que se detecta, “pero a un distancia segura de la zona de peligro”. De hecho, según ella, “en algunos campos es necesario caminar una hora o más desde el campamento hasta la zona de desminado”.
El proceso de desminado
Según Nathalie, el proceso de desminado de una zona comienza con un estudio no técnico. “Esto consiste en visitar un municipio donde haya sospecha de campos minados y conversar con la gente para que le cuente a uno sobre estos temas”, cuenta la oficial.
Y agrega que “cuando llegamos a una zona de sospecha, se aseguran de entrevistar y consultar a todos los miembros de la comunidad, incluidos los hombres, mujeres y niños, para conseguir toda la información disponible sobre estos lugares”.
Sin embargo, esto no es tan fácil como parece, pues “muchas veces las veredas están abandonadas o la gente no confía lo suficiente para contar por donde se encuentran los campos minados”, por lo que ella explica que “en ocasiones es necesario hacer más de una visita a cada zona mientras nos ganamos la confianza de la gente”.
Todos los datos compilados por los responsables de los estudios no técnicos se contrastan con cifras de las autoridades, con el fin de delimitar las áreas donde haya sospecha de minas. Según Natahalie “en Sonsón hemos identificado hasta ahora tres zonas y estamos ya explorando dos”.
Una vez se identifican las zonas los desminadores llegan a las áreas para iniciar la exploración y búsqueda en cada campo.
ASÍ TRABAJAN LOS DESMINADORES
“Nuestros desminadores trabajan con una disciplina casi militar, pues la labor que está ejecutando requiere ser muy estrictos en este procedimiento”, dice la especialista Nathalie Ochoa.
Estas personas se levantan a las 5 ó 5:30 de la mañana, según la zona en la que residan, se bañan, desayunan, se ponen el uniforme y sus elementos de protección de tal forma que a las 7 en punto de la mañana estén formados y listos para iniciar labores”.
Cada equipo tiene un supervisor, dos enfermeros qu e están capacitados para brindar auxilio en caso de cualquier emergencia, y mínimo tres desminadores capacitados en su labor. Según Nathalie, “acá cada desminador recibe una capacitación básica de tres meses y a medida que progresa se le capacita en otros temas”.
Luego de formarse, cada una de estas personas toma sus herramientas de trabajo, que incluyen un detector de metales, una pica y una espátula pequeñas que le sirven para explorar el terreno centímetro a centímetro.
Una vez en el campo, cada desminador tiene un área designada en la cual comienza usando su detector de metales, antes de dar el primer paso al interior del campo. Una vez se confirma que no hay ningún metal en los 10 ó 15 centímetros cuadrados que se exploraron, se da un paso. Este proceso puede durar entre 15 minutos según las condiciones de terreno.
“A veces es necesario retirar la vegetación de la zona, pero eso no se hace hasta que no nos aseguramos de que en esta no hay peligro alguno”, cuenta la oficial de desminado.
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