El cese al fuego bilateral con la guerrilla de las Farc quedó a un paso de poderse dar luego del anuncio del presidente de la República, Juan Manuel Santos, durante su alocución de esta noche en donde anunció que como un gesto de humanización de la guerra de parte del Gobierno, le dio la orden a las Fuerzas Militares para que durante un mes no realice bombardeos contra los campamentos de las Farc.
El jefe del Estado indicó que: “Por esa razón –y para impulsar el desescalamiento del conflicto–, he decidido dar la orden al Ministro de Defensa y a los comandantes de las fuerzas de cesar los bombardeos sobre los campamentos de las Farc durante un mes. Al cabo de ese tiempo haremos una nueva revisión del cumplimiento del cese unilateral por parte de las Farc y –de acuerdo con sus resultados– decidiremos si continuamos con esa medida”.
Sin embargo, el mandatario advirtió que “en todo caso no vamos a renunciar a los bombardeos si vemos una amenaza inminente sobre una población. La Fuerza Pública seguirá cumpliendo su obligación de proteger a todos los colombianos, y no va a descuidar un solo centímetro de nuestro territorio”.
Santos justificó su decisión en varios hechos que se han dado en el marco de la mesa de negociación, como también que ha entregado ya la guerrilla de las Farc. “Ya tenemos acuerdos sobre los tres primeros puntos de la agenda: desarrollo rural integral, participación política y solución al problema de las drogas ilícitas.
Y estamos trabajando simultáneamente en los dos últimos puntos: la satisfacción de los derechos de las víctimas y la terminación del conflicto propiamente dicho, que implica la dejación de armas y la reincorporación de los excombatientes a la sociedad civil”.
Explicó al país que “en cuanto a la dejación de armas y la reincorporación, está funcionando ya una subcomisión que cuenta con la participación de cinco Generales y un almirante en servicio activo, lo que debe dar la mayor tranquilidad a los colombianos y a nuestras Fuerzas Armadas.
Frente a los gestos de la subversión para desecalar el conflicto, sostuvo que “en primer lugar, el cese al fuego unilateral e indefinido declarado desde diciembre pasado por las Farc. En segundo término, el anuncio de este grupo de su decisión de no reclutar menores de 17 años en sus filas”.
Igualmente, resaltó “el acuerdo –que se logró el pasado fin de semana– para poner en marcha, bajo la coordinación de una organización noruega, un proyecto de desminado humanitario, comenzando por las poblaciones más afectadas”.
Para Santos, “así avanzamos hacia un país donde nuestros niños, nuestros campesinos, puedan recorrer sus campos sin temer el estallido de una mina que acabe con sus vidas o los deje lisiados” y consideró además que “las minas antipersonal son una llaga en el corazón y una vergüenza de Colombia que vamos a eliminar.¡Qué maravilla que no exista ningún sitio vedado en nuestro país para el trabajo y la convivencia pacífica! Eso es lo que todos queremos”.
Insistió en que “cada vez somos más conscientes de que el proceso de paz que adelantamos –y que entra en una fase definitiva– es la mejor oportunidad que hemos tenido en nuestra historia para acabar con la guerra”.
Firmes contra el ELN
El mandatario igualmente hizo una precisión sobre el accionar militar que mantendrán las tropa para contra la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN. “Y quiero dejar claro que la suspensión de bombardeos a campamentos de las Farc en nada afecta las operaciones en contra del ELN”.
Incluso, el jefe de Estado expresó su molestia por el accionar del ELN en los últimos días, “esta organización –en lugar de entrar en sintonía con el desescalamiento y la búsqueda de la paz– ha continuado, y hasta incrementado, sus actividades delictivas. Por esa razón, vamos a intensificar nuestras operaciones militares y de policía en su contra”.
“Yo espero, de verdad, que al ELN no lo deje el tren de la paz”, concluyó al respecto.
La oposición
En su discurso el mandatario aprovechó para enviar, nuevamente, a la oposición un mensaje para que acompañen el proceso de paz y más por el momento en que se encuentra.
“Nuestro deber es unirnos para sacar adelante esta etapa definitiva, y para construir luego –juiciosamente– un posconflicto donde haya más seguridad y bienestar, más equidad y mejor educación. Sabemos que los dos últimos puntos de la agenda son los más complejos y los más delicados. Y faltará luego la implementación. El Plan Nacional de Desarrollo –que está para aprobación del Congreso– crea un Consejo Interinstitucional del Posconflicto, que yo voy a presidir”, dijo.
Según Santos, la necesidad de hacer cumplir todos esos acuerdos y compromisos le llevaron a crear una Comisión Asesora para la Paz, con un carácter incluyente y pluralista de diversas tendencias de la opinión pública.
“Será un grupo de destacados colombianos –cuya experiencia, independencia y compromiso con el país son indiscutibles– que me van a asesorar y a acompañar en la conducción de esta última fase del proceso de paz. No es una comisión partidista. Tampoco se trata de personas necesariamente afines al Gobierno, ni su inclusión significa que hagan parte de éste ni que compartan lo que estamos haciendo”, sostuvo.
Informó que “ya he invitado –y han aceptado participar en esta comisión– a Clara López y a Antanas Mockus, que fueron, en su momento, mis contendores electorales. A ellos se suman personas de la talla del cardenal Rubén Salazar; Carlos Raúl Yepes, presidente de Bancolombia; Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo, y el general retirado y exministro de Defensa Rafael Samudio. También estarán la exsenadora y antigua miembro del M19, Vera Grabe; la exministra y presidenta de la Corporación Manos Visibles, Paula Moreno, y la destacada líder indígena Ati Quigua”.
Incluso aseguró que “también invité al expresidente Andrés Pastrana, a Oscar Iván Zuluaga y a Marta Lucía Ramírez. La invitación sigue vigente, y las puertas de la Comisión estarán abiertas para que participen y hagan sus aportes”.
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