Víctimas del conflicto armado de Boyacá y Tolima reciben acompañamiento psicosocial

El árbol de la vida y la esperanza es una de las actividades desarrolladas en las jornadas de fortalecimiento.
Crédito: Fotos: Suministradas / EL NUEVO DÍA.El árbol de la vida y la esperanza es una de las actividades desarrolladas en las jornadas de fortalecimiento.
A través de la estrategia “Siembra” la Unidad convocó a la población víctima de los municipios de Ibagué y Moniquirá a participar en un espacio de reparación emocional y de interacción social.
PUBLICIDAD

La Unidad para las Víctimas adelanta en la región central del país las jornadas de fortalecimiento de capacidades “Siembra”, a través de encuentros reparadores enmarcados en las medidas de satisfacción y acciones de garantía de no repetición.

En un ejercicio lúdico y dinámico, orientado por los profesionales del grupo psicosocial, las víctimas participan en actividades de interacción, reflexión y proyección sobre sus vidas. En este caso participaron grupos de 25 personas en Tolima y Boyacá.

María Nubia Herrera, participante en la estrategia en Ibagué, hizo un resumen de su experiencia de vida la cual fue plasmada en un espiral realizado durante la jornada: “lo primero que ilustré fueron las dificultades a las que llamé los dolorosos, luego mostré los proyectos de trabajo y de vivienda y finalmente el anhelo de salir del país junto a mi familia”, señaló.

Como medida de satisfacción que hace parte de las dimensiones individual y colectiva de la reparación integral y que busca resarcir el dolor a través de la reconstrucción de la verdad, la difusión de la memoria histórica y la dignificación de las víctimas, esta estrategia es apoyada además por los entes territoriales. En Moniquirá (Boyacá) la administración municipal se vinculó a la implementación a través de la Secretaría de Innovación y Economía Territorial. 

“Quiero agradecer de una manera muy especial a la Unidad y la Alcaldía por brindarnos estos momentos de integración, de socialización y de convivencia. Fue una estrategia muy agradable, con momentos de gran aprendizaje de conocimientos que no teníamos”, manifestó Ana Emilse Hurtado Pardo, participante en el encuentro en el municipio boyacense.

El árbol de la vida y la esperanza es otra de las actividades desarrolladas en el trabajo grupal y con el que los asistentes logran reflejar sus raíces, costumbres, tradiciones y comportamientos culturales, las cuales son características que, a pesar de tener sus diferencias, son afines a un colectivo que los define como víctimas del conflicto armado.

 

Credito
Redacción Web

Comentarios