Con rechazo por nuevas víctimas de minas, arrancó ciclo 37 Gobierno-Farc

AFP - EL NUEVO DÍA
Este jueves se dio inicio al ciclo número 37 de la negociación entre el Gobierno y las FARC en La Habana (Cuba). Se hizo en medio del tema de las minas antipersonas, que siguen provocando víctimas en Colombia, mientras se espera el primer informe oficial de las partes de como inició el desminado conjunto en dos zonas del país.

Este nuevo momento del Gobierno y las FARC en la mesa se da en medio de un rumor sobre la posible asistencia a La Habana de alias ‘Timochenko’, el jefe máximo de ese grupo subversivo, de quien se cree está en Cuba. Sin embargo, ese comentario no ha tenido un pronunciamiento oficial de las partes. 

El jueves a la entrada de la reunión, los integrantes de la delegación del gobierno, en cabeza de Humberto de la Calle Lombana, remangaron una bota de sus pantalones, como protesta simbólica por la muerte de una menor indígena en Buenos Aires (Cauca), al activar sin intención una mina antipersona. 

“Desde La Habana enviamos un mensaje de solidaridad a la familia de la niña Ingrid Guejía Guecio, de 7 años, fallecida por el impacto de una mina. También a la comunidad indígena Nasa, a la que pertenecía, a los otros niños heridos y a la gran cantidad de víctimas de las minas antipersonal”, sostuvo el negociador De la Calle. 

Le reclamó a la insurgencia un compromiso definitivo en tal sentido: “Llegó la hora de que las FARC asuman el compromiso de no sembrar una mina más. Es una paradoja que cuando comienza el programa piloto ocurra este hecho que conmueve a los colombianos y que merece la condena más vehemente”. 

De la Calle resaltó que están en La Habana, no para justificar esos actos sino para lograr que no vuelvan a ocurrir. 

Por su parte las FARC, también en su tradicional declaración al inicio de ciclo, señalaron que es necesario iniciar de inmediato el análisis del informe de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas “para hallar en su relato las claves que han de conducirnos a la reconciliación nacional”. 

De la misma forma plantean que se debe conformar la comisión de esclarecimiento del fenómeno del paramilitarismo y su desmonte para preparar las garantías de seguridad en el “post Acuerdo de Paz”. 

Insistieron que tienen compromiso para avanzar conjuntamente con el Gobierno en la producción de nuevos gestos de desescalamiento del conflicto, que le den dinamismo al compromiso conjunto de descontaminar el territorio de artefactos explosivos. 

De la misma forma, que ese desescalamiento se puede dar en acuerdos para “afrontar el tema ineludible de los desaparecidos; que permitan viabilizar el cambio de custodia de menores de quince años refugiados en campamentos guerrilleros (lo que sería la salida de filas de niños reclutados por la fuerza), el fin de las batidas del Ejército y dar cabida a la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio”. 

Finalmente vuelven a insistir en que “también necesitamos destrabar las discusiones en torno a la revisión de las condenas por rebelión a que alude el numeral 3, Fin del Conflicto”. 

Credito
COLPRENSA

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