El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se refugió ayer en la embajada de Ecuador en Londres, donde presentó una solicitud de asilo político que el Gobierno de la nación suramericana está examinando.
Este es el último intento del australiano, de 40 años, para evitar su extradición a Suecia como sospechoso de cuatro supuestos delitos de agresión sexual, tras haber agotado todos los recursos de que disponía al término de año y medio de batalla legal en el Reino Unido.
Assange formalizó su solicitud mediante una carta al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, en la que requirió que la decisión le sea comunicada “a la mayor brevedad” y agradeció a Quito por estudiar el pedido.
La cancillería ecuatoriana indicó a su vez que “ha comunicado oficialmente acerca de esta situación al Foreign and Commonwealth Office” del Reino Unido. Una portavoz del Ministerio británico indicó por su parte que Assange “está en territorio diplomático y fuera del alcance de la Policía” y que Londres “buscará trabajar con las autoridades ecuatorianas para resolver esta situación lo antes posible”.
El fundador de WikiLeaks entrevistó el 17 de abril pasado al presidente Correa para su programa “El mundo del mañana”, difundido por la cadena de televisión rusa multilingüe RT.
Consultará con EE.uU. y Suecia
En Quito, el ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Ricardo Patiño, afirmó que el Gobierno “analiza su pedido” de asilo político.
“El Gobierno del Ecuador se encuentra evaluando el pedido del señor Julian Assange y cualquier decisión que adopte sobre el mismo tendrá en cuenta el respeto a las normas y principios de derecho internacional, así como la tradicional política del Ecuador de precautelar los derechos humanos”, agregó la cancillería en un comunicado.
Ecuador buscará también “opiniones” de los gobiernos de Suecia y Estados Unidos antes de tomar una decisión, declaró por su parte un portavoz de la embajada situada en el elegante barrio londinense de Knighstbridge, donde ayer se congregaron decenas de periodistas.
Este giro inesperado provocaría un aumento de la tensión entre Ecuador y el Reino Unido, que ya tiene un frente diplomático abierto en Latinoamérica con Argentina a propósito de la soberanía de las islas Malvinas.
Credito
AFP
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