El PRI vuelve al poder tras 12 años en la oposición con la virtual victoria de su candidato Enrique Peña Nieto, quien descarta un regreso al pasado autoritario del partido que dominó México durante 71 años del siglo XX.
“No hay un regreso al pasado. Este PRI que llega al gobierno ha mostrado su convicción democrática” en la oposición, afirmó Peña Nieto, en un diálogo con agencias de prensa internacionales.
El PRI gobernó de 1929 a 2000, cuando fue derrotado por el PAN, con un régimen paternalista, que acabó con las luchas de caudillos y dio estabilidad al país tras la Revolución de 1910, pero fue acusado de autoritario y corrupto, tachas revividas en la campaña electoral.
“Aquí hay un partido que no se ha ido (...). El PRI ha demostrado que cree en la democracia y que (...) podemos tener los resultados de manera eficaz”, dijo este abogado de 45 años con porte de galán de telenovela.
José Antonio Crespo, politólogo e historiador del Centro de Investigación y Docencia Económica, opinó que “con su pasado autoritario, tener reservas sobre el PRI, es válido”.
López Obrador no admite derrota
López Obrador dice que “aún no está dicha la última palabra”. El líder izquierdista, que en 2006 denunció fraude en la elección que perdió por 0.56 por ciento ante el presidente Felipe Calderón, aún no reconoce una derrota pues esperará al conteo final oficial esta semana.
“Esperaría que hubiera una actitud de respeto, de civilidad, de madurez política”, expresó Peña, al señalar que el PRI reconoció sus derrotas en 2000 y 2006 frente al PAN.
El PRI, que tenía hasta ahora la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados (500 miembros) y simple en el Senado (128), mantendría la mayoría de escaños en ambas, según proyecciones de prensa, pero sería simple, por lo que tendrá que negociar para sacar adelante sus propuestas.
Con un llamado a la reconciliación, el opositor Peña Nieto afirmó ayer que no descarta sumar a su gobierno a miembros de otros partidos e incluso líderes independientes.
Credito
AFP
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