La fuerza pública tuvo que retirar piedras, troncos, tachas y hasta separadores metálicos que fueron atravesados en la carretera para evitar el paso de vehículos y obstruir la entrada a Chigorodó.
Además de los efectivos en tierra, un helicóptero sobrevoló la zona.
El objetivo de las autoridades es despejar la vía para dar paso a decenas de viajeros que están represados en Chaparral, uno de los tres peajes recién inaugurados que suscitaron el paro cívico el pasado miércoles y los posteriores disturbios y barricadas en Currulao y Chigorodó, que dejaron un joven muerto en este último municipio.
El paso de motos ya estaba normalizado ayer, pero el de vehículos seguía presentando demoras por el daño en unas rejillas de la vía, indicaron las autoridades.
Dato
En el centro de Chigorodó los manifestantes incendiaron columnas de llantas y el pueblo está prácticamente paralizado.
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