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Según detalló el general Pablo Ruiz, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, fueron dos los hechos distintos en los que se atentó contra la integridad de los uniformados: el primero fue durante una captura y el otro en una persecución.
El primer acto violento contra los policías se registró en el sector de Machado, en zona limítrofe de los municipios de Bello y Copacabana, donde la Policía adelantaba la captura de un hombre que había sido sorprendido vendiendo estupefacientes.
“Como una estratagema criminal, un sector de la comunidad la emprende contra nuestros hombres atentando con objetos contundentes como piedras, con el ánimo de evitar que se cumpla con el deber de capturar a este delincuente”, apuntó el general Ruiz.
Producto de este ataque, tres uniformados resultaron heridos por el impacto de objetos como piedras que les lanzaron y se detalló que uno de los agresores fue capturado y responderá por el delito de lesiones personales.
Por otro lado, en la noche del pasado jueves, se registró el asesinato de un policía que había emprendido la persecución de dos sujetos señalados de intentar hurtar las pertenencias de una mujer en el barrio La Colina de Guayabal.
La víctima fue el patrullero Mario Andrés Vallejo Peláez, quien recibió tres disparos.
DATO
Son 100 millones de pesos que se ponen a disposición para quien ayude a identificar y judicializar a los asesinos, indicaron las autoridades.
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