Ospina Muñetón y Ogaza Molina fueron condenados por 35 desapariciones forzadas agravadas, 8 homicidios agravados, tortura, terrorismo y concierto para delinquir.
Los hechos investigados por un fiscal de la Dirección Nacional de Derechos Humanos, se presentaron la noche del 14 de enero de 1990, cuando un grupo denominado Los Tangueros, al mando de Fidel Castaño Gil, irrumpió en el caserío y se llevó por la fuerza a las víctimas, quienes fueron señaladas como colaboradoras de la guerrilla.
Esa misma noche los victimarios se dirigieron en tres camiones a la finca Las Tangas, ubicada en el municipio de Velencia (Córdoba), de propiedad de los hermanos Castaño Gil, donde torturaron y asesinaron a todos los retenidos.
Tras varios años de búsqueda, la Fiscalía logró exhumar, identificar y entregar a sus familias los restos de Juan Roberto Mesa Serrano, Ricardo Manuel Bohórquez Pastrana, José Leonel Escobar Duarte, Jesús Ovidio Carmona Suárez, Andrés Manuel Pedraza Jiménez, Jorge Martínez, Manuel de Jesús Montes Martínez y el de un menor de edad identificado con las iniciales de J.E.B.O. Aún se desconoce el paradero de las demás.
Por esta incursión armada ya fueron condenadas otras 21 personas a sentencias que oscilan entre los 25 y los 30 años de prisión.
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