La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, presidió horas antes una ceremonia durante la cual los nuevos ciudadanos estadounidenses prestaron juramento para rendir honores a la bandera.
"Con esta ceremonia de hoy (...) afirmamos que la aventura estadounidense y nuestro éxito no serían posibles sin las generaciones de inmigrantes" que llegaron al país, dijo Obama.
"Somos un país de inmigrantes, lo decimos con tanta frecuencia que a veces olvidamos lo que significa", añadió.
Por la tarde, el mandatario tiene previsto reunirse con familias de militares en la Casa Blanca, para luego asistir a un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional frente al Capitolio, sede del Congreso, y cerrar con los tradicionales fuegos artificiales de Washington.
El tema de la inmigración es central en la contienda electoral que Obama se disputa contra su rival republicano, Mitt Romney, de cara a la elección presidencial del 6 de noviembre.
El 15 de junio el presidente anunció el fin de las expulsiones, bajo ciertas condiciones, de jóvenes estudiantes sin papeles. La nueva causó euforia entre la comunidad hispana, cuyo numero de votos es considerable.
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